¿Podrías sobrevivir a una cena de 50 pasos en 6 horas?

El cocinero danés Rasmus Munk planea abrir su restaurante en Copenhague con una cena de 50 pasos para 44 comensales.

El chef danés Rasmus Munk quiere que la (re)apertura de su restó Alchemist, llame la atención de todo el mundo y parece que está en una buena dirección: el cocinero ofrecerá una cena de 50 pasos –quintuplica la cantidad estándar de pasos de un menú degustación gourmet promedio– y se extenderá por 6 horas. El foco probablemente estará  puesto en los 20 pasos ‘de un bocado’, acompañados por guarniciones extravagantes como fragancias. Aunque el postre también tiene vocación de hit: será un homenaje al colectivo LGBTQ, con un sorbete en forma de hipocampo.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida por Rasmus Munk (@rasmusmunkalchemist) el 15 de Nov de 2018 a las 11:06 PST

 

Aunque 50 pasos puedan parecer un número exagerado,  el siempre disruptivo Ferran Adriá y su hermano y su hermano Albert (que marcaron una época con elBulli) ofrecieron una cena de 40 etapas el año pasado en el restaurante barcelonés Enigma. Munk quiere romper ese récord y propone, para atravesar esas 6 horas de cena, complementar además la gastronomía con obras de teatro, arte y tecnología.

El nuevo Alchemist, que se presentará en sociedad el próximo enero en Copenhague, tendrá 3 pisos, 4 cocinas, 30 cocineros y 7 espacios distintos, todo para un reducido número de 44 comensales dispuestos a pagar alrededor de $ 650 la cena.

Pero para disfrutar de la comida, los clientes deberán atravesar una puerta de bronce de casi 4 metros antes de entrar al experience room, una sala con decorada con paneles LED que alternarán sus imágenes entre paisajes de ciudades como Nueva York  e obras creadas por artistas visuales. En cuanto a los cocineros, trabajarán detrás de unos vidrios esmerilados o en el medio del salón.  “Nuestras expectativas son altas , resumió Munk a la agencia Bloomberg.

No es la primera vez que el cocinero danés busca ser disruptivo: para su primer Alchemist, Munk había diseñado un menú fuertemente cargado de política: uno de los platos era cangrejo y papas sepultado debajo de una pilar de cenizas de heno y servido en un cenicero, como una forma de representar lo dañino del cigarrillo; o un tartare de corazón de cordero para simbolizar la importancia de donar órganos.

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