

‘El día que ya no me entristezca ver a un niño tan pequeño muerto y eliminado como un traje viejo; o como este caso, por tener hambre acabar comiendo cebos envenenados, ese día dejo de trabajar y me vuelvo a mi pueblo’, dice conmovido y casi como un juramento, el comisario Ricciardi, protagonista de ‘El otoño del comisario Ricciardi’, cuatro libro de la serie “Las estaciones del comisario Ricciardi” del escritor italiano Maurizio di Giovanni (Lumen).
El es el detective estrella de la Nápoles de los años ‘30 y resuelve los casos que investiga con una habilidad que algunos de sus colegas envidian y otros desprecian. Ricciardi es un detective clásico, racional, pero también tiene un don: puede ver y escuchar las últimas palabras que dijeron las víctimas en el lugar del crimen.
Pero esta vez esa habilidad adivinatoria que lo coloca en una categoría casi de brujo no funciona: por más que busque e investigue no puede dar con las última palabras que dijo Tetté, el niño que apareció muerto en Capodimonte.
Nápoles espera la cercana visita del Duce y los jefes policiales de la ciudad están muy preocupados por barrer la basura de las calles debajo de la alfombra. Y el obsesionado comisario no puede dejar de investigar el fallecimiento del menor, sin importarle si en el camino debe interrogar a curas, políticos o ignorar las órdenes de sus superiores. Algo que le puede costar caro en su carrera, en lo personal y puede poner en riesgo su propia vida.
En este cuarto volumen de la serie, el amor parece haber llegado a la solitaria vida de Ricciardi y mientras quiere dar caza a las circunstancias que hicieron posible la desgraciada muerte del niño, el comisario también es objeto a la vez de otra persecución: dos mujeres se disputan su corazón.
Con un notable manejo del suspenso y la tensión que no cesa de crecer, di Giovanni entrega un policial atrapante e intenso.
La serie del comisario Ricciardi fue elegida como una de las mejores de los últimos años, gracias a la solidez de la trama y a la espléndida ambientación de estas novelas. Admirado por la crítica y los lectores italianos, y conocido ya en muchos países europeos, Maurizio de Giovanni es uno de los valores emergentes de la novela negra europea.


