Industria automotriz: del freno de mano, al año del rebaje

Habíamos tenido un buen primer trimestre. "Pero fue como, si en abril, nos hemos encontrado el freno de mano", describe un ejecutivo, conocedor del mercado como pocos. El año pasado se cerró en algo más que 800.000 ventas al público. Una caída del 11%, desde los 900.941 vehículos, según Acara, la cámara de los concesionarios, se patentó en 2017. Hasta mayo, hubo crecimiento. Entre junio y diciembre, se patentaron 336.457 vehículos, menos del 64% de lo que se había vendido en igual período de 2018.

El impacto de la crisis fue nítido. La incertidumbre paralizó el mercado, con caídas, mes a mes, más fuertes, de hasta más del 50% (diciembre). La devaluación causó ajustes en las listas de más del 100%, en un último momento, en los últimos dos años, había pisado el acelerador vía precios.

Enero -el mes más fuerte de ventas del año- marcará la suerte del año. “¿Qué espero de este enero? No sé ... Es una auténtica incógnita ", responde el piloto de una de las tres automotrices de más cuota de mercado. Con 118.924 patentamientos, enero del año pasado había sido el mejor mes en la historia. La incógnita, en este caso, no es si habrá caída sino de cuánto.

Una cifra podría amortiguarla: 260.000. Es la cantidad de autos que, a diciembre, automotrices y concesionarias acumulaban de stock. Con una proyección de mercado de 600.000 unidades para este año -una caída de 25% -, equivale a cinco meses de ventas. Causa de las agresivas bonificaciones que persisten: si, antes, alimentaban el boom de patentamientos, ahora, son el único recurso para sostenerlas. Los fabricantes y vendedores confiaban en el futuro del primer trimestre. ¿Y después? “Los precios subirán.

El problema de los beneficios es cómo salir de ellos. Porque lo público es lo que valida los valores .

Con un mercado interno que rondará las 600.000 ventas, en el plano industrial, la expectativa está puesta en Brasil. Se proyecta una mejora de 10%, a 2,85 millones de patentamientos, en el país vecino. Vale recordar que, de 10 autos que se fabrican en al Argentina, son para ese destino.

Septiembre fue el mes en el que los terminales pisaron el freno en sus fábricas para adaptar sus volúmenes de producción a la nueva realidad. Lo que ocurrió en el primer trimestre, también, servirá de hoja de ruta para las paradas de actividad y suspensiones que aplican algunas terminales. También, será el momento de revisar las ecuaciones. En 2019, se terminarán de ejecutar los u $ s 5000 millones que se comprometieron en el sector en 2016. El año de la presión de la empresa será más fácil que el resto de la industria. El próximo ciclo de inversiones.

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