Usan erizos de mar

Son argentinas y crearon un superalimento a partir de un tesoro bajo el mar de la Patagonia

Desarrollaron Promarine Antioxidants a partir de moléculas de erizos de mar. Esperan vender 500.000 unidades por año.

"Erizos de mar", le dictó su madre desde San Luis. Era la única persona que conocía que supiera leer en ruso y le estaba traduciendo un paper que había escrito un equipo de científicos en Siberia. En ese momento a la doctora en biología Tamara Rubilar se le abrieron los ojos. Hace 15 años que trabajaba con esa especie y podía ser la respuesta al problema de salud que aquejaba a su hijo.

Antes de eso se había contactado con varios investigadores especialistas en inmunologías y alergias pero ninguno habia logrado encontrar la solución. "El denominador común eran las moléculas antioxidantes que bajaban la inflamación", explica. Así fue que en 2014 empezó a consumir las huevas de erizo de mar junto a su familia y dio resultado. Pero Rubilar notó que esto podía convertirse en algo más.

Utilizan los espinocromas de los erizos, una molécula con propiedades antioxidantes.

"Soy de Chubut y la provincia empezó a incentivar a científicos que tuvieran ideas que se pudieran transformarse en emprendimientos", comenta. Para llevarlo al consumidor final entró en escena la ingeniera en alimentos Lucía Barja y ambas cofundaron Promarine Antioxidants, una empresa de base tecnológica que desarrolla productos a partir de las huevas no fecundadas de los erizos de mar.

La clave son las espinocromas, una molécula presente en la especie Arbacia Düfresnii que protege a las huevas de virus, óxido y otros potenciales peligros. Para no hacerles daño a los animales desarrollaron un método para colectarlas.

 "Pensamos cómo presentarlo, desde pastillas hasta polvo, pero encontramos que la forma líquida era la mejor para absorberlo rápidamente. Alcanza con una cucharadita de té al día", explican. Tras dos años de trabajo lograron incluir a los erizos de mar al Código Alimentario y en julio pasado lanzaron Marine Epic, un agua elaborada a partir de las huevas a la que se le agregan vitaminas B1, B2, B5 y B12; y el aceite Marine Fusion, con Omega 3, astaxantina y vitamina E.

Su objetivo es vender 1000 unidades por mes y pronto lanzarán un tercer producto.

Primero lo lanzaron en su tienda online para ver cómo respondía el público. Después empezaron a trabajar con médicos nutricionistas para mostrarles los beneficios y a difundirlo. La otra ventana que ven son tiendas de suplementos dietarios y mercados saludables.

¿Qué volumen de ventas tienen?

Nuestro objetivo son 1000 unidades por mes y hoy estamos en un 20 por ciento. Tenemos una planta propia donde elaboramos el alimento para los erizos, producimos los extractos y el superalimentos y también hay un ala de producción acuícola. En los próximos años podríamos buscar una ronda serie A para escalar. Tenemos nichos identificados para cubrir en la parte nórdica de Europa y en EE.UU..

Tenemos un tercer suplemento que está en etapa de prueba. Un jarabe pensado para secuelas de COVID. Empezamos en octubre de 2021 y seguramente esté para 2023.

En cifras

Fundación: 2019

Inversión inicial: US$ 400.000

Producción anual (p): 500.000 unidades 

Empleados: 6

La versión original de esta nota se publicó en el número 346 de revista Apertura.

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