Invertir con una mirada 360, una solución de largo plazo
Si por un minuto nos corremos del ruido, y miramos hacia atrás (nuestra historia), hacia alrededor (que ocurre en el mundo, que experiencias podemos tomar para aprender), y hacia adelante: qué oportunidades tenemos para reconstruir el país de una manera diferente y preservarlo para que futuras generaciones puedan desarrollarse plenamente; vemos que tenemos una oportunidad única de plantear las bases para la recuperación económica y del tejido social de Argentina, de manera diferente y con una mirada 360.
El desarrollo de inversiones, empresas y proyectos que busquen generar un retorno financiero, un impacto social y medioambiental positivo, medible y verificable es una parte importante para lograrlo.
Existe consenso internacional de que el Covid nos presenta la oportunidad de reconstruir un mundo mejor del que teníamos antes de la pandemia, con soluciones de crecimiento sostenibles que respeten los límites planetarios y humanos.
El 'New Green Deal' se logrará si existe una acción conjunta del sector privado, gubernamental, financiero y de la sociedad en su conjunto para redireccionar el sistema económico, de producción con un sentido de misión claro, que vele y proteja por el interés publico común y del medioambiente.
También existe hoy un marcado crecimiento de las finanzas sostenibles y de impacto tanto como reacción y respuesta a las necesidades inmediatas de la pandemia, como en el incremento de los fondos destinados a inversiones de impacto para la etapa de reconstrucción de las economías. Por un lado, vemos un incremento del capital disponible desde la cooperación internacional y fondos públicos en forma de aportes no reembolsables para paliar las necesidades inmediatas de la emergencia sanitaria y económica.
Por otro, se observa a nivel global un fuerte incremento del capital catalogado como "de impacto", que surge con fuerza en el primer trimestre de 2020, como respuesta a las oportunidades que plantea la etapa de regeneración económica pasada la emergencia sanitaria, y a la demanda de clientes, reguladores/gobiernos que miran detenidamente el impacto social y medioambiental de las compañías y fondos de inversión, y de lo que implica mantener su licencia para operar.
Esta tendencia y auge de los fondos catalogados como impacto post Covid, corre en paralelo con un marcado incremento e interés del sector financiero por las inversiones catalogadas como sustentables. El 2019, registró un crecimiento total combinado de u$s 20.600 millones en fondos sustentables europeos y americanos, contrastado contra u$s 5500 millones en 2018.
En el primer trimestre de 2020, u$s 14.000 millones de activos fueron invertidos en fondos sustentables.
Además, más de la mitad de los fondos de inversión catalogados como sustentables demuestran una mejor performance ante esta nueva crisis que otros fondos tradicionales según distintos ratings.
Argentina podría tener una oportunidad única para convertirse en destinos atractivos de estos fondos que están hoy sobre demandados y muchas veces no encuentran oportunidades viables donde colocarse. Para ello, es fundamentales la existencia de reglas claras, el respeto a los acuerdos firmados, la estabilidad macroeconómica, y un compromiso genuino de las partes que componen el mercado en gestar las condiciones para que un nuevo tipo de financiamiento ingrese al país, dejando atrás la falacia de pensar que inversiones son solo iniciativas como Vaca Muerta o en explotación de recursos finitos tanto para nuestro medioambiente, como nuestra sociedad.
Tenemos uno de los ecosistemas emprendedores más fuertes de América latina y un potencial y talento humano que hay que preservar.
Hay un camino ya recorrido que demuestra con hechos que se puede hacer, como los Bonos Sostenibles ya lanzados en el país impulsados por BICE; o la existencia de normas habilitantes para este tipo de inversiones, como son las normas de CNV para ON Sustentables; o los lineamientos para finanzas sostenibles, iniciativas que movilizaron cientos de millones de dólares hacia el sector de energía renovables.
Hay provincias que han hecho avances importantísimos en este sentido como San Juan, Mendoza, Córdoba y son testimonio de lo que acciones mancomunadas entre gobierno, privados y sociedad civil pueden lograr. Y también existen Inversores pioneros en este tipo de inversiones como son los que acompañan el desarrollo exitoso del primer bono de impacto social de la Argentina que trabaja en empleabilidad de chicos en situación de vulnerabilidad.
Todas estas muestras genuinas de que se puede y que 'hay con que' construir un mejor futuro para la Argentina. Apoyándonos en la experiencia local e internacional, aprovechando el momento que presenta esta crisis, y no aceptando que existe otro camino alternativo. Porque no existe, ni a nivel social, ni a nivel medioambiental, y porque el reloj está ya corriendo.
Compartí tus comentarios