Cervecería Quilmes

La empresa que pasó de ser expropiada por Perón a conquistar el mundo empresario con la bandera argentina

La familia Bemberg comenzó el negocio a fines del siglo XIX y durante muchos años manejó sus riendas. Cómo nació la principal cervecera del país.

Hay pocas empresas en el país que pueden colgarse la cucarda de llevar más de 100 años (y contando) en el negocio. Y el número se reduce aún más si hablamos de haber festejado el centenario y aun después de tanto tiempo seguir teniendo relevancia en la vida de los argentinos. Cervecería y Maltería Quilmes es una de las compañías más icónicas de este mercado y sus negocios van mucho más allá de la clásica cerveza.

Otto Peter Friedrich Bemberg

El alemán Otto Peter Friedrich Bemberg llegó al país en 1852 con tan solo 25 años. Primero fundó una empresa que se dedicaba a la importación y exportación de productos agroganaderos. Su casamiento con María Luisa Ocampo le dio acceso a la clase alta local y a financiamiento fresco para sus nuevos proyectos. Para esa época, el negocio cervecero, en su mayoría, estaba captado por inmigrantes que fundaron sus propias etiquetas en la Argentina.

En 1870, Bemberg incursionó en el negocio de la destilación de alcohol de maíz con el apoyo de inversores franceses. Pero el empresario estaba decidido a meterse en el mundo cervecero. Por eso envió a su hijo Otto Sebastián a que se especializara en esta materia en la Universidad Técnica de Múnich. Juntos, en 1888, fundaron la Cervecería Argentina que dos años después vendería su primer chopp con la marca Quilmes.

Integrarse y crecer

Otto Peter Friedrich falleció en 1895 y su hijo continuó con el legado familiar. La cervecera fue expandiéndose a partir de la compra y absorción de distintas empresas del segmento, como Palermo, Salta y Córdoba. A su vez, en 1911 empezó a integrarse en la cadena productiva con el desarrollo de producción de cebada en el país. Hoy, el holding es el décimo complejo agroindustrial de la Argentina con presencia desde las plantaciones de lúpulo y otros cereales hasta las latas y botellas de cerveza que llegan a las heladeras.

Al mismo tiempo, el clan Bemberg fundó otros emprendimientos que hoy son conocidos en diversos segmentos. Entre ellos están la quesera Santa Rosa, adquirida por el grupo Savencia; una algodonera y Compañía Argentina de Levadura SA (CALSA).

Sin embargo, en 1955 el entonces presidente Juan Domingo Perón nacionalizó las empresas del grupo apoyándose en una demanda por evasión impositiva. La medida no fue revertida tras el golpe militar, pero tras asumir en 1958 Arturo Frondizi le devolvió sus bienes a la familia Bemberg.

El sabor del encuentro

A partir de los 60, Quilmes empezó a impulsar su marca con publicidades y acciones en medios masivos. Varios de sus spots se destacaron por su creatividad y convirtieron a la etiqueta de cerveza en un referente en esta materia. En 1980 presentó su (ahora) clásico slogan "El sabor del encuentro".

Hacia fines de los 80 y durante la década del 90, la empresa aceleró sus planes de crecimiento. Inauguró cervecerías en Corrientes, Tucumán y Mendoza, abrió las puertas de una planta en Zárate y construyó una maltería en Tres Arroyos.

En 1994 dio el primer paso hacia la diversificación en su portfolio con el corte de cinta de su planta de agua mineral y el lanzamiento de su marca Eco de los Andes. Cinco años después esta unidad se transformó en un joint venture con Nestlé Waters y las etiquetas Nestlé Pureza Vital y Glaciar. 

En la misma época debutó en el negocio de las bebidas con la adquisición de Baesa, la principal embotelladora de PepsiCo en el país. De esta manera pasó a encargarse de la producción y distribución de Pepsi, 7UP, Mirinda, Paso de los Toros y Gatorade. A esto se le suma la distribución de la bebida energizante Red Bull.

Cerveza y vino, todo divino

Dentro del segmento cervecero, Cervecería y Maltería Quilmes cuenta con un 60 por ciento de market share mercado entre sus marcas nacionales, como Quilmes, Patagonia, Andes Origen; y las internacionales, entre las que están Stella Artois, Brahma, Budweiser y Corona. 

En 2006, la compañía dejó de estar en manos argentinas. Cuatro años antes la brasileña AmBev se había quedado con un tercio de participación accionaria, luego se fusionó con la belga Interbrew y formó InBev. Esta empresa pagó US$ 1200 millones para ampliar su tajada en la firma de los Bemberg al 91 por ciento. Desde 2008 su casa matriz es AB InBev tras su unión con la estadounidense Anheuser-Busch.

A fines de 2019 anunciaron un plan de inversiones de US$ 1500 millones el cual ya empezó a cristalizarse. Por caso empezaron a producir localmente marcas como Corona, Goose Island y Michelob Ultra, en tanto que incrementaron su cosecha de cebada. No obstante, lo más llamativo fue su ingreso al negocio del vino, algo nuevo incluso para AbInBev. Tras la compra de la bodega Dante Robino lanzaron su lata bajo la marca Blasfemia. Uno más de los tantos proyectos de la compañía.

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Comentarios

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  • NCCC

    nelson carlos calatayud calatayud

    15/10/21

    POCOS TIRARON DE LOS AVIONES

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  • NCCC

    nelson carlos calatayud calatayud

    15/10/21

    POCOS TIRARON

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  • NCCC

    nelson carlos calatayud calatayud

    15/10/21

    ROLDAN, POCOS TIRARON

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  • CAR

    Carlos Alberto Roldan

    14/10/21

    Si pero no tiraban personas de los aviones

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  • EG

    Eduardo Gonzalez

    12/10/21

    Algunos bienes confiscados por orden de la bruralidad peroncha, fueron reintegrados a sus originales propietarios, otros no fueron devueltos ni por la RL ni por los sucesores. Es decir se conculco el derecho de propiedad hasta la fecha. Por esto la inversion es una utopia mientras este vivo el peronchaje.

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