Orozco: "Que el Festival Shakespeare no tenga apoyo de la Ciudad demuestra la ineficacia de Lopérfido y Mahler"

Sin el subsidio del Gobierno de la Ciudad, el Festival Shakespeare Buenos Aires apuesta a su expansión federal. La Embajada Británica y espónsores privados salieron al rescate del ciclo que, en 7 años, convocó a 100 mil personas.  

¿Qué es lo que mantiene vigente a un autor a 400 años de su nacimiento? Esa pregunta tal vez sea tan difícil de responder como algunos de los misterios que rodean su biografía. Pero lo cierto es que, en estas orillas, William Shakespeare sigue sumando adeptos. “Creo que describió al alma humana como nadie –explica Patricio Orozco, director de la flamante Red de Festivales Shakespeare Argentina– por lo que dice y por cómo lo dice, con un nivel poético que no pudo ser igualado por otro. La complejidad de lo que armó es una especie de manual de las emociones humanas. Y eso me parece que es lo que lo hace clásico .

En su séptimo año, el Festival volvió en formato extra large. No sólo por su duración (que se extendió a dos meses) sino porque se transformó en una red a la que ya se sumaron las ciudades de Mendoza, Salta, Córdoba, Corrientes y San Isidro, entre otras. “A raíz de que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le quitó el subsidio, el año pasado llegaron muchos pedidos para que el Festival Shakespeare Buenos Aires visite localidades del interior y lo que pensé es ¿por qué no hacer el festival ahí y que sea de esa localidad? Con sus propios artistas, académicos... Porque sino, estamos repitiendo siempre un modelo de copiar y pegar que no está bueno. En cada ciudad tenemos directores asociados y este año estamos poniendo la semillita como para que cada lugar tenga en su agenda el festival , explica Orozco.

Hacer el Festival Shakespeare Buenos Aires sin el apoyo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, he ahí el dilema: “Lo mejor que pudimos haber hecho fue seguir , dice Orozco, categórico.

¿Cómo fue desarrollar el Festival sin el apoyo del Gobierno de la Ciudad?

Cuando nos dijeron que no había presupuesto, pensamos: "Bueno, ok. Presupuesto no hay, pero tenés sedes: el Centro Cultural Recoleta, la Usina del Arte... ¿Podemos hacer algo ahí?". También se nos negó. ¡Fue una vergüenza! Había dos caminos: llorar o reaccionar. El festival siempre se hizo una semana, 10 días, 15 días, en febrero. ¿El Gobierno de la Ciudad no nos da el apoyo? Bueno, lo hacemos dos meses. ¿La Ciudad sigue sin apoyarnos? Bueno, es nacional. Ahora somos 27 festivales en la Argentina. Nosotros tenemos el apoyo del British Council, fundamental para traer gente de afuera, y también de la Embajada Británica y espónsores privados... Lo de la Ciudad es el 1 por ciento del FIBA (Festival Internacional de Buenos Aires). Que no haya participación del Estado sólo pone en evidencia la ineficacia de los funcionarios de turno. Primero fue (Darío) Lopérfido, que no está más; ahora (Ángel) Mahler creo que nunca se enteró de que esto estaba sucediendo. Pedimos reuniones con él pero no hemos tenido éxito.

¿Nunca les explicaron por qué?

No, Lopérfido mandó un mail diciendo que no iban a auspiciarlo. Fue bastante triste y medio inexplicable para la gente de afuera, para los espónsores, para todo el mundo. Nos vamos a ir acomodando donde podamos hasta que haya un ministro de Cultura a quien le interese esta actividad por la que, a lo largo de 7 años, pasaron más de 100 mil personas. ¡Es una cancha de River! Ahora, ¿te hace ganar una elección Shakespeare? No. Si querés la foto, el Twitter, el Facebook, me parece que eso es muy a corto plazo, no le mueve el amperímetro a nadie. Cuando se fue Mauricio Macri y ganó Horacio Rodríguez Larreta, ingenuamente pensé: "Es el mismo partido. Más o menos van a seguir igual". Pero hubo muchos programas, como Polo Circo, que se cortaron. No sé si por falta de fondos, por falta de ideas, por falta de qué, pero hay algunos espacios que se han perdido en Buenos Aires.

Además del festival también tienen actividades en barrios vulnerables, ¿cómo es ese trabajo? Porque muchos podrían pensar que Shakespeare es sólo para una élite…

Ahora estamos yendo a Ciudad Oculta y queremos hacerlo en La Cava (San Isidro) también. El Festival empezó en 2011 con el objetivo de hacerlo masivo y, justamente, romper el prejuicio de que es sólo para una élite. En las comunidades vulnerables fue una punta interesante que abrimos, primero con el Festival y después con los programas de la Fundación Romeo. Shakespeare es una excusa para que los chicos empiecen a reconocer sentimientos como el amor, el odio, la venganza; a tratar de expresarlos y a reconocerlos en el otro.  Lo que se genera ahí es eso: hablemos de Otelo y la violencia de género; de El mercader de Venecia o Ricardo III y la discriminación; de Romeo y Julieta, dos chicos que se quieren pero sus familias están enfrentadas y acá hay barrios que realmente están partidos en dos facciones...

¿Es un desafío hacer masivo a Shakespeare?

Me parece que no hay nada más shakespereano que eso: en su momento, la gente iba al teatro con un penny (un centavo). Si consideramos que el 98 por ciento de la población de Londres de aquel entonces era analfabeta, es una gran incógnita: ¿iban por los chistes soeces que se hacían, iban para ver el vestuario, iban porque había clowns que eran muy efectivos o iban a escuchar esos textos? No sabemos qué pasaba ahí, pero se juntaban 3 mil personas a ver Hamlet y eso era súper popular.

¡PARA AGENDAR!

La programación de Red de Festivales Shakespeare de Argentina, en su capítulo Buenos Aires, se presenta hasta el 23 de abril con varias actividades, desde obras de teatro hasta conferencias. Para más información: festivalshakespeare.com.ar/buenosaires.

 

Temas relacionados
Noticias de tu interés

Compartí tus comentarios

¿Querés dejar tu opinión? Registrate para comentar este artículo.