Los síntomas de la crisis económica se evidenciaron en la contratación que las empresas realizaron de ejecutivos este año. Según los headhunters de la industria local, la búsqueda de mandos medios y altos se contrajo alrededor del 30% en comparación a 2018. 

"El mercado del empleo siempre reacciona con fuerza ante los vaivenes de la economía. Notamos que la búsqueda de perfiles de primera línea se redujo aproximadamente un 20%", dice Alejandro Servide, director de Professionals de Randstad Argentina, y añade que el desempeño de este segmento actúa como termómetro de cómo se comporta la demanda laboral en general.

"El desempleo llegó este año a su nivel más alto, el mayor en la última década. En un mercado laboral deteriorado y mediocre, que no genera empleo de calidad desde hace al menos seis años, no se observa un incremento de búsquedas por parte del sector privado. Por el contrario, el ritmo de contratación sigue la tónica apelmazada del contexto", afirma Matías Ghidini, general Manager de la consultora GhidiniRodil.

La política de bonos por desempeño es una práctica que crece entre las multinacionales y las grandes compañías que operan en la Argentina. Cada vez más profesionales que se hallan fuera de convenio acceden al beneficio si cumplen las metas de negocio.

En 2018, esta firma de Recursos Humanos ya había realizado un informe en el que alertaba sobre el parate en las búsquedas de top management. "A partir de abril, muchas empresas pusieron un freno y decidieron esperar para ver qué pasaba. A mitad de año, la desesperanza se apoderó de muchos y la caída en las búsquedas se hizo más intensa. Faltaba lo peor: luego, empezaron a aparecer algunas desvinculaciones, haciendo el panorama aún más preocupante", comunicó a fines del año pasado GhidiniRodil.

Por su parte, Mauro L'Estrange, Associate Director de High Flow Consulting, coincide con sus colegas e indica que el descenso de las búsquedas en 2019 oscila entre un 35% y un 40% en relación al año anterior. "Nos encontramos frente a un mercado totalmente planchado", sostiene, mientras que Ricardo Backer, sociofundador de la firma de cazatalentos Bäcker & Partners, comenta que "hay decisiones frenadas desde hace un tiempo largo".

Los especialistas atribuyen el fenómeno a la baja de la actividad económica registrada en los últimos meses y la incertidumbre que reinó en el escenario electoral antes y después de las PASO en agosto y los comicios generales de octubre.

"En momentos como este, el índice de rotación suele bajar considerablemente. Esta situación conduce a las empresas a adoptar una postura más conservadora", describe Servide. Por su parte, Backer argumenta que las empresas se hallan a la espera de definiciones en materia económica por parte del Gobierno de Alberto Fernández, para así resolver el perfil de directivo que requerirán en los próximos años.

En este contexto, los expertos explican que se postergan las contrataciones, se fusionan departamentos, y algunos cargos desaparecen y pasan a depender de puestos regionales. "Algunas multinacionales se quedaron sin heads en la Argentina y empezaron a reportar a directores de otros países de América latina", expresa el ejecutivo de Randstad, al tiempo que L'Estrange aporta que "la reestructuración de algunas compañías fue muy fuerte este año".

No obstante, los headhunters aclaran que se debe hacer una diferenciación sectorial, ya que, pese al contexto deprimido, se presentan oportunidades en ciertos rubros. Se encuentran en industrias como tecnología, exportación de servicios, Oil & Gas, fintech, e-commerce y agrotech. "Son específicas y de nicho", detalla Ghidini, a lo que L'Estrange agrega que creció la demanda de perfiles asociados a procesos de digitalización: "Se dejaron de lado las posiciones en áreas más tradicionales, como legales, comercial y administración; y crecieron las vinculadas a innovación". Al respecto, Servide que se potenciaron las habilidades soft. Por su parte, el consumo masivo, sobre todo alimentos y bebidas, y los bancos fueron los sectores más golpeados, en donde más retrocedió la contratación de altos directivos.

Las expectativas futuras no son alentadoras. Los headhunters no vislumbran una mejora en el corto plazo. El ejecutivo de Randstad prevé que el primer semestre de 2020 será parecido a 2019. "Salvo que la nueva administración anuncie medidas que tiendan a una gran generación de empleo, los primeros signos de recuperación aparecerían en el segundo semestre. "El año que viene no va a ser bueno. La reactivación recién vendría en 2021", augura el número uno de High Flow Consulting.