"Esta mujer que aún deslumbra por su belleza en las fotografías sólo cambió de sepultura tra el rudo viaje en avión de carga, mientras tanto su país natal apenas parpadeó con un algo de extrañeza y otro de indiferencia ante su regreso", reflexiona en el inicio del libro 'La fugitiva', novedad editorial de Alfaguara, un reportero- alter ego del autor Sergio Ramírez, ante la llegada de un cuerpo procedente de México.

¿Pero quién fue realmente esta mujer llamada Amanda Solano, que según las crónicas poseía una belleza y genio singular, y que murió en el peor de los anonimatos?

Cuenta Ramírez, ganador del Premio Iberoamericano de Letras 'José Donoso', que se inspiró para el personaje principal en la vida de la escritora 'tica' Yolanda Oreamuno, una figura destacada en la historia de la literatura costarricense, pero que a la vez fue ninguneada por sus coterráneos de la época. Apenas se conservan algunas obras de Oreamuno, la más importante es 'La ruta de su evasión' de 1948.

De esa obra se desprende que fue muy influenciada por Marcel Proust, algo que se replica en la Amanda Solano de Ramírez y que uno de los personajes lo explica con humor: “Ella tenía Proustitis”, dice.

El autor de “Margarita esta linda la mar”, que entre 1985 y 1990 fue vicepresidente del gobierno sandinista en Nicaragua, le pone voz en ‘La fugitiva’ a tres mujeres que conocieron a Amanda en la intimidad, para develar esa incógnita que fue su existencia y su constante desapego por su lugar de origen.

Situaciones provocadas por los hombres que la amaron, poseyeron y hasta secuestraron, ejes centrales del libro, pero no únicos, pues el relato de las entrevistadas se abre en abanico a otros personajes y microhistorias.

Una anciana de la alta burguesía de San José, que entre lagunas de la memoria recuerda sus andanzas con Amanda en el colegio; otra amiga de aquélla época que explica desde su visión intelectual y analítica sus tortuosas relaciones amorosas y una cantante que la deseó carnalmente -personaje que se funde con la vida de Chabela Vargas en la mejor parte del libro- son esas voces testimoniales que con maestría genera Ramirez en su nuevo libro.

Esta estructura con diferentes puntos de vista es según el autor, una 'lección narrativa' que aprendió cuando vió una y otro vez 'Rashomón' de Akira Kurosawa en épocas en que era proyeccionista de cine y lo marcó para siempre 'porque generaba que la historia fuera varias a la vez'.

'¿Lo que usted escribe...es una biografía o una novela?', le preguntan varias veces las entrevistadas durante los encuentros al reportero. Y es una pregunta que se responde sólo al terminar de leer 'La fugitiva', pues Ramirez hace navegar la novela entre esos dos formatos, entre la ficción y la no ficción, para dar un efecto de verosimilitud y jugar con el lector e inquietarlo. Un recurso que es algo clásico en la literatura del continente y que el autor maneja a la perfección.

Durante esas entrevistas los ejes se corren para describir la situación social del itsmo en mitad del siglo XX, las primeras luchas por los derechos laborales contra la United Fruit Company, el nacimiento del Partido Comunista en América Latina y la vida en una sociedad cerrada y provinciana.

Sobre el autor

Sergio Ramírez nació en Masatepe, Nicaragua, en 1942. En 1959 ingresó a la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de León, y formó parte de la 'generación de la autonomía'. Fundó la revista Ventana en 196O, y encabezó con Fernando Gordillo el movimiento literario del mismo nombre.

En 1963 publicó su primer libro, Cuentos, (Editorial Nicaragüense, Managua). Fue electo dos veces, en 1968 y en 1976, como Secretario General de la Confederación de Universidades Centroamericanas (CSUCA), con sede en Costa Rica. En 1977 encabezó el grupo de los Doce, formado por intelectuales, empresarios, sacerdotes y dirigentes civiles, en respaldo del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en lucha contra el régimen de Somoza.

En 1979, al triunfo de la revolución, integró la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional. Fue electo vicepresidente en 1984. Desde el gobierno, presidió el Consejo Nacional de Educación y fundó la Editorial Nueva Nicaragua en 1981. En 1995 fundó el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), a la cabeza de quienes buscaban un camino democrático para el sandinismo.

Entre su gran producción bibliográfica se encuentran: 'Cuentos Completos' (Alfaguara, 1998), con prólogo de Mario Benedetti. 'Margarita, está linda la mar', (Alfaguara, 1998), que obtuvo el Premio Internacional de Novela Alfaguara 1998, otorgado por un jurado presidido por Carlos Fuentes y en 2000 el Premio Latinoamericano de Novela José María Arguedas, otorgado por la Casa de las Américas, en La Habana. 'Adiós muchachos' (Aguilar, 1999), es una memoria personal de la revolución sandinista.