Venturebees es un Corporate Venture Capital (CVC) creado por Redbee Studios, una software factory local que facturó $ 170 millones el año pasado. Aunque la iniciativa surgió en 2018, empezó a operar hace cuatro meses y ya evaluó a 39 proyectos. 

Fundada en 2011 por tres socios y ex empleados de la compañía tecnológica GlobalLogic, la firma provee soluciones digitales a clientes que incluyen a grandes empresas, emplea a 130 personas y exporta sus productos a Chile.

Desde su concepción, Venturebees se planteó ser una suerte de aceleradora y fondo de inversión de alto riesgo diferente a los existentes en el país. “Dimos origen a esta iniciativa con un enfoque distinto de las que ya hay en el mercado argentino", sostiene Juan Manuel Santucci, Business Mentor & Portfolio del CVC, que busca, de momento, "propuestas innovadoras que tengan un excelente potencial", vinculadas al mundo fintech, insuretech, marketing y media digital, en este orden.

La convocatoria, que acepta emprendimientos en todas las etapas (aunque se concentra en los niveles early stage y seed capital), es abierta y constante. "Las propuestas llegan a través de distintos canales: redes sociales, boca a boca, networking y eventos", afirman desde Redbee, cuyos mismos inversores aportarán el capital e inyectarán $ 27 millones en tres proyectos antes de que termine 2019.

"La proyección es finalizar el año con tres Minimum Viable Products (MVPs) en funcionamiento. Ya hay uno que completó el proceso de incubación y se encuentra en la calle. Es la pyme de logística Krabpack", aclara Santucci. 

En palabras de los entrevistados, el diferencial de Venturebees radica en la manera alternativa de crear empresas.“Queremos cambiar la forma en que se construyen los emprendimientos. No perseguimos un éxito únicamente ni buscamos engordarlos para ganar dinero y ya. Apuntamos a generar impacto y negocios sostenibles. Nos interesa posicionar a la Argentina y la región en un lugar distinto. Tenemos todo para ganar y la estamos remando para que esto empiece a pasar , dice el vocero, y agrega que el emprendedor elige qué porcentaje de la rentabilidad destinarle a la compañía, que nunca puede ser mayor al 20% .

El modelo en el que se basa el CVC es el de "cebra", que propone un crecimiento sostenido que en el tiempo, el trabajo colaborativo, la prosperidad sostenible y la pluralidad. "El ganador no se lleva todo el rédito, sino que la región se beneficia también del impacto que éste produce. Nos sumamos al concepto de que el beneficio de los accionistas no puede ser más importante que el bienestar colectivo", explica Santucci, y afirma que quieren actuar como nexo entre los emprendedores y las organizaciones que demandan sus servicios. 

"Nos orientamos a la creación de una propuesta de valor. Muchas personas se nos acercan y nos cuentan una oportunidad que visualizan en la industria o en el segmento en el que trabajan, porque creen que se pueden hacer cosas distintas. Pero son pocas las que saben transformar sus ideas en negocios tangibles", detalla, y continúa: "Si bien el acceso al financiamiento es importante, no es el único factor necesario para que un proyecto triúnfe".

Por eso, el fondo ideó un programa de aceleración para acompañar a los emprendedores, consistente en cinco fases: selección, preevaluación, evaluación, inversión y el armado del producto final. "Hasta la cuarta etapa, les ofrecemos nuestro tiempo y experiencia, con el objetivo de que haya una interacción entre ambas partes, un ida y vuelta. Esto es algo distinto a lo que hacen otros fondos, que por lo general puertas adentros toman la decisión de elegir o no a un proyecto. A partir de la esa instancia, empezamos a hablar de financiamiento y monetización", especifica Santucci.

"El aporte de nuestra pata tecnológica y nuestro background en este campo les saca un peso de encima a muchos, ya que les brindamos conocimiento técnico de primera mano", concluye el especialista.