

El nombre de Osqui Guzmán suena con fuerza en la cartelera teatral porteña. El actor y dramaturgo vuelve a escena con dos obras y en varios roles. Interpreta a Robin Hood y también dirige `El centésimo mono´, una obra audaz en la que se mezclan la magia, el humor y la filosofía.
A minutos de que los magos y actores del Centésimo Mono salgan a escena, detrás de bambalinas Osqui Guzmán charla en exclusiva con Cronista.com sobre su rol como director y actor.
Entre dramaturgo, actor y director, ¿Dónde te sentís más cómodo?
Yo me encuentro cómodo en el teatro: dirigiendo, actuando, ahora últimamente escribiendo y me estoy encontrando con algo muy parecido cuando improviso, yo me dedico hace muchos años al teatro de improvisación. Y cuando uno improvisa, uno en ese momento es el director, el escritor, el actor: es todo, porque lo estás creando en el mismo momento delante del espectador. Los artistas somos todo en realidad y el nacimiento de las academias hizo que surja el director por un lado, el compositor por otro, el músico por otro: los dividió. En realidad antes de eso, del siglo XIX cuando aparecen las academias, el artista era integral. Yo creo que voy para ese lado.
Falta menos para que la función empiece. Pablo, uno de los magos, está terminando de arreglar su vestuario, un impecable traje color celeste pastel que recuerda a un estilo de principios del siglo XX. Marcelo y Emanuel están repasando sus últimas líneas. También ellos tienen unos trajes clásicos, con sombreros bombín. La obra deambula entre la magia y el teatro con fuerte condimento filosófico. La puesta escénica delata algunos trucos o, mejor dicho, algunos “efectos”, que se verán luego: una mesa con dos de sus patas en el aire, una puerta con el número 33, unas maletas llenas de misterios que sólo los magos conocen a la perfección. Pero la duda invade sobre de qué trata esto de magia más teatro.
¿Cómo surgió El Centésimo mono?
El centésimo mono es una obra que me proponen hacer los magos (Marcelo Goobar, Pablo Kusnetzoff y Emanuel Zaldua ) para unir, mezclar los mundos del teatro y de la magia. Y ensayando, probando, se me ocurrió que los tres no se veían, no se tocaran, no se escuchaban pero les pasaba lo mismo. Y un día, siguiendo ese juego en los ensayos, Marcelo dice: “esto se parece a la teoría del centésimo mono”.
¿Qué significa la teoría del centésimo mono?
Cuando en un lugar del mundo, un número de cien personas adquiere un conocimiento, ese conocimiento en otra parte del mundo se toma como propio, sin haberse puesto de acuerdo, sin haberse comunicado.
¿Y cómo incorporas este concepto a la obra teatral?
Esta concepción es lo más parecido a la magia que la ciencia tiene, entonces empezamos a jugar con la teoría del centésimo mono, pensamos que les estaba ocurriendo a estos magos con el pequeño detalle, que este mago, que está en un lugar y está en otro y en otro, se está muriendo.
Además de dirigir El Centésimo mono, Guzmán vuelve a la infancia. Se calza el traje de Robin Hood, el clásico personaje justiciero medieval en el Teatro Apolo.
“Robin Hood no era solamente el que robaba a los ricos para darle a los pobres. Luchaba por la justicia para que su gente esté mejor, luchaba por el amor de Lady Marian”, sostiene sobre la versión que dirige Héctor Presa.
¿Por qué te interesa interpretar Robin Hood?
Cuando era chico, mi padre me obligó a leer Robin Hood. Me fascinó. Lo leí más de una vez. Esta obra es un espectáculo para toda la familia. Este Robin Hood es un héroe que lucha por sus ideales de una manera cómica.
Datos
EL CENTÉSIMO MONO
Funciones: jueves, 21 hs.
La Carpinteria Teatro, Jean Jaures 858
Reservas e informes: 4961-5092
Entradas: $50
ROBIN HOOD
Funciones: sábados y domingos 16.30 hs.
Teatro Apolo, Corrientes 1372
Entradas: $ 70