Restó bar museo: está en pleno centro porteño y vende las mejores empanadas regionales de todo Buenos Aires

Cuenta con más de 15 tipos de repulgue diferente y te transporta a otra época. Ideal para ir a almorzar en familia.

No hay duda de que las empanadas son de los platos predilectos de los argentinos. De plato principal, de entrada, de copetín en los cumples, cualquier rol les queda bien y son parte de nuestra cultura.

Para algunos, la mejor empanada es la que parece más casera; para otros, la que luce "rara" por innovar con algún relleno nuevo. Pero sin dudas, un lugar que no te va a decepcionar con su increíble variedad es el ex bodegón "La Morada".

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Ubicado en Hipólito Irigoyen al 700, se trata de un bar-restaurante combinado con un museo ubicado en la planta baja del edificio. En el pasado albergó un bodegón que llebaba el nombre de "La Vieja Victoria", refiriéndose a la vieja plaza ubicada a pocos metros y que luego devino en la actual Plaza de Mayo.

El museo alberga más de 10.000 piezas entre juguetes, afiches, latas, objetos de almacén, muebles, fotos, revistas, carteles y otros artilugios que decoran el local y te transportan a otra época.

La Morada nace a fines de septiembre de 1999, a partir de la idea de Carlos Bernal, cocinero nacido en Misiones, que con más de 20 años de experiencia en la elaboración de comida regional, decide abrir su propio emprendimiento. Su equipo de trabajo, formado por su esposa Mabel Galarza (repostera profesional), su hija Marcela (ayudante de cocina y experta repulgadora), su hijo Toto (macero) y para la atención del local Jaime "Nono" Pujol (otro ex "La Cocina") y José Luis González, está formado por todos buenos conocedores del rubro gastronómico.

LA MORADA: QUÉ PEDIR

Este cálido reducto decorado con antiguas publicidades y objetos de colección, que recuerda a los viejos bares y almacenes porteños, brinda a sus visitantes la posibilidad de comer en un ambiente agradable una cocina regional de la más alta calidad. Junto con su repostería artesanal redondea una propuesta realmente tentadora.

Sus empanadas, plato predilecto, cuestan $ 210 cada una y varían desde sabores como carne suave, picante, pollo suave, pascualina, choclo, picachu, jamon y queso, longaniza y calabaza, panceta y ciruela, muzzarella, tomate y albahaca, queso y cebolla, roquefort.

También ofrece tartas a $ 650 la porción individual. Los sabores son verdura, carne, queso, calabaza, zapallito, choclo y pollo entre muchos otros. También cuenta con pasteles caseros de todos los sabores a $ 890 la porción individual. Todos los días sirven locro y guiso de lentejas a $ 970 la porción individual.

Los postres incluyen flan casero a $ 350, queso y batata a $ 395, alfajor Rogelito a $ 290, nueces confitadas con dulce de leche a $ 225 y cayote y queso a $ 495.

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