Pampa le vendió Edenor a un grupo inversor integrado por Daniel Vila y José Luis Manzano

Pagarán u$s 100 millones por el 51% de la mayor distribuidora de electricidad del país. El dueño de Transclor, Mauricio Filiberti, completa el pool de compradores. El holding de Marcelo Mindlin sale de ese negocio para concentrarse en generación de energía y extracción de gas

"No sé por qué todavía no vendí Edenor. Debo ser muy sentimentalista para seguir teniéndola", solía ironizar hasta no hace mucho Marcelo Mindlin, presidente de Pampa Energía . Comprada a mediados de 2005, la distribuidora eléctrica fue su gran golpe en el negocio energético. Pero, también, inagotable fuente de sinsabores, entre aumentos concedidos y nunca reglamentados, o -después de años de espera- dados y vueltos a congelar. Con el riesgo adicional, además, de la exposición -mediática y política- que significa un servicio público tan sensible como la electricidad, nunca exenta del fantasma de los cortes, sobre todo, en momentos críticos, como el verano.

A partir de hoy, Mindlin tendrá una duda existencial menos. Pampa Energía, su grupo de empresas energéticas, firmó el contrato de venta por la totalidad de su participación en Edenor. Ese 51,8%, compuesto de acciones clase A de la empresa, ahora estará en manos de Daniel Eduardo Vila, Mauricio Filiberti, José Luis Manzano y "un grupo de fondos de inversión y compañías representados por estos últimos", según se lee en el comunicado con el que Pampa informó la operación.

El comprador, en rigor de verdad, es Empresa de Energía del Cono Sur (Edelcos), sociedad en la que participan indirectamente Vila, Filiberti, Manzano, Andina PLC y Global Income Fund Limited.

La compra de Edenor es la primera operación de la compañía, aclaró Edelcos en su comunicado. Ahí, además, detalló quiénes son sus integrantes. Andina PLC, describió, es la energética dueña de Edemsa, la distribuidora eléctrica de Mendoza, y de la generadora hidroeléctrica Ameghino. Vila, por su parte, es accionista y presidente del directorio de América, el segundo grupo de medios de la Argentina, y, a su vez, accionista de Andina. Filiberti es accionista y presidente de Transclor, el mayor fabricante local de cloro y referente en la producción y distribución de productos electroquímicos.

En tanto, Manzano es accionista y presidente de Integra Capital, accionista de Grupo América y de Andina PLC.

Finalmente, Global Income Fund Limited es un fondo de inversiones con experiencia de inversión en la Argentina, en los sectores de telecomunicaciones, televisión por cable, energía, petróleo y gas.

La operación, informó Edelcos, se hizo tomando un valor de compañía (excluyendo deuda financiera) de u$s 200 millones.

En su nota a la Comisión Nacional de Valores (CNV), Pampa precisó: "El precio de compra acordado consiste en un pago de u$s 100 millones". Del monto, agregó, u$s 5  millones corresponden a el "precio en especie", compuesto por 21,87 millones de acciones Clase B de la empresa; y u$s 95 millones, al precio en efectivo, que se saldarán de la siguiente forma: u$s 5 millones a la firma de la transacción; u$s 50 millones al cierre; y u$s 40 millones, financiados a un plazo de un año.

Edenor cotiza en las bolsas de Buenos Aires y de Nueva York. Según su capitalización bursátil -este lunes rozó los u$s 290 millones-, ese 51,8% vale más de u$s 145 millones. Los compradores aclaran que, a ese monto, hay que deducirle u$s 100 millones de pasivos que tiene la empresa.

"El valor de mercado real de Edenor está en u$s 150 millones, u$s 160 millones, valor total de la compañía. Y se pagarán u$s 100 millones por el control. Es una prima que consideramos razonable", enfatizan.

Ayer, las acciones de Edenor subieron 7,16%, a u$s 3,81 en Nueva York, y 1,17%, a $ 25,85 en 
Buenos Aires. Las de Pampa Energía cayeron 0,7%%, a u$s 13,19, en Wall Street, y 7,09%, a $ 
72,10, en el recinto porteño.

