Mes del orgullo

Anti prejuicios: son pareja, idearon un juego de mesa para hablar de sexualidad y su primera clienta fue una monja

Las emprendedoras crearon una empresa que fabrica juegos de mesa sobre diversidad, género, inclusión, educación sexual, contra el bullyng, el abuso y el racismo: "Son los juegos de mesa que nos hubiera gustado tener en nuestra infancia".

Hablar sobre temas difíciles, abordarlos y visibilizarlos a través de lo lúdico es una herramienta fundamental en la educación, para la psicología y muchas otras disciplinas. Con esa premisa en la mente María Sol Biondi y Rosa María Curcho crearon +mercurio, la marca de juegos de mesa sobre diversidad, género, inclusión, educación sexual, contra el bullyng, el abuso y el racismo. "Son los juegos de mesa que nos hubiera gustado tener en nuestra infancia", señalan las creadoras.

Antes de emprender, Biondi trabajaba en el Banco Nación en la sección antilavado y dejó el puesto para empezar con el proyecto. Curcho, por su parte, es psicóloga especialista en Niñez, Adolescencia y Familia y publicista.

La marca se inició con el libro Más coraje, menos represión donde ambas volcaron sus experiencias personales en busca de ayudar a otros a transitar por los caminos que ellas habían elegido, y los problemas que habían sorteado en cada caso.

Pero fue en 2018 cuando se plantearon producir un juego sobre educación sexual del estilo trivia que sirviera a docentes y especialistas en la aplicación de los conocimientos de la ESI (Educación Sexual Integral). Así llegó "ConSEXuate", un juego de naipes sobre educación sexual afectiva, con 71 preguntas, sus respuestas y un manual de instrucciones.

María Sol Biondi y Rosa María Curcho, fundadoras de +mercurio

Con ese producto, Biondi y Curcho participaron de la incubadora de la Universidad de Palermo y concursaron en "Incubate" del Gobierno de la Ciudad de Buenos donde recibieron mentorías y aprendieron las claves que necesitaban para desarrollar la marca. "Te pueden dar un montón de dinero pero si no sabés donde lo tenés que invertir, tu marca puede fracasar", afirma Biondi.

Ambas recuerdan que al principio hacían todo personalmente y les costaba colocar los productos y abrir canales de venta mayoristas que se mostraban reacios a comercializar juegos que "hablen de sexo"; algo que fue cambiando con el posicionamiento de la marca y que la pandemia también apalancó: hoy +mercurio está presente en librerías, shoppings y museos. También se consiguen a través de su tienda online. "Ahora nos sentimos muy felices cuando llegan fotos de la abuela, la hija y la mama jugando con ConSEXuate".

Los productos de + mercurio se completan con "Empatía" y "Empatizate", dos juegos pensados para anticipar y solucionar conflictos interpersonales y conectar emocionalmente y el libro Que no quede en mí, con testimonios de abusos sufridos por mujeres pero también por hombres.

¿Cómo se conocieron y por qué decidieron emprender juntos? ¿Cuál fue el disparador del proyecto?

Nos conocimos en una cruzada solidaria, en un viaje de una fundación que llevaba materiales y donaciones a la comunidad wichi en el impenetrable chaqueño. Fue una experiencia muy movilizadora e hicimos contacto desde la parte emocional, vimos la parte más vulnerable de cada una. Emprendimos juntas porque somos muy opuestas y por ende hacemos un buen equipo, podemos resolver los desafíos de esa manera. 

El disparador del proyecto fue el primer libro, mientras editábamos Más coraje, menos represión, vimos que teníamos ganas de hacer algo más. Justo se dio el rechazo a la Ley de Interrupción del Embarazo en el Senado en 2018, y se nos ocurrió el juego ConSEXuate como una herramienta para docentes y adolescentes. En ese momento no se aplicaba aún la Ley de Educación Sexual Integral y decidimos aportar desde ese lado.

¿Cuáles fueron sus principales aprendizajes hasta ahora?

Aprendimos mucho en las incubadoras de la UP y GCBA, ahí aprendimos que siempre hay que escuchar al cliente e identificar el público objetivo. Nosotras creíamos que nuestro público eran las personas que se identificaban con el pañuelo verde y era un error. De hecho nuestra primera venta fue a una monja que era Rectora de un colegió católico, que quería materiales para apoyar a los docentes que daban la ESI. Empezamos con una escala pequeña, donde hacíamos todo: vender, hacer el envío, etc. Hoy está escalando y vendemos a distribuidores y puntos de venta: nuestros productos están en shoppings, librerías y museos.

¿Cuáles son sus principales desafíos hoy?

Siempre estamos pensando ampliar la cartera de productos y queremos ser referentes en temas de inclusión en Argentina. Ahora queremos empezar a exportar a Latinoamérica. Estamos buscando distribuidores en México y Colombia, son mercados fuertes para éstas temáticas. Planeamos crecer un 50 % en ventas durante 2022.

Temas relacionados
Más noticias de diversidad
Noticias de tu interés

Compartí tus comentarios

¿Querés dejar tu opinión? Registrate para comentar este artículo.