Tierra del Fuego

La industria electrónica prueba su competitividad

Referentes de la industria electrónica de la provincia más austral del país, donde se producen televisores, celulares y acondicionadores de aire, piden una macro estable y mayor certidumbre.

Fueron muchas las críticas, y algunos mitos incluidos, con los que debió convivir la industria tecnológica de Tierra del Fuego en los últimos años. Sin embargo, referentes del sector aseguran que nada de ello es cierto, y que sus plantas nada tienen que envidiarle a aquellas instaladas en los principales centros de fabricación tecnológica del mundo. O tal vez, sólo el contexto macroeconómico y el nivel de certidumbre con el que trabajan y proyectan.

Tras un tormentoso 2018, ejecutivos de compañías líderes en la fabricación de televisores, celulares y acondicionadores de aire en el país, nucleadas en la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte), analizan el estado en que se encuentran sus respectivos sectores y las perspectivas para el corriente año. Y explican por qué, pese a las limitaciones económicas, las plantas ubicadas en la provincia más austral del país están preparadas para levantar vuelo.

Televisores

Envalentonados por el Mundial de Fútbol de Rusia y un 2017 que había finalizado con buenas perspectivas, los fabricantes de televisores se prepararon para un 2018 distinto al que finalmente debieron afrontar. Es que ni la cita mundialista logró maquillar los resultados de una industria que, como tantas otras, chocó contra los cimbronazos de la economía y la caída del consumo.

"En el primer semestre de 2018 las ventas crecieron un 50% en relación al mismo período del año anterior. Esperábamos que fuera así porque en los años en que hay mundiales, las decisiones de compra se adelantan. Pero la segunda mitad fue durísima, con caídas interanuales de entre un 25% y un 30%", dice Gabriel Gruner, CEO de Philips Vision & Sound.

Gabriel Gruner.

Esa caída en la actividad provocó, según explica el ejecutivo, que se acumularan altos niveles de stock para este año, lo que a su vez redundará en una caída en los niveles de fabricación. De las 3,3 millones de unidades producidas el año último –misma cantidad que en 2013 y apenas superior que las fabricadas en 2016 y 2017–, el sector pasaría a fabricar unas 2 millones durante este 2019. "Desde 2009, cuando se estaba dando un cambio de tecnología –de televisores de tubo a los LED– que no había niveles tan bajos", recuerda el ejecutivo.

Pese a ello, y a que los últimos trimestres han mostrado resultados negativos, Gruner cree que la industria tiene motivos para pensar en un futuro mejor, y se basan en la calidad de fabricación y la competitividad de sus precios. "Las fábricas de Philips en Argentina tienen el mismo nivel de productividad que en el resto del mundo. Los 20 modelos que tenemos (todos los televisores Philips que se comercializan en el país son de producción nacional) son los mismos que se venden en Europa. No podríamos fabricar modelos anteriores incluso aunque quisiéramos, porque no están los insumos para hacerlo. No existen, porque los proveedores de insumos son globales", dice. Y subraya que "hoy encabezamos el mercado con un 17,1% de las ventas".

Celulares

Tras alcanzar un pico de casi 14 millones de equipos producidos en 2012, la fabricación de celulares en la Argentina ingresó en una pendiente hacia la baja: fueron 13,5 millones en 2013; 11,2 millones en 2014; 11,9 millones en 2015; 8,9 millones en 2016; 10,6 millones en 2017; y 7,9 millones el año último. Y las perspectivas para este 2019 no son precisamente auspiciosas.

