Después de los BRICS: 5 lugares imperdibles para visitar en Johannesburgo

La actual sede de la cumbre de los BRICS está viviendo una etapa dorada luego de años de crisis. Desde museos hasta lugares para hacer shopping, este es un mapa trendy de una de las ciudades más vibrantes de Sudáfrica.

Tras casi 20 años de decadencia, la segunda ciudad más grande de Sudáfrica –anfitriona de la cumbre de los BRICS– experimenta un renacimiento arquitectónico. Desde el barrio hipster de Maboneng hasta el Museo del Apartheid uan guía con los must do de Johannesburgo.

Constitution Hill

Situado en Brammfontein, Constitution Hill probablemente sea el mejor testimonio arquitectónico a la historia turbulenta de Sudáfrica. Construido en 1893 como una prisión de máxima seguridad, luego fue reconvertido en un fuerte donde fueron encarcelados, entre  otros, figuras como  Nelson Mandela y Mahatma Gandhi. Sólo entre los años 1947 y 1948 más de 90.000 personas fueron alojadas entre los muros de este complejo, actualmente devenido en museo, como resultado de las políticas segregacionistas. Con el objetivo de revertir su dramática historia, este complejo de edificios  integrado por los museos Old Fort (uno de los fuertes construidos con el objetivo de proteger la ciudad frente al asedio de los ingleses), Women’s Jail (una prisión exclusivamente construida para alojar mujeres, entre ellas las activistas Albertina Sisulu, Ruth First y Winnie Madikizela-Mandela), y Number Four  (funcionó hasta el año 1983 y era la cárcel donde los ’nativos’ eran alojados, en terribles condiciones, por los más variados crímenes, desde los delitos comunes como robo hasta demostraciones de activismo político o infracciones a las leyes del Apartheid), hoy es también la sede del Tribunal Constitucional de Sudáfrica. Inaugurada en 2003 y construida precisamente con los mismos ladrillos de una prisión demolida, tal vez el mejor homenaje a la lucha del país por la democracia.

 

Maboneng

Es uno de los barrios de moda en la ciudad: una vieja área de plantas industriales y edificios derruidos que en los últimos años fue protagonista de un renacimiento arquitectónico que lo convirtió en uno de los lugares más buscados por los millennials  a la hora de las selfies gracias al vibrante street art de este Wynwood Walls sudafricano. De hecho, el barrio tiene su propio hub artístico, Arts On Main, donde se nuclean galerías y artistas, a sólo unas cuadras del flamante Museo Africano de Diseño (MOAD, por sus siglas en inglés). La zona también ofrece una variada gama de opciones gastronómicas, desde los tradicionales platos locales o fusiones más exóticas como  afro-sushi hasta carne argentina. Bonus track: Maboneng Precinct tiene el plus de ser uno de los pocos distritos de la ciudad que se puede recorrer íntegramente a pie.

 

Melville

Gracias a su cercanía con dos de las universidades más importantes de la ciudad, (La Universidad de Johannesburg y la Universidad de Witwatersrand), Melville  se consolidó como otro polo joven de Johannesburgo. Ubicado a unos pocos minutos de Constitution Hill, este distrito que por años fue un suburbio olvidado en el tiempo,  ahora renace con aires bohemios debido a su mezcla de cafés, restaurantes, librerías, bares, modernos centros de shopping  (como el 27 Boxes, construido a partir de containers reciclados, incluye una serie de brands locales,  spots gastronómicos y hasta un anfiteatro multipropósito) y negocios de antigüedades, que lo transformó  en un centro de atracción para estudiantes, artistas y escritores. Además, bordeando el barrio se encuentra la reserva natural Melville Koppies: este parque de 150 hectáreas es una opción para los hickers redescubrir la naturaleza en el medio de Joburg.

 Maropeng, La Cuna de la Humanidad

A 90 minutos del centro de Johannesburgo,  se encuentra The Cradle of Humankind. Declarado como Patrimonio Mundial por la Unesco, se trata de un complejo de cuevas –15, solamente en su área central cuyas extraordinarias  condiciones ambientales permitieron la preservación de alrededor del 40% de los fósiles de homínidos del mundo, incluyendo la Señora Ples (Australopithecus africanus) un fósil de 2.3 millones de años y el esqueleto casi completo de Pie Pequeño, que data al menos de 3.3 millones de años. Gracias a su atractivo arqueológico, este predio de más de 400 kilómetros cuadrados, se consolidó como un destino turístico que ofrece una infraestructura de hoteles boutiques, sitios para conferencias, locales gastronómicos, además de safaris y opciones de turismo aventura.

 

Museo del Apartheid

La historia de Sudáfrica está invariablemente atravesada por el Apartheid, que mantuvo al país dividido hasta 1994. El museo, creado en 2001, busca aportar una mirada cruda sobre cómo el segregacionismo influyó en todos los aspectos de la sociedad sudafricana desde la educación y la salud hasta la libertad. La experiencia comienza desde la entrada donde, precisamente, se alzan dos puertas que separan a los ‘blancos’ de los ‘no blancos’, y sigue a través de un recorrido (el edificio cuenta con 22 salas individuales) con material fotográfico, películas y objetos que narran la historia del racismo en el país desde principios del siglo XX hasta el fin del Apartheid, a mediados de la década del ’90.

 

 

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