Tras años de caída, este mercado quiere movilizar la economía argentina y busca crecer un 10% en 2021

Luego de una caída en 2020 menor a la esperada, las principales marcas de camiones prevén que el mercado crecerá más del 10 por ciento este año. A qué apuesta cada una. Los factores que inciden en el segmento.

El mercado de camiones en la Argentina está atravesado por un eje con extremidades bien definidas: el balance del 2020, signado por la pandemia, y un 2021 del cual se espera una marcada recuperación en las ventas.

Cada una de las empresas que actúa en el segmento de los vehículos pesados diseña su propia y particular estrategia comercial, se engarza en la plaza de una manera singular, pero todas están a merced de variables macro que escapan a su alcance y que pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado.

En ese terreno resbaladizo que es la economía local, el crecimiento de las ventas de camiones depende de manera estrecha de la mejora de la actividad y del influjo de la política monetaria. Un PBI robusto se traducirá en sectores pujantes y eso, más temprano que tarde, azuzará las transacciones de vehículos comerciales.

El balance del 2020 es una hoja de ruta sinuosa, un mapa con curvas inesperadas. A la hora de sopesar buenas y malas, a todas las compañías les queda la sensación de que el saldo final, en un período marcado a fuego por la pandemia, no fue tan malo como se presumía.

Lo que le ocurrió a Mercedes-Benz Argentina es apenas un botón en el muestrario. "Arrancamos un año con muy buenas proyecciones, que se estaban de hecho ya concretando. Y en el mes de marzo tuvimos que reinventarnos, redefinir y ajustar todo al nuevo contexto con pandemia", explica Verónica Niemann, gerente de Asuntos Públicos y RSE de la compañía alemana.

"El Centro Industrial estuvo paralizado por dos meses. Volvimos a producir a finales de mayo -cuenta-. Una parada de estas características, más allá de lo que son las paradas por razones técnicas y para el mantenimiento, nunca tuvimos".

También de manera imprevista el mercado esbozó una recuperación. Mercedes-Benz, que tiene una participación del 31 por ciento en el segmento local de camiones, logró el patentamiento de 9000 unidades. Hay razones que explican el fenómeno y tienen que ver con el rol de los vehículos pesados en la economía.

Luego de una caída en 2020 menor a la esperada, las principales marcas de camiones prevén que el mercado crecerá más del 10 por ciento este año. A qué apuesta cada una. Los factores que inciden en el segmento.."Los camiones estaban abasteciendo de productos de primera necesidad a todos nosotros -señala Niemann-. Garantizamos a través de todos nuestros concesionarios y talleres autorizados brindar el máximo nivel de servicios para que todos estos vehículos no vieran interrumpido sus traslados". Además, la firma fortaleció el sistema Mercedes-Benz Asistance, con un plan de contingencia, técnicos y talleres móviles propios.

Las experiencias se replican en otras compañías. Francisco Spasaro, director Comercial de Iveco en la Argentina, se sincera: "La realidad es que el mercado no estuvo tan mal. Pero si uno lo compara con lo histórico, con lo que uno hubiera esperado, no fue un buen año. Dada la situación particular de la pandemia, que todavía continúa, pensamos que el mercado podría haber estado muchísimo peor".

Iveco terminó comercializando 13.700 camiones en 2020, contra un 2019 en el cual le había puesto la firma a 15.000 ventas. Según Spasaro, "para la Argentina un mercado de 15.000 unidades vendidas es un mercado muy bajo. Deberíamos estar hablando de cifras por encima de las 20.000 unidades, tal vez 25.000 o 26.000. Ese ya es un mercado bueno. Hablar de 14.000 para una empresa como la nuestra, que tiene producción en el país, es un mercado bajo".

El análisis recae en los camiones de más de 3,5 toneladas de peso bruto en adelante. No todas las marcas en cancha juegan a ese nivel. "Iveco sí participa del total de la oferta de camiones, que arranca en los 3,5 toneladas hasta los fuera de ruta", subraya el director.

