Creó un red para diagnóstico temprano del cáncer de mama y logró que Merck Sharpe & Dohme financie su expansión
Mamotest, la red de diagnóstico temprano fundada por Guillermo Pepe, logró u$s 1,6 millón en su primera ronda liderada por el laboratorio norteamericano. Sus planes
Comenzaron a negociar en enero de 2020. Un año y meses después, pandemia de por medio, Mamotest, la primera red de telemamografía de América latina que permite diagnosticar el cáncer de mama de manera temprana logró cerrar una ronda de inversión por u$s 1,6 millones liderada por el gigante farmacéutico Merck Sharpe & Dohme y de la que también participaron inversores privados argentinos.
Guillermo Pepe fundó Mamotest luego de hacer un curso de medicina exponencial en Singularity University en 2013 y nació como una organización de impacto social para brindar servicios de diagnóstico asequibles y de alta calidad en lugares desatendidos de Argentina. El sistema demostró ser financieramente exitoso y creció hasta convertirse en una red de centros de diagnóstico y soluciones de telerradiología, que permite dar servicio a los clientes del sector público y privado a gran escala.
El acuerdo con el laboratorio norteamericano de la firma, que factura por año u$s 1,7 millón, contempla la expansión de este emprendimiento a México para luego seguir con otros países de la región y también la posibilidad de utilizar el mismo modelo para diagnosticar otras enfermedades como el cáncer de pulmón.
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"El primer país donde vamos a desembarcar será México por el tamaño de mercado. Primero en el DF y desde allí armaremos nuestra característica red", cuenta Pepe, quien asegura que el mes que viene ya estarán poniendo un pie allí.
Para ello, están en charlar con socios locales, centros de salud en los cuales poder instalar un centro de telemamografías.
"En 18 o 24 meses ya vas a estar abriendo una segunda ronda de inversión para continuar la expansión", adelanta Pepe sin dudarlo, aunque asegura que conseguir la primera fue "muy difícil". "El 60% de los fondos de inversión que contactamos nos decían que no. ‘Si estás en la Argentina no. Nos gusta tu modelo pero avisanos cuando ya estés en México y funcione', me decían", cuenta el empresario.
Sin embargo, esa no fue la única dificultad. "Que una empresa de impacto social reciba inversión es aún más difícil. Primero evalúan que reamente lo seas y después analizan los números como a cualquier compañía. Tenés que demostrar más cosas", señala Pepe, quien asegura que es una de las primeras, sino la única firma de impacto social que recibe inversión de una multinacional.
En este caso fue uno de los tres fondos del laboratorio, el dedicado justamente a iniciativas de impacto, quien apostó por el proyecto argentino.
La solución
La compañía se enfoca en un importante desafío de salud en el mundo; la alta tasa de mortalidad por cáncer de mama. Siendo el tipo de cáncer más común, se estima que 1 de cada 8 mujeres lo desarrollará en su vida. Sólo el 30% de las mujeres tienen acceso a su diagnóstico en América Latina.
"Existe una alta correlación entre el diagnóstico temprano de alta calidad y las tasas de supervivencia: estas últimas son de hasta un 90% cuando el cáncer se detecta en una etapa temprana. Y esto no sólo salva vidas, también ahorra dinero, ya que un dólar invertido en diagnóstico se traduce en u$s 10 de ahorro en tratamiento posterior, unos u$s 15 millones al año", asegura el emprendedor correntino, quien se especializó en economía empresarial y la aplicó para solucionar un tema que desvelaba a su padre radiólogo y especialista en diagnóstico mamario.
Hoy Mamotest cuenta con 15 centros en la Argentina: en Misiones, Corrientes, Jujuy, Chaco y Santa Fe en los cuales se diagnostican por año 60.000 mujeres.
Recientemente, Mamotest fue reconocida por las Naciones Unidas como una de las cuatro compañías globales para impulsar soluciones de tecnología en salud en la Cumbre Financiera de Ginebra en noviembre de 2020.
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