Amargor moderado, un intenso aroma y sabor a frutas cítricas y tropicales, mucho cuerpo y un incofundible aspecto turbio, similar a un vaso de jugo de naranja: la New England IPA o NEIPA es la cerveza perfecta para quienes gustan del lúpulo pero no quieren sentir un sabor amargo.

"La NEIPA es ideal para una persona que le encanta todo lo que aporta el lúpulo desde lo sensorial, pero no le gusta el amargor. Por eso creo que se expandió tan rápido desde Vermont, en Estados Unidos, al resto de América. Es una cerveza muy fácil de tomar, disfrutable y que es tendencia porque el lúpulo es la estrella del momento", cuenta María Sol Cravello, jefa de Conocimiento Cervecero de Patagonia, a Clase Ejecutiva.

La NEIPA es una de las cervezas artesanales más pedidas en Argentina y el mundo. "Todo lo que sea lupulado hoy es tendencia mundial dentro de la cerveza artesanal, especialmente en América. Tenemos un montón de variedades de IPA, pero lo que aporta la NEIPA es que juega mucho con el aroma y el sabor frutal", agrega Cravello.

Haciendo un poco de historia, la IPA (India Pale Ale) nació en Inglaterra en el siglo XVIII, cuando los británicos agregaban lúpulo a la cerveza como método conservante para poder enviarla a sus colonias en la India. Entre los '70 y '80 el estilo revivió y empezaron a surgir más variedades de lúpulo en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Con ellos, se abrió la puerta a muchos nuevos estilos, como la NEIPA, que tiene su origen en la región de Vermont, al noreste de Estados Unidos. 

Según cuentan desde la patagonia, la Vera IPA, nombre en homenaje a la primera hija de Ezequiel Ratti, maestro cervecero de la marca, es la cerveza más vendida de la microcervería ubicada en Bariloche. Por eso, decidieron expandirla a sus bares refugios de todo el país y enlatarla para supermercados. 

Tiene un aspecto opaco, generado por la avena, el trigo y los aceites del lúpulo, que luce y huele a jugo de frutas. "Tiene un color entre amarillo y anaranjado. El aroma es muy intenso a ensalada de frutas, principalmente cítricas y tropicales como mango, papaya, maracuyá, ananá, mandarina y durazno", detalla Cravello.

El delicado amargor, explica la especialista en conocimiento cervecero, se logra con agregados de lúpulo en menor cantidad y con el trabajo del agua y los cereales, que logran que la cerveza sea más cremosa.

El maridaje ideal

Con un sabor refrescante y frutal, ideal para las noches de verano, el maridaje es difícil si uno piensa, por ejemplo, en una carne con papas. "Por la época del año en que estamos recomiendo acompañarla con sándwiches de vegetales, ensaladas, postres con frutas o un pescado con alguna salsa cítrica", sugiere Cravello.