Con 2,5 millones de clientes, equivalentes a 9 millones de usuarios, Edenor tiene la concesión de distribución eléctrica en la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano. Fundada en 1992, perteneció a Electricité de France (EdF). A través de Dolphin, su entonces vehículo inversor, Mindlin compró la parte del grupo galo a mediados de 2005, sólo a cambio de asumir sus pasivos.

"Edenor estaba en situación de default con sus obligaciones financieras desde 2002, tenía deudas que superaban los u$s 550 millones y EdF demandaba en el Ciadi al Estado argentino más de u$s 900 millones", recordó Pampa en el comunicado de la venta a Manzano, Vila y Filiberti. La última referencia es al reclamo del grupo francés en el tribunal arbitral del Banco Mundial, a raíz de la violación a tratados de protección recíproca de inversiones que significaron la pesificación y el congelamiento tarifario de 2002. 

"En manos de empresarios nacionales, se eliminó la amenaza que representaba para la Argentina el millonario juicio contra el Estado y se renegoció la deuda para preservar la supervivencia de la concesión, en atención a los compromisos de inversiones asumidos y mejorar la calidad del servicio", agregó.

"Hoy, luego de un intenso trabajo de 15 años, Edenor tiene u$s 93 millones de deuda financiera y el juicio en el Ciadi contra el Estado argentino fue eliminado definitivamente", agregó.

En abril de 2007, Mindlin abrió el capital de Edenor, que ya cotizaba en Buenos Aires, a la Bolsa de Nueva York. Recaudó u$s 70 millones, para financiar su plan de inversiones. Poco después, integró su tenencia de control en Edenor a Pampa Energía, el holding que empezó a formar en 2006, para comprar centrales eléctricas. Más de una década después, Pampa es el mayor generador privado de energía, la sexta productora de hidrocarburos del país y la tercera de la Cuenca Neuquina.

Con tarifas congeladas desde febrero del año pasado, la situación financiera de Edenor hoy es delicada. En 2019, ganó $ 12.129 millones, casi el doble que en 2018. Pero ese congelamiento impactó más este año. En nueve meses de 2020, perdió $ 1838,77 millones, contra una ganancia de $ 17.058,64 millones en igual período del ejercicio anterior. En su informe de resultados, lo atribuyó a la falta de actualización de sus tarifas, frente a costos -en su mayoría, en dólares- que continuaron subiendo.

Como consecuencia, la variable de ajuste fueron las inversiones: $ 7066 millones, 28% menos que al 30 de septiembre de 2019. Para cuidar su caja, Edenor también dejó de pagarle a Cammesa, la empresa mixta que administra el mercado mayorista eléctrico. Al 30 de septiembre, acumulaba una deuda de $ 14.411 millones (antes de intereses), según consta en sus balances.

Además, el Gobierno ya anticipó su intención de renegociar tarifas, ignorando la revisión tarifaria integral (RTI) que acordó el de Macri en 2016 y que fue la hoja de ruta con la que el sector se movió -sobre todo, en materia de inversiones- desde entonces.

En su comunicado, Pampa apuntó: "Cabe destacar que, en estos 15 años, Edenor nunca repartió dividendos a sus accionistas, por lo que Pampa Energía nunca retiró ganancias de la compañía, reinvirtiendo absolutamente todos los ingresos en mejoras a la red".

"En estos 15 años, se invirtieron más de u$s 2400 millones en la ampliación de la capacidad de distribución, la modernización técnica de las instalaciones y la transformación digital de procesos, que resultaron en mejoras sustanciales a la calidad del servicio: en los últimos años se vino registrando un crecimiento sostenido en la satisfacción de sus más de 9 millones de usuarios y en 2020, a pesar de las dificultades, se incrementó a un 82,1% de aprobación", agregó.