El segundo semestre, con la apertura de la economía, terminó por ser el punto de inicio de la parábola ascendente en las ventas de Scania, plantea Lucas Woinilowickz, gerente de Desarrollo de Negocios de la marca sueca. "Con el último trimestre y la mayor restricción a la disponibilidad de dólares, Scania se transforma en una inversión muy interesante", acota y explica: "El valor de reventa de un camión usado Scania es altísimo. Después de pasados cinco años el vehículo tiene valor de reventa del 70 por ciento del nuevo".

Según Woinilowickz, el hecho de que los camiones se compren al dólar oficial llevó en la última parte de 2020 a que una gran cantidad de transportistas decidan adquirir unidades nuevas. "Veníamos de años como 2018 y 2019 de muy bajos volúmenes por la crisis. En el fin de 2020 vendimos 1300, contra un pronóstico inicial de 900", detalla el ejecutivo. Scania tiene una participación de mercado del 30 por ciento en vehículos pesados, según la marca.

En ese 2020 tan singular, Volvo no fue la excepción a la regla. Belén Arostegui, gerente de Marketing de la compañía, dice a APERTURA que pese a toda la incertidumbre, "el balance fue mejor de lo proyectado a comienzos del año. En ese sentido para el mercado de transporte pesado, de camiones de 16 toneladas, que es semipesado y pesado, finalmente la baja no fue tan abrupta como se proyectaba. Terminó siendo en su rendimiento apenas un poco por debajo del 2019. Sin embargo, sigue siendo el año más bajo en lo porcentual del mercado de los últimos 10 años".

La empresa de origen sueco vendió 7000 unidades en el segmento de más de 16 toneladas, contra 7500 que había logrado comercializar en 2019. "Fue una baja no tan grande, en el marco de una tendencia de baja en los últimos años. Hay una caída en la industria en general", agrega Arostegui.

La recesión desde 2018 a esta parte también afectó al mercado de camiones. Los empresarios comenzaron entonces a ensayar el wait and see, asumieron posiciones conservadoras y estiraron la vida útil de los bienes de producción. Claro que todo tiene un límite.

Según explica Arostegui, "el parque se toma 10 años pero hay necesidad de renovación, en pos también de mejorar los costos operativos. Cuando hablamos de tener un camión con nuevas tecnologías, con motores más eficientes y actualizaciones que se van dando a lo largo de los años, se mejoran los costos operativos. Esa renovación en la flota es algo sumamente importante, ni hablar en actividades vinculadas a tareas peligrosas, que exigen una actualización".

Lo que viene

Existe también una visión compartida entre todas las compañías sobre lo que deparará 2021. Sus referentes observan que la dinámica de crecimiento de sectores como la construcción, la agroindustria y la energía terminará por traccionar las ventas de unidades pesadas.

"Ya se empieza a proyectar una mejora para 2021. De hecho, hacia fines del año pasado ya hubo una leve recuperación que no llegó a igualar los números de 2019. Se proyecta que para este año habrá un incremento de más del 10 por ciento en el mercado. Sigue siendo igualmente un mercado bajo, pero existe una necesidad de renovación del parque automotor", insiste Arostegui.

La estrategia de Volvo pasa por afianzar un crecimiento paulatino y persistente. En 2014 ocupaba el 5 por ciento del market share y seis años más tarde logró escalar hasta el 13 por ciento, según sus propias cifras. Dicen en la empresa que hay 13.500 camiones Volvo circulando por las rutas argentinas, y que la clave del avance radica en ampliar la estructura de soporte y concesionarias. Un ejemplo es el acuerdo con YPF, que se transformó en proveedor exclusivo de aceites y lubricantes para la marca.