La industria argentina de celulares proyecta producir unos 7,5 millones de equipos este año, lo que representaría una contracción del 5,1%. De acuerdo al presidente de Brightstar en el país, Martín Vaca Narvaja, esa contracción se explica principalmente por la situación económica y, en menor medida, por la actualidad del mercado, que "alcanzó cierta madurez" a nivel global. Prueba de ello se manifiesta en que los datos del primer trimestre del año muestran una caída interanual del 6,6% en el mercado de los teléfonos móviles a nivel mundial –se vendieron 310,8 millones de equipos–. Asimismo, el ejecutivo de Brightstar destaca el estado en que se encuentra la industria en el país. "Nuestra fábrica es 100% equiparable con cualquier fábrica en el mundo. Se realizó una gran inversión en bienes de capital y el diferencial también está en la cantidad de gente capacitada que hay en Tierra del Fuego", dice. Y agrega: "Hoy en el mercado argentino está disponible la última versión de celulares, en sintonía con los lanzamientos globales. Si bien siempre hay un mito de que la tecnología en Argentina es más cara, la comparación con países vecinos con similar estructura impositiva como Brasil demuestra que no es así".

Martín Vaca Narvaja.

Respecto a esta última variable, Vaca Narvaja resalta que "cuando uno ve lo que sucedió en los últimos 18 o 24 meses, y compara la evolución del dólar, la inflación y los precios, las primeras dos curvas siempre van por encima de la de precios". "Eso significa que vamos ganando productividad y eficiencia, lo que nos permite ir mejorando nuestra posición competitiva respecto a la región", resume.

Y mirando hacia adelante, el ejecutivo dice: "Esta es una industria que requiere un alto nivel de inversión en tecnología, en ingeniería, en procesos y en capacitación del personal. Por eso es muy importante dar certidumbre respecto a lo que va a suceder más allá de 2023, que es cuando vence el subrégimen industrial. Esa es la cuestión de fondo".

Acondicionadores de aire

En la industria de los acondicionadores de aire intervienen, según explica el director general de Newsan electrodomésticos, Rafael Vieyra, tres drivers fundamentales: la confianza del consumidor a comprar un bien durable, el acceso a la financiación y el factor climático. "Las tres este año son difíciles de predecir", dice.

"Para que un año sea fuerte en ventas, es importante que haga calor antes de las fiestas de fin de año", explica el ejecutivo de Newsan. Es que, según indica, pasado ese período las personas tienden a destinar sus ahorros a sus vacaciones, primero, y a la compra de útiles escolares, después. Pero además, aclara, "es necesario que sea un calor con mínimas altas" ya que "en cuanto una persona pasa tres noches seguidas durmiendo incómoda por el calor, se disparan las ventas".

Sin embargo, y pese a que se espera que el próximo verano sea más cálido que el que pasó, el sector espera una importante caída en la producción de unidades durante el corriente año. Y es que durante 2018 se vendió el 85% de los 1,4 millones de equipos producidos –habían sido alrededor de los 1,9 millones de unidades en 2015; y 1,2 millones en 2016 y 2017–, y ese remanente, sumado al contexto económico, repercutirán en el nivel de producción.

Rafael Vieyra.

"Este año esperamos que caiga bastante ese número, en torno a las 800 mil unidades. La fabricación depende del stock inicial y la demanda esperada. Entonces, si un año fabricaste mucho y no se vendió, al otro año se da un doble ajuste: y este 2019 va a ser un año de ese tipo", dice. Sin embargo, agrega Vieyra, "con la reciente incorporación del programa Ahora 12, se renuevan las expectativas y confiamos en que pueda ser un acelerador de la demanda".

Si bien la situación luce compleja, sobre todo en términos productivos, hay dos variables que bien podrían representar una oportunidad para las compañías del sector. La primera de ellas tiene que ver con la competitividad de sus precios, que crecieron por debajo de la inflación y la devaluación del peso durante el último año. Y la segunda, con el creciente interés de los consumidores por los equipos con tecnología Inverter, que permiten un ahorro energético de hasta un 50% respecto a los equipos on-off. Ante el aumento de tarifas, y la consecuente búsqueda de los consumidores de ahorrar energía, los equipos con la tecnología Inverter pasaron de representar el 10% del mercado en 2017, a un 21,5% el año último.

Temas relacionados
Más noticias de industria electrónica
Noticias de tu interés