"Asimismo, cabe destacar que en estos últimos años Edenor redujo la duración de los cortes en el suministro eléctrico en un 60%, y a pesar del contexto desfavorable y el aislamiento social de este año, la compañía invirtió más de $ 10.000 millones en 380 obras activas dentro del área de concesión. Además, se realizaron 5000 intervenciones diarias sobre la red eléctrica. Este alto nivel de compromiso y actividad sólo puede lograrse gracias a las inversiones realizadas durante estos 15 años, lo que derivó en la incorporación de tecnología y personal, dando trabajo a casi 5000 colaboradores más otros 6000 contratistas", continuó.

"Todo esto se logró en un contexto desafiante, ya que, desde 2005, Edenor incrementó en un 30% la cantidad de clientes y la potencia máxima demandada creció en un 58%, por lo que se sumaron más de 7000 kilómetros de líneas, aproximadamente 600 alimentadores y la potencia instalada se incrementó en un 61%", reseñó.

No obstante, conocedores de los movimientos de Mindlin explican que la venta de Edenor respondió a la necesidad de salir de un negocio a oscuras y sin señales favorables de la política, como es hoy el de distribución, para focalizarse en sus core: generación de energía y producción de gas. Citan los dos principales proyectos que hoy tiene Pampa: el cierre del ciclo combinado de la Central Barragán, en Ensenada, que insumirá u$s 200 millones; y el ingreso de la empresa en el Plan Gas, a partir del cual invertirá u$s 250 millones en sus yacimientos de Vaca Muerta.

 

Luz encendida

Fuentes de la parte compradora, explican que hacía tiempo que el grupo estaba interesado en ampliar su inversión en el sector eléctrico. Su portfolio, hasta ahora, se limitaba a Edemsa, la distribuidora mendocina, a la hidroeléctrica Ameghino. En 2011, acordó la compra de Edelar, la eléctrica de La Rioja. Pero esa operación no prosperó.

"Por más difícil que sea, somos optimistas con respecto al futuro. Cuando surgió una oportunidad de inversión de este tamaño, lo tomamos muy en serio", explican.

La negociación por la compra de Edenor, cuentan, insumió un par de meses. "Bastante rápido para una transacción de este tamaño y complejidad: cotiza en dos bolsas de valores y eso complica cualquier operación", resaltan.

"El sector hoy está en dificultades pero el Gobierno dijo que va a normalizar la situación. Creemos en eso y Edenor es una gran empresa", aseguran. "Trataremos de mejorar algunos aspectos. Pero este es un proyecto industrial: nuestras inversiones no son financieras, sino de largo plazo", subrayan y recuerdan que ya llevan 15 años en Edemsa.

La adquisición de Edenor por parte de Edelcos, ahora, deberá ser aprobada tanto por la asamblea de accionistas de Pampa y por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (Enre).

Edelcos tomará el control de Edenor una vez que se hubieran cumplido todas las condiciones precedentes establecidas. Adicionalmente, luego del cierre de la transacción, se realizará una oferta pública de adquisición (OPA) a los accionistas minoritarios, conforme a las normas de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y la Securities and Exchange Commission (SEC) de los Estados Unidos.

Salvo por un 27% que está en manos del Estado Nacional, a través del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSeS, el resto del capital de Edenor es floating.

En su comunicado, Edelcos informó que buscará ofrecer servicios de calidad, profundizar los esfuerzos para los desafíos que representan las temporadas estivales y facilitar la cobertura universal del servicio a todas las familias y empresas del área de concesión.

La compañía prevé también para Edenor un rol activo en la innovación y en facilitar la transición energética, la electrificación de la economía, del transporte y distribución de energías renovables, donde los propios usuarios sean, por momentos, tomadores y, por momentos, dadores de energía al sistema. "Edenor deberá ser un actor clave en un crecimiento sustentable, inclusivo y cuidadoso del medio ambiente", subrayó.

“Estamos seguros de que Edenor puede ser un factor clave en la transición energética en la Argentina, garantizando servicios de calidad y universales, protegiendo el medio ambiente , afirmó Jorge Rosenblut, chairman de Andina PLC y del Institute of the Americas.

 

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