En las proyecciones trazadas por Mercedes-Benz Argentina, el año trae números positivos. "La vida útil de algunas ejecuciones específicas, como el transporte de combustible, tiene un período que está reglamentado y a continuación se tiene que renovar la unidad. Pero hay otras actividades que no tienen reglamentación y son vehículos que se siguen utilizando. El parque automotor debería acelerar su renovación", evalúa Niemann. La marca de la estrella cumple 70 años en la Argentina, trayectoria que transformó a la planta de Virrey del Pino en la primera fuera de Alemania. Y el segmento de camiones cuenta con mucho acervo.

"Es un segmento muy importante para nosotros -afirma Niemann-. Más allá de la pandemia estuvimos haciendo lanzamiento de vehículos pesados, ejecuciones especiales como tracción 8x4, que se utiliza en minería, en construcción, en petróleo". Y brinda una primicia: este año comenzará a producirse en el Centro Industrial el Accelo automatizado, que antes se importaba.

Las cifras que, por su parte, proyecta Iveco Argentina son más que auspiciosas. Spasaro remarca que "este año estamos con bastante confianza de que habrá un crecimiento en torno al 30 por ciento en el mercado local. Nos basamos en que hemos vivido años similares donde con las políticas correctas la Argentina creció de un año al otro un 40 por ciento, y si uno mira la evolución que ha tenido el PBI, la relación con la inversión bruta, con la evolución del mercado de camiones, se advierte que hay una total analogía. Cuando el PBI sube, el mercado sube, y viceversa".

Y añade: "En el mercado de camiones el crecimiento de la economía debería tener un impacto multiplicador. Tenemos un mercado de 14.000 unidades, el más bajo de los últimos 15 años. En el 2020 la venta cayó por tercer año consecutivo. Eso da a entender que 2021 tiene que tener un crecimiento".

Para Woinilowickz, de Scania, "se proyecta un volumen similar al 2020. Condicionado por lo que ponga como condiciones el Gobierno para importar y la disponibilidad de dólares. El volumen de camiones disponible para mercado y el market share lo va a definir el Gobierno con la liberación de dólares para la importación".

En la Argentina, Scania fabrica componentes que abastecen a las tres líneas de producción, en Brasil, Suecia y Holanda. "Acá fabricamos elementos para la línea de transmisión, cajas, palieres y diferenciales. Eso se exporta, e importamos el camión completo", describe Woinilowickz.

En Iveco, que produce en el país y tiene una participación del 23 por ciento en camiones, pero que en pesados -más de 16 toneladas- sube al 30 por ciento, el panorama es diverso. "No hemos tenido restricción ni trabas, sí tal vez alguna demora -confiesa Spasaro-. La mayor demora se dio con los vehículos totalmente importados, y la menor con las autopartes para producción".

La exploración del mercado de camiones muestra el movimiento de las grandes marcas, pero también revela la estrategia de las más pequeñas, tal el caso de Hino, el vehículo pesado de Toyota, que comenzó a operar en la Argentina en 2016. En 2020, azotados por la pandemia, la firma japonesa logró vender 200 unidades. "Hino está hoy en un proceso de crecimiento -dice el General Manager de la firma, Víctor Moure-. El año pasado lanzamos la gama de camiones pesados, donde empezamos a trabajar en otro segmento del mercado como lo es el camión para el agro, para la distribución de larga distancia, para todo lo que es construcción y minería. Nos metemos en un nuevo segmento de mercado con un objetivo distinto, que es el de ir construyendo la relación con el cliente. No tenemos objetivos de market share por desarrollo de mercado sino más bien de ir desarrollando la marca paulatinamente".

Bajo ese concepto, explica Moure, el 2021 "se presenta con una recuperación promedio del 10 por ciento sobre el mercado del año pasado. Es positivo, empezamos un proceso de recuperación luego de tres años de caída. El 2021 va a ser el primer año que vamos a ver una tendencia positiva. La idea es seguir consolidando el Hino Serie 500, un producto que para nosotros es absolutamente nuevo". 

El texto original de esta nota se publicó en la edición 328 de la revista Apertura

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