Sinfonía de la diversión: como Kiss, Megadeth tendrá su propio crucero

La banda liderada por David Mustaine zarpará con su Megacruise de Los Ángeles a México en un año. Ofrece a sus fans cinco días a puro trash. El Kiss Kruise, en tanto, se ofrece desde 2011. También, existen tours de Reggae, rock progresivo y de Jon Bon Jovi

Cualquier amante de una gran banda de rock daría cualquier cosa por escucharla y verla en vivo, de cerca, en shows para pocas personas. O sacarse una foto con sus ídolos. Cosas que son casi imposibles de concretar, a menos que ese grupo decida embarcarse en un crucero temático, con poco menos de 2400 de sus fanáticos a bordo.

Kiss fue la precursora de esta tendencia, de la mano del artista hábil para los negocios Gene Simmons, líder de la banda. En 2011, comenzó el primer Kiss Kruise y, en pocos días más, el 31 de octubre, zarpará su octava edición, desde Miami hasta Nassau, capital de Bahamas.

Pero la semana pasada se anunció una gran novedad para los amantes del thrash: en un año, Megadeth tocará en vivo en su Megacruise, que navegará entre Los Angeles y México. El viaje acaba de lanzarse a la venta y promete, como en otros cruceros de rock, la posibilidad de ver en vivo dos shows de Megadeth, además de otras bandas que tocarán en diversos horarios y escenarios del buque, como la reconocida Anthrax. Entre las actividades a bordo, también, ofrece una foto con los artistas y clínicas sobre música.

El Megacruise, "Thrashing through the Pacific" ("Haciendo thrash a través del Pacífico", en referencia al "thrash rock", el género musical de la banda), dura cinco noches. Partirá el 13 de octubre de 2019 desde Los Angeles, pasará por San Diego hasta Ensenada, en México, para retornar a Los Angeles, el 18.

En tiempos de dólar alto, quizás no muchos metaleros argentinos puedan darse este lujo. Los precios varían según la cabina y el número de ocupantes. En base doble, cuesta por persona desde u$s 1199 ($ 45.000) un camarote interior hasta $ 4899 ($ 184.200) de una suite VIP. En base cuádruple, de u$s 800 ($ 30.100) a u$s 2800 ($ 105.300). A esos valores, hay que sumar u$s 285 por tasas ($ 10.700). Además de los shows y otras actividades, incluye todas las comidas y bebidas sin alcohol, salvo gaseosas.

Alejandro y Alicia, dos argentinos que ya navegaron en el Kiss Cruise

Al igual que los Kiss Kruise (salvo en su primera edición), el Megacruise se realiza en buques de Norwegian Cruise Line, que, en los últimos años, vio el potencial de este negocio y sumó una variedad de festivales a bordo, de la mano de la firma organizadora, Sixthman.

Los barcos tienen capacidad para entre 2300 y 2400 personas, con lo cual los fanáticos se aseguran cierta exclusividad.

Pero no son los únicos. El año próximo, habrá una nueva edición del Cruise To The Edge, de rock progresivo. En la edición pasada, participó Yes y, esta vez, será el turno de Steve Hackett (Génesis), Adrian Belew (King Crimson) y Fish (Marillion), entre otros. Jon Bon Jovi hará dos cruceros en 2019: uno desde Miami a Bahamas y otro en el Mediterráneo, de Barcelona a Palma de Mallorca. También, zarpará el Jam Rock Reggae Cruise, que ya se realizó otros años, desde Fort Lauderdale (Florida) a Jamaica en diciembre próximo (ya agotado) y un año después.

"¿Querían lo mejor...?"

En pocos días más, zarpará el Kiss Kruise VIII, con todas sus cabinas agotadas, como es usual. El evento promete, como en otros años, dos shows de la banda, con maquillaje, en el teatro del buque (se puede asistir sólo a uno, por su capacidad) y otro para todos, en la cubierta, a cara lavada.

"Trasheando a través del Pacífico", promete el Megacruise

Alejandro Sarco es uno de los argentinos que se dio el gusto de embarcarse dos veces en el Kiss Kruise: en 2012, con su mujer, y en 2016, con tres amigos. "En el primero al que fui, no había tantos argentinos. Pero, en el segundo, fueron más de 100 y era la segunda nacionalidad en el barco, después de los estadounidenses", cuenta.

Su experiencia fue única, dice. Además de los shows de Kiss, "hay tres escenarios donde tocan otras bandas menores durante todo el día. También, en la pileta y restaurantes", comenta. "Poder ver a tu banda favorita en un teatro para poco más de 1000 personas es increíble y algo imposible de hacer en otro lugar, para una banda grande como Kiss. El crucero es absolutamente recomendable, está buenísimo", destaca.

Entre sus recuerdos de esos cruceros, tiene una foto con la banda por cada viaje y un regalo que varía de una edición a otra; en la última, un vinilo de edición limitada, especial para el Kiss Kruise. "La foto dura 5 segundos. Uno no puede ni hablarles. Pero vale la pena. Creo que ahora con Kiss no lo están haciendo más, porque requiere mucho tiempo, hay mucha gente", cuenta.

La banda viaja también a bordo. Según Sarco, ocupa los últimos dos pisos del crucero y no suele salir de ahí, salvo para las actividades programadas.

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