Los títulos profesionales obtenidos y los años de trayectoria adquiridos ya no son la herramienta de seducción más poderosa a la que puede acudir un candidato en una entrevista laboral. Quien quiere conseguir un puesto de trabajo calificado debe ser capaz de responder con soltura una pregunta clave, formulada por los demandantes reclutadores con cada vez más frecuencia: "¿Qué sabés hacer?".

Y es que la palabra en alusión a la profesión delante del nombre y el apellido de la persona o el cúmulo de experiencias conseguidas a lo largo de la vida ya no alcanzan. Hoy, la mejor carta de presentación es poder convencer al otro de que se tienen las habilidades que la compañía está buscando.

Y esas skills atraviesan distintas profesiones y son comunes a todas las áreas, de acuerdo a un estudio publicado por la red social de búsqueda de empleo LinkedIn. La investigación se elaboró en base a información de las habilidades que aparecen en los perfiles de los usuarios que utilizan esta red profesional y que consiguen los empleos con salarios más altos. Asimismo, se usaron datos provenientes de ciudades con al menos 100.000 miembros de la comunidad digital.

Según la plataforma, el secreto está en contar con aptitudes para resolver los numerosos desafíos que impone el cambiante mundo del trabajo. El informe señala que, en la actualidad, los empleadores ponen el foco en una combinación de habilidades "blandas" y "duras".

Las más valoradas del primer grupo son la creatividad –la destreza más apreciada en el presente, de acuerdo al estudio–, la persuasión, la colaboración, el manejo del tiempo y la adaptabilidad. En tanto, en la segunda categoría, se destacan la gestión de datos en la nube, la inteligencia artificial, el razonamiento analítico, el diseño UX (User Experience Design, en inglés) y el manejo de personas.

"Esto no significa que los conocimientos ultraespecializados están perdiendo terreno. Justamente, se apunta a un mix entre ellos y las habilidades más 'humanas', como las relaciones interpersonales y la comunicación", explicaron desde LinkedIn. "Entrenarlas es lo mejor que podés hacer, nunca serán redundantes", recomendó Paul Petrone, editor de Aprendizaje en la red social.

"Hoy, lo 'blando' es tan importante como lo 'duro'. Pese a que los cambios son progresivos, las estructuras tienden a ser más líquidas que antes y ya no hay un camino lineal. Las cuatro metacompetencias más requeridas actualmente son la mejora de la performance, la colaboración para optimizar el rendimiento, la innovación y la agilidad. Son competencias que antiguamente el mercado laboral demandó, pero que, en un mundo más complejo como en el que vivimos, cobran una mayor vigencia. Debemos entrenarlas tanto a nivel empresarial como a nivel individual, para reinventarse a uno mismo y aggiornar a las organizaciones", opina Gonzalo Rossi, CEO de Whalecom, consultora especializada en procesos de cambio organizacional, con más de 10 años de presencia en la industria. 

Para lograr esto, Rossi afirma que "es necesario entender cómo funcionamos orgánicamente y emocionalmente para aprender y desaprender procesos". El especialista agrega que el campo de las neurociencias puede ser de utilidad para potenciar los resultados en el lugar de trabajo.

Por su parte, el informe El futuro del trabajo, elaborado por el Foro Económico Mundial, señala que la iniciativa, la originalidad y el pensamiento crítico serán cada vez más buscados, ya que los avances tecnológicos transforman el mercado laboral a una velocidad desenfrenada.