Sonaron los tambores en la noche fresca del viernes 18 de marzo por Palermo. La cita en el Lawn Tennis Club comenzó con “La bomba detiempo” para despertar en Buenos Aires, el ritmo en el cuerpo. El grupo argentino liderado por Santiago Vázquez, entre baile y señas a los 17 músicos, hizo mover los pies a la tribuna mientras se aguardaba a la colombiana Petrona Martínez y a los bahianos Olodum.

Por la medianoche, Petrona Martínez apareció e hizo lo suyo: convirtió por un instante el predio en una sucursal de Cartagena con ritmos de bullerengue, chalupa, puya y fandango. A los 72 años, la cantante repasó sus últimos trabajos de “Bonito que canta” y “Las penas alegres”. Vestida con un atuendo que hace acordar a los esclavos africanos en tiempo de colonia, Petrona es una verdadera transmisora de las raíces de su pueblo a través de su música. La banda que la acompaña está formada por tambores de amarres, coristas (las llamadas mujeres respondonas) y dos gaitas indígenas. Para el final, Petrona Martínez le regaló al público un poco del carnaval colombiano donde dos de sus integrantes representaron el cortejo de un hombre a una mujer.

El cierre de la noche estuvo a cargo de Olodum, la histórica banda de Salvador Bahía inventora del samba-reggae. La batuta de Neguinho do Samba, agradecida de estar en la Argentina, hizo sonar los diez tambores mientras que el cuerpo de los percusionistas acompañaron con baile el ritmo. Se escucharon temas conocidos como “Samba Reggea” y “No woman no cry” por Mateus Fernando Vidal , Lucas Fernando Borges Andrade y Nadjane de Souza Santos . La banda invitó a las “garotas” argentinas a subir al escenario y algunas extrovertidas danzaron junto a los Olodum. La energía afroamericana se sintió en las primeras horas de la madrugada porteña y el público -desde sus butacas o desde el recinto del campo- bailó hasta el último repiqueteo de tambores.