Vacaciones 2021: Aeroparque reabrirá recién en febrero

Cerró en agosto para realizar obras significativas de ampliación en la pista y en la terminal internacional, de cara a su reapertura como aeropuerto regional, con más de $ 5500 millones de inversión. Inicialmente, estaba previsto que volvería a operar el 1º de diciembre

El Aeroparque Jorge Newbery no reabrirá en diciembre próximo, como estaba previsto inicialmente.

La terminal porteña cerró en agosto pasado, para realizar obras significativas de ampliación, con más de $ 5500 millones de inversión, que estarían listas recién hacia inicios de febrero, nueva fecha estimada para su reapertura, según confirmaron a El Cronista fuentes del sector. Se prevé alargar, ensanchar y reparar la pista, instalar nuevo balizamiento y ampliar el sector de arribos y partidas internacionales, de cara a su reapertura como terminal regional, con vuelos que incluirán no sólo a los países limítrofes, sino también a Perú.

Inicialmente, su reinicio de operaciones estaba previsto para el 1º de diciembre pero, en virtud de algunas demoras en las licitaciones, ya en agosto se estimaba que la fecha sería a mediados de ese mismo mes. Ahora, por el momento, la reinauguración tendría lugar a inicios de febrero.

Así, el Aeroparque, bajo concesión de Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000), no estaría operando en enero, el mes de mayor demanda de la temporada de verano, y los vuelos de cabotaje e internacionales partirían desde Ezeiza, a excepción de los operados por la compañías low cost Flybondi y JetSmart, que continuarían, por el momento, volando desde El Palomar. 

En 2019, arribaron o despegaron desde Aeroparque 12,31 millones de pasajeros, un 8% menos que en 2018, pero un 12% más que en 2015, aunque sólo con vuelos de cabotaje, a excepción del “puente aéreo con Uruguay. El Gobierno de Mauricio Macri había definido derivar todos los vuelos regionales que allí operaban a Ezeiza, progresivamente, desde mayo de 2018 y hasta abril de 2019.

Ahora, en su reapertura, esos vuelos regresarán al Aeroparque, que sumará además a Perú como procedencia y destino, un plan que el Gobierno de Alberto Fernández ya tenía previsto antes de la pandemia, inicialmente para mayo, pero postergado por la crisis sanitaria y la prohibición de vuelos regulares, que aún no tienen fecha de reanudación oficial establecida. Hasta el momento, no podrán operar hasta el 12 de octubre, acompañando la extensión de la medida del Aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO), como anticipó El Cronista el 21 de septiembre pasado. Este jueves, el ministro de Transporte, Mario Meoni, confirmó que prevé que los vuelos regulares se reanuden el 12 o, a lo sumo, el 15 de octubre. 

Entre enero y agosto, en virtud de la cancelación de vuelos desde fines de marzo por la pandemia, apenas 2,34 millones de pasajeros pasaron por el Aeroparque porteño, un 72% menos que en el mismo lapso de 2019. Vale aclarar que la terminal fue cerrada el 1º de agosto y no registró vuelos en dicho mes ni en julio, con lo cual en ese bimestre la baja interanual fue de 100%. Y se estima que volver a los 12 millones de pasajeros, incluso con los nuevos visitantes que generará la regionalización de la terminal, llevará tiempo: se prevén de dos a tres años para volver a un nivel habitual en pasajeros y vuelos, según proyecciones de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).

Además, hay que tener en cuenta el cese de operaciones de Latam Argentina, la segunda compañía por número de vuelos y pasajeros en Aeroparque y la que más apostaba a capitalizar esa regionalización de la terminal. También habrá que ver si JetSmart podrá operar finalmente en esa terminal los vuelos de Norwegian, que adquirió en diciembre del año pasado, pocos días antes del cambio de Gobierno. Por lo pronto, la empresa logró en julio una cautelar a su favor, que le permite operar desde Aeroparque los vuelos de la adquirida Norwegian, hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo. 

Así, el área metropolitana tendría tres grandes terminales: Ezeiza, Aeroparque y El Palomar, estas dos últimas, con vuelos de cabotaje y regionales. 

La obra más importante de las tres es la que se realiza en la pista, que demanda unos unos $ 3900 millones sin IVA, incluye no sólo su mantenimiento integral y refacción -tarea que suele realizarse cada 10 años y que se había concretado en 2010 por última vez-, sino también extenderla en 590 metros más a lo largo (250 hacia el sur y 340 hacia el norte), hasta un total de 2715 metros, y 20 metros a lo ancho, hasta los 60 metros, para poder recibir también aeronaves de mayor porte, como los Airbus 330, y adecuarla a las normativas de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), de cara a su reapertura como terminal regional, con vuelos internacionales, además de nacionales. Esta es la obra que demora cuatro meses y que postergará el reinicio de la terminal. 

Fuentes del sector aclararon que los trabajos ya se iniciaron hace más de un mes, con tareas preliminares de preparación del terreno, como la readecuación de trayectorias de interferencias de Metrogas, Aysa, Edenor, para quitar y trasplantar los árboles en otras zonas fuera de la nueva pista y correr las rejas azules del perímetro sur del Aeroparque, para nivelar el terreno y extenderlo. Pero las obras de la pista en sí, tras estos preparativos, se iniciaría recién en los próximos días, con lo cual los plazos se extendieron 

Ya se comenzaron además las obras de ampliación del sector internacional de partidas y arribos, que sumará 800 m2 extra, con un desembolso de $ 764 millones.

Y, en tercer lugar, se prevé un nuevo sistema de balizamiento, para fortalecer la seguridad operacional en los despegues y aterrizajes y equipar las nuevas partes de la pista, obra que se realiza a la par de la principal, con más de $ 1000 millones, entre materiales e instalación.

Antes de la pandemia, estaba planificada la refacción y mantenimiento integral de la pista, que se realiza cada 10 años y requiere el cierre del aeropuerto durante un mes y medio. Fuentes cercanas al proyecto explican que, ante la escasez de vuelos por la crisis sanitaria, el Gobierno prefirió realizar ahora las demás obras de ampliación, en virtud del alto costo que tiene tener una terminal como Aeroparque sin operar durante cinco meses, en momentos de operación normales. “Lo deja ya preparado para operar durante los próximos 20 años , explicaron. 

Los fondos, que superan los $ 5500 millones, provienen del Fideicomiso de Fortalecimiento del Sistema Nacional de Aeropuertos, que administra el Ministerio de Transporte y ejecuta el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), y al que cada mes Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) -concesionaria de Aeroparque y de otros 34 aeropuertos en el país- aporta el 15% de su facturación. Es decir, es dinero que debe ser destinado para tal fin.

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