Para Juan Bautista Marcó del Pont no hay mejor carta de presentación que su producto. Sabe que el que prueba su maní tostado con miel ya no puede dejar de comprarlo. En 2016 fundó DEC Alimentos junto a su primo, Rodrigo, y su padre, Hernán, y el emprendimiento pasó de venderle productos a granel a las dietéticas a crear su propia marca con la que hoy se posiciona en supermercados y en el segmento corporativo. Ahora, su meta es exportar.

Su progenitor, ingeniero agrónomo de profesión, se dedica a la producción y siembra de maní en Córdoba desde los 80 y él se acopló a la compañía familiar. En 2015 les llegó un pedido de maní tostado y decidieron darle una oportunidad. Eso lo llevó a armar una distribuidora de frutos secos. "Empezamos en el lavadero de la casa de mis padres", recuerda.

Después de cuatro meses alquilaron un antiguo taller en San Isidro. Sumaron otros productos, como nueces, almendras y castañas de cajú que le compraban a distintos proveedores. "Pero si queríamos jugar en la industria alimenticia teníamos que escalar", asegura. Así, pasaron a un galpón de 600 m2 en el que incorporaron un espacio de elaboración y armaron equipo de producción y logística.

Sin embargo, el modelo de negocio basado en la venta a granel tenía un techo. "Al competir en la calle en ese mercado, los clientes se iban al de mejor precio". En ese momento decidieron darle valor agregado a su producción y crear una marca con la que salir a las góndolas y así nació DEC (Desde el Campo).

Primero lanzaron un pouch de 35 gramos de maní tostado y salado, pero luego surgió su producto estrella: el maní tostado con miel. Habían tomado la idea de Planters, una marca estadounidense, e hicieron una prueba. Al poco tiempo sacaron a la venta los primeros frascos. Hoy el portfolio, dentro de su línea honey roasted, cuenta con almendras, castañas y mix de frutos secos, y, a su vez, vende pasta de maní. Pronto saldrá un maní con miel picante y en 2023 sumarán una nueva línea de pasta y barritas.

Este año la compañía entró en los supermercados y modificó su estrategia. "Antes atendíamos mucho punto de venta y la logística era infernal, así que pasamos a centrarnos en distribuidores y cadenas", explica. También agrandaron la pata corporativa.

Hoy DEC se mudó a una fábrica de 1100 m2 en El Talar, que desde hace dos meses obtuvo la certificación como libre de gluten. A los Marcó del Pont se sumaron socios: Ignacio Drago, primo materno, y José Pagés. 

La nueva planta nació con un objetivo claro: exportar. Antes de fin de año planifican estar presentes en Uruguay, mientras que podrían llegar a Perú en el primer trimestre del año próximo.

Fundación: 2016

Inversión inicial: US$ 15.000

Facturación proyectada: $ 460 millones

Empleados: 27

La versión original de esta nota se publicó en el número 348 de revista Apertura.