

Divertir a los más chicos no es tarea sencilla, especialmente cuando vienen más avispados. Por eso resulta esencial que lo que se les ofrezca sea divertido e ingenioso. Pablo Herrero y Ernesto Sánchez, eruditos en el tema, se calzan los trajes de los Cazurros para que los chicos, una vez más, jueguen y pongan en funcionamiento su imaginación.
El show "Los Cazurros: invasión" arranca bien arriba con música que predispone al pequeño ( y no por ello exigente) público a bailar mientras que los Cazurros con sus guitarras emulan un show de rock y dan apertura a “Notimiento”, un noticiero que anuncia que la Tierra es invadida por extraterrestres provenientes del Más Allá.
Los Cazurros deciden crear una nave espacial para viajar hacia allí e intentar detener la invasión, pero una vez que aterrizan en ese misterioso planeta se encuentran envueltos con monstruos y marcianos disparatados que los enfrentan con diferentes peligros.
El dúo también pide ayuda a sus amigos vía satélite, amigos que los más grandes reconocerán: Federico D´Elía y Martín Seefeld que se encuentran en una especie de submarino y hasta una hada Elisa Culiok que dará pista a Los Cazurros para que derroten a los alienígenas.
La obra se distingue por una interacción continua con el público que no sólo es testigo sino participante activo para que la misión de Los Cazurros se resuelva con éxito.
En “Los Cazurros: Invasión” el dúo renueva su propuesta escénica apelando a los más variados recursos, siempre con el rescate de objetos cotidianos –antiguo secadores de pelo, cascos de plástico, juguetes, burbujas- un vestuario minimalista y versátil, la música de Sebastián Escofet, personajes-muñecos y atractivos soportes visuales.