Tras un largo parate por la pandemia del coronavirus , la automotriz Nissan vuelve este martes a las actividades en su planta industrial de Santa Isabel, ubicada en la provincia de Córdoba, donde la compañía desembolsó u$s 600 millones en una nueva línea de montaje.

De esta manera, la firma japonesa pondrá el foco en la exportación a Brasil y retomará la producción de las nueve versiones de la pick up Frontier y de otras cuatro que destina al mercado brasileño, explicó la empresa. 

También habrá un estricto protocolo sanitario para prevenir contagios de Covid-19 , denominado "Seguro y Limpio": los empleados de la marca dispondrán un sitio web que les permitirá realizar un autodiagnóstico antes de salir de su casa, habrá turnos para evitar aglomeraciones de personas y el sector administrativo continuará con desarrollándose vía home office.

La empresa, que atraviesa un drástico plan de reestructuración para revertir pérdidas, prevé que para el lunes 22 reabra la planta ubicada en la región brasileña de Resende, donde la marca elabora los modelos March, Versa y el Nissan Kicks.

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En línea con el proceso de normalización de la economía, otras firmas también están reabriendo sus terminales como, por ejemplo, Volkswagen y Ford, en General Pacheco, Toyota en Zárate, Peugeot - Citroën en El Palomar, Mercedes Benz, en Virrey del Pino, y Fiat-Chrysler y Renault, en Córdoba.

La firma japonesa registró sus primeras pérdidas en 11 años y anunció un plan para racionalizar costos. En principio, la intención será convertirse en una empresa más chica y eficiente, aseguró Makoto Uchida, su CEO, en una conferencia en la que participó El Cronista.

Makoto Uchida

De ese modo, la iniciativa intentará recortar gastos por u$s 2.800 millones hacia 2023 y espera lograr una participación del 6% en el mercado global automotor para elevar su margen operativo, entre otras cosas.