Un espacio de contención en el frente de la batalla sanitaria

Cómo se generó y se implementó la iniciativa de ATMA de ofrecer contenedores equipados para el descanso del personal de salud en 19 hospitales porteños.

Hay que estar presentes en el lugar de la batalla, pensaron en ATMA, y en el inicio mismo de la pandemia se lanzaron con el proyecto. La iniciativa se fue reperfilando hasta acomodarse a las necesidades del momento y hoy es una realidad: 19 hospitales tienen contenedores equipados para descanso del personal de la salud, que enfrenta día a día al coronavirus atendiendo los posibles casos.

"Contenedores para los que nos contienen" es el nombre de la iniciativa que rompe el molde de las asistencias más clásicas. Se trata de la instalación de espacios preparados para un break en las largas jornadas de trabajo, equipados con heladeras, microondas, cafeteras, pavas eléctricas, mesas y sillas, agua mineral y hasta snacks. Por supuesto el equipo está armado con productos de la marca, que una vez finalizado este plan de apoyo quedarán como donación en cada hospital donde estén funcionando.

"Hemos ingresado en una etapa muy difícil de la pandemia y sentimos que es el momento de estar más cerca que nunca. Como marca hemos decidido orientar nuestros recursos para acompañar a los que nos cuidan a diario, reconociendo su esfuerzo y sacrificio", explica Marcelo Romeo, Gerente de Marketing, Comunicaciones y Prensa de ATMA, la empresa que forma parte del Grupo Newsan.

La acción se lleva adelante en los hospitales Pirovano, Tornú, Vélez Sarsfield, Álvarez, Zubizarreta, Santojanni, Cecilia Grierson, Piñero, Penna, Ramos Mejía, Durand, Muñiz, Moyano/Borda, Elizalde, Ferrer, Argerich, Gutiérrez, Rivadavia y Fernández.

De la idea a la realidad

La generación del proyecto y la puesta en marcha es una historia en sí misma. Con 90 años de historia de electrodomésticos en el país, ATMA buscaba llevar adelante una acción solidaria identificada con sus valores asociados al hogar y la contención. De allí nació esta idea que apostó a estar en la 'zona caliente' de la crisis sanitaria, ya que los contenedores están ubicados al lado de los lugares donde se realizan los hisopados para la detección del Covid-19, con personal arriesga su propia salud y sacrifica horas de descanso.

"Es una marca cercana a la gente y al hogar, y desde ese lugar nació esta idea. Estando donde tenemos que estar", remarca Jimena Alcibar, Brand Manager de la compañía.

El paso de la idea al hecho, en medio de la pandemia, no estuvo exento de dificultades. "Cuando ya teníamos la idea de lo que queríamos hacer, nos empezamos a encontrar con las barreras que imponía la cuarentena, con la complicación para alquilar los contenedores y las restricciones de circulación que afectaban a nuestros proveedores, incluyendo al electricista, al que tenía que hacer el ploteo, la instalación de los productos", relata Marcelo Romeo.

El trabajo arrancó en marzo, con el inicio mismo de la cuarentena, y en lo que Romeo define como "un enfoque disruptivo". La gestación de la idea se trabajó a partir de la reunión de un grupo de creativos publicitarios, convocados a título personal. "Convocamos a un dream team, buscamos hacerlo de una forma no tradicional, sin una agencia de por medio", explica Romeo.

Inicialmente, la primera idea era conformar espacios dedicados al relax o entretenimiento del personal de salud, pero luego en la interacción con las autoridades políticas y sanitarias, además de cómo fueron sucediéndose los hechos en la pandemia, se reenfocó el proyecto hacia las necesidades que iban surgiendo, creando la contención con un lugar de apoyo y descanso.

"Observábamos cómo en otros países el personal de la salud no disponía de espacios de contención", comenta el ejecutivo. El temor a un colapso del sistema de salud como el que se veía en lugares de Europa o Estados Unidos, activó entonces este servicio, que como primera medida se acordó con el gobierno de la Ciudad.

El siguiente paso fue un proceso de 'scouting' o exploración en los propios hospitales para relevar las necesidades existentes y las disponibilidades de logística e infraestructura para la instalación de los contenedores. "Una tarea que hubiera sido imposible sin el respaldo del gobierno de la Ciudad y los directivos de los hospitales", remarca Romeo.

Los contenedores están anexados a las Unidades Febriles de Urgencia (UFU) que actualmente posee el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en los hospitales de alta complejidad para atender a los pacientes con fiebre y síntomas sospechosos de COVID-19 de forma segura. En ATMA estiman que esos espacios dispuestos por la compañía ya fueron utilizados por unas 13.000 personas del personal de salud.

Los contenedores están equipados con productos ATMA.
Prevención e interacción

Así, otro de los desafíos a superar para la activación de los espacios fue la necesidad de cumplir con los protocolos sanitarios que se requerían en el lugar. Por ejemplo, los médicos no pueden entrar a los contenedores con su ropa de trabajo, tampoco pueden ingresar de a dos. "Estos espacios no podían ser lugares de contagio", ejemplifica Jimena.

También detalla cuál fue la devolución que tuvieron. "Desde el primer momento tuvimos una muy buena recepción por parte de los médicos, gestos de gratitud. Nos preguntaban '¿cuándo abren?'", relata Jimena. Y asegura que "no se trató de una acción serie, sino de una idea pensada ad hoc para dar un servicio, una contención en particular".

"Pudimos matchear lo que podíamos ofrecer nosotros con lo que necesitaban los médicos, validado por el gobierno de la Ciudad", completa Romeo y finaliza haciendo hincapié en que la iniciativa –prevista para una duración de tres meses- es un buen ejemplo de combinación de las prioridades de economía y salud, "y de que lo público y lo privado pueden interactuar".

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