Longobardi: "Para hacer lo que hacen, los políticos no son normales"

Tras ser demonizado por los Kirchner, analiza el gobierno de Macri sin concesiones. Por qué el periodista más escuchado de la Argentina desprecia a las redes sociales como canal de comunicación.

Ya pasaron las 6 y media de la tarde. Es viernes y la penumbra empieza a notarse, pese que todavía falta un rato para que el sol dispare los últimos haces del día, que iluminan el lago que se observa desde la ventana. Esa mañana, Marcelo Longobardi cerró su última semana de trabajo, antes de tomarse un break de 20 días. Su programa, Cada mañana, es el más oído de la radiofonía argentina. Lleva 17 años; los últimos cuatro, en Mitre. Cerró diciembre con más de un millón de oyentes diarios y un share que –punto más, punto menos– está estabilizado en la frontera del 50 por ciento, según datos de Kantar Ibope Media. La charla avanza, en la intimidad del escritorio de su casa en Nordelta, refugio que, más que un espacio de trabajo, es un auténtico santuario personal. Libros, palos de golf, banderas de canchas en las que jugó, pocas fotos y algunos suvenires están acomodados con una prolijidad digna de revista de decoración.

Longobardi, de 55 años, no es muy afecto a abrir las puertas de su mundo interior. “Tengo eso muy separado: mi vida es mi vida y mi laburo, mi laburo , sentencia. “Soy lo más normal que puedo , responde, a la curiosidad acerca de cómo es el día de la voz más escuchada de la Argentina, una vez que –pasadas las 10 y media de la mañana– deja el estudio de la calle Mansilla.

Se ríe, con ganas, al preguntársele cómo compatibiliza esa mentada normalidad con la tarea de tratar, en forma permanente, con gente tan anormal como los políticos. “La radio me permite no verlos todo el tiempo, como en la tele , distingue sonriente, una vez echada la carcajada. “En mis años de televisión, tenía que verlos todas las semanas. Ahora, por teléfono, es una cosa un poco más distante. Pero es cierto: los políticos no son normales. Y me parece que, para hacer lo que hacen, también tienen que ser tipos distintos. Trato de llevarme , agrega.

Longobardi, el periodista más escuchado de la Argentina, tapa de Clase Ejecutiva en su edición de febrero.

Su relación con los políticos –“los conozco a todos , dice– da pie para empezar a hablar de por qué, hoy, disfruta sus días de radio. “La radio y la tele son fenómenos muy distintos. No tienen nada que ver uno con el otro. La tele exige un cierto nivel de controversia, de escándalo, de denuncia, de tensión, que la radio no requiere porque la gente no te lo pide. Cuando aplica, aplica. Pero, en general, nosotros informamos y entretenemos a la gente. Tratamos la máxima cantidad de temas posibles. Nos interesa que la gente tenga un cierto nivel de amplitud informativa durante el máximo plazo que nos escuche. No nos detenemos especialmente en un tema, con la excepción de que sea un asunto extremadamente relevante. Y yo no me dedico a pelearme con el país, haciendo un escándalo todos los días, como hacen los políticos , define.

“Trato de que el programa tenga la máxima cantidad de voces posible. No me siento obligado a generar un escándalo cada mañana, ni a pelearme con todo el mundo. Esa presión, que existe en la televisión, no está en la radio. Por eso, Cada mañana es, esencialmente, un programa de radio. No uno de televisión. Ni pretende serlo , agrega. Vuelve, entonces, a la pregunta inicial: “Por lo tanto, nuestra relación con los políticos es distinta. Yo no estoy obligado a tener que polemizar todas las mañanas con el Presidente, los ministros o los opositores. Ni a insultarlos o denunciarlos. Nada. No tengo que hacer eso. Por suerte… .

Su conflictivo trato con los Kirchner. Su relación de hace más de 30 años con Mauricio Macri. Sus críticas al Gobierno. Su exitoso presente en la radio y la tentación diaria de irse por la puerta grande. Por qué, por ahora, prefiere no volver a la televisión. Y la deuda pendiente con el periodismo gráfico. Su rechazo a las redes sociales y mucho más –aficiones, pasiones, los vínculos con sus hijos– de un Longobardi íntimo, el costado menos conocido de la voz más escuchada de la Argentina, en la nota de tapa que Clase Ejecutiva ofrece en su edición de febrero.

La versión original y completa de la entrevista fue publicada en la edición 187 de Clase Ejecutiva, la revista lifestyle de El Cronista

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