Dónde queda

Son amigas y fundaron una librería con ejemplares que no se consiguen en ningún lado

Dos mexicanas crearon una librería especializada en coffee table books que se convirtió en la favorita de decoradores, artistas y fotógrafos. Empezaron con una inversión de u$s 10.000, se convirtieron en importadoras y hoy venden 200 libros por mes.

Gabriela Haro de la Peña y Verónica Ale Ulloa son mexicanas, pero se conocieron en Buenos Aires donde, además de amigas, se hicieron socias. El dúo es el fundador de Le Book Marque, una librería especializada en coffee table books, es decir, aquellos libros de gran formato y tapa dura con un diseño cuidado y fuerte presencia de imágenes que en general abordan temas de arte, fotografía, moda, viajes o hasta cocina.

Todo empezó con Haro de la Peña. Su recorrido personal (fue bailarina clásica y después se metió en el mundo de la comunicación y la publicidad) la había llevado a vivir en ciudades como París y Londres, donde descubrió el fascinante mundo de estos libros. El amor la trajo a Buenos Aires, adonde se mudó con su biblioteca entera, pero a la hora de buscar nuevos ejemplares se dio cuenta de que por estas tierras era muy difícil encontrar lo que buscaba.

Ale Ulloa era su vecina, y además de nacionalidad, compartían la pasión por la comunicación. Su relación con la Argentina venía de larga data: de padre argento, había pasado muchos veranos en el sur. Vivió en Barcelona y en Madrid hasta que se decidió a buscar nuevos horizontes y terminó en Buenos Aires con un proyecto gastronómico propio.

"Le Book Marque nace de la necesidad de buscar un libro para regalar. Cuando llegué de Londres, tenía la biblioteca llena de libros y la gente que venía de visita me los quería comprar porque no los encontraba acá. Ahí vi que había un interés", recuerda Haro de la Peña.

El showroom que abrieron en Palermo está inspirado en las tiendas de libros de los museos.

Juntaron el amor por los libros con su experiencia en Comunicación y dieron vida a la librería que primero empezó montada en los livings de las casas de las socias y consiguiendo los títulos a partir de lo poco que encontraban con distribuidores locales. La primera vidriera para mostrarlos fue Instagram, pero enseguida se dieron cuenta de que la experiencia de compra necesitaba de ese enamoramiento que se genera cuando el lector puede tocar y ver en persona y perderse un rato largo mientras elige qué comprar.

Así, apostaron por los eventos. Organizaban charlas con expertos en distintas temáticas e invitaban a posibles compradores: una disertación sobre la vida de Coco Chanel era el disparador perfecto para exponer todo su catálogo de moda, y así con otras temáticas.

Sin embargo, pronto saltaron a un espacio propio y abrieron un showroom a puertas cerradas en Palermo donde ellas mismas asesoran en persona a los compradores que pueden pasar todo el tiempo que deseen hurgando entre los estantes y tomando un café. "La idea es que el espacio te recuerde a la tienda de libros de un museo", confiesan las socias.

Pronto, el interés empezó a crecer y así también la necesidad de ampliar el catálogo, por lo que el dúo se embarcó en la tarea de convertirse en importadoras. Contactaron a las editoriales y finalmente recibieron su primer pedido en medio de la pandemia. Hoy tienen un portfolio de más de 400 títulos disponibles de 15 editoriales distintas.

"Nunca fue fácil ser importador, se requiere de mucha paciencia y ser muy prolijo. Desde el día uno tuvimos impedimentos, pero fuimos sorteando los obstáculos. Hoy es un momento complicado, pero por suerte hicimos una gran importación este año y estamos stockeadas", comenta Ale Ulloa.

A través de su tienda online llegan a todo el país, y, según las socias, "ofrecen lo que nadie más tiene en Argentina". Y, si bien apuntan a un público de nicho, tienen libros de todos los precios. El ticket promedio está en $20.000, y el ejemplar más caro de su catálogo - Jean-Michel Frank, de la lujosa editorial Assouline- llega a los $ 200.000. También tienen algunos títulos de artistas nacionales, de editoriales independientes.

"Además de ser libros físicamente hermosos, son libros que democratizan el arte. El fundador de Taschen decía que con ellos podés tener un museo en tu casa. Es como tener una obra de arte", reflexiona Haro de la Peña.

Por la puerta salen unos 200 libros al mes, y las socias dicen que son muy buscados para hacer regalos. Y tienen un cálculo curioso: por cada cliente que compra un ejemplar para regalar, la cadena se replica por cuatro porque cada persona que recibe uno quiere, a su vez, regalar otro. "Es un círculo virtuoso", celebran las emprendedoras.

Su objetivo ahora es seguir creciendo con eventos y en el interior del país. Su sueño a futuro es mudarse a un espacio más grande y, por qué no, abrir una nueva tienda cruzando la frontera.

En cifras

  • Fundación: 2017
  • Inversión inicial: US$ 10.000
  • Facturación 2023 (proyectada): $ 50 millones

Esta nota se publicó originalmente en el número 355 de revista Apertura. 

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