Estudiaba cine y con 20 años creó un negocio de casualidad gracias a su cámara
Julián Mizrahi fundó Enchulame la Cámara en 2017 y atendía a los clientes en su habitación de la casa de sus padres. Hoy tiene dos locales propios (en Buenos Aires y Córdoba) y 27 empleados.
Enchulame la Cámara nació en 2017 de la mano de Julián Mizrahi, un estudiante de cine que en ese momento alquilaba su cámara para tener un ingreso extra. Al poco tiempo vio la veta comercial, hasta el punto de darse cuenta de que podía ganar más dinero alquilando los equipos que saliendo a trabajar con ellos. Y sin planearlo, nació un negocio en el que hoy trabajan 27 personas.
El dinero que ganó alquilando su equipo lo reinvirtió para comprar una segunda cámara y así fue haciendo crecer su stock hasta transformarse en una empresa de alquiler de equipo fotográfico y de video. Con apenas 20 años, los clientes se daban cita en su habitación de la casa de sus padres, donde la propia madre de Mizrahi los recibía con algo para comer. "Fue así hasta que me echaron, venían 15 personas por día a mi casa. Ahí me mudé a un departamento en Floresta que funcionaba como showroom", recuerda Mizrahi.
Aunque su formación no tuvo nada de negocios, el creador de Enchulame la Cámara reconoce que siempre tuvo la inquietud de emprender. Hoy trabajan con equipamiento de gama media y abastecen a producciones medianas de videoclips, comerciales, videos corporativos, trabajos estudiantiles y eventos.
Sin embargo, una pata muy fuerte del negocio está orientada al fotógrafo amateur, al que le resulta mejor alquilar un equipo en lugar de comprarlo: puede ser desde un creador de contenidos independiente hasta un viajero que quiere tener unas buenas fotos de recuerdo de sus vacaciones.
La empresa tiene un promedio de 80 alquileres diarios, con picos de 120 los fines de semana. Los sábados, según cuentan, el local tiene una fila de 40 personas. En 2022 la empresa creció más de 40 por ciento y parte de las ganancias se usaron para agrandar y mejorar el portfolio de productos, con lo que compraron más de 150 lentes y 100 cámaras nuevas en un solo año. Además, ofrecen el servicio de administradora de equipos de terceros, que los dejan para trabajar y ser alquilados, una estrategia que los ayudó a crecer en stock durante los primeros años.
Actualmente Enchulame la Cámara tiene dos locales propios: en Palermo, Buenos Aires, y Cofico en Córdoba Capital, con planes de expansión en el corto plazo. En mayo abrirán sus puertas en La Plata, luego vendrá Mendoza en agosto y Rosario para fines de 2023. Para 2024 el plan es cruzar la frontera y plantar bandera en Chile y Uruguay.
"Es un modelo de negocios que no se suele trabajar en dos ciudades distintas, porque es difícil de manejar. Hay mucha logística en el medio. Pero nosotros nos empezamos a hacer conocidos y nos escribían de muchas provincias pidiendo que fuéramos. Tuvimos que replicar el modelo con todos los procesos y cultura del lugar. Fue un desafío gigante, pero desde el primer mes dio ganancia", explica el creador del proyecto que cerró 2022 con una facturación de $ 140 millones.
El boca en boca fue clave para ganar terreno, sin embargo, Mizrahi hizo una fuerte apuesta para formar un equipo publicitario inhouse que se encargó de posicionar a la empresa dentro del rubro. "Uno no alquila una cámara porque ve la publicidad, sino porque lo necesita para un trabajo. Lo que hicimos en los últimos años fue tratar de popularizar y democratiza y así llegar a targets menos pensados. Con eso apuntamos con la publi en la calle. No necesariamente a gente profesional. Eso es diferente a lo que hacen otros y eso fue lo que nos hizo conocidos en poco tiempo. Así pudimos trascender, ganar share y desplazar a otros competidores", concluye.
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