Sus historias

Clonar dinosaurios, vivir en un avión y financiarse jugando al póker: las locuras más increíbles de millonarios

Para construir un imperio hace falta ser una persona peculiar. Estos magnates tuvieron ideas de lo más descabelladas.

Excéntrico. Esa es la palabra que suele utilizarse para describir a un millonario conocido por llevar a cabo actividades insólitas o tener costumbres poco comunes. Para fundar un imperio es necesario no solo tener carácter y una idea, sino también a veces pensar de manera poco tradicional y sí, ser algo excéntrico.

Existen muchas historias detrás de las personas más ricas del mundo, desde empresarios que fundaron sus negocios jugando al póker hasta CEOs que odiaban usar zapatos e incluso algunos obsesionados con crear un parque jurásico.

Su propio Jurassic Park

El australiano Clive Palmer no era un simple fanático de la película dirigida por Steven Spielberg, él fue más allá. En 2012 se puso en contacto con varios científicos para averiguar la posibilidad de clonar dinosaurios para crear un parque lleno de ellos. Por desgracia (para su proyecto), la ciencia aún no había avanzado lo suficiente como para traer de regreso a una especie extinta.

Pero el magnate, quien se volvió rico a través del negocio minero con su firma Mineralogy, no se quedó de brazos cruzados. En 2013 abrió el parque Palmersaurus el cual equipó con 160 réplicas de dinosaurios. El lugar aún puede visitarse e incluso este año invirtió más de US$ 100 millones para reformarlo.

Lo que sea por ganar

A veces algunas estrategias de marketing pueden ser cuestionables, pero no hay duda de que fueron efectivas. Este fue el caso de Mark Benioff, cofundador de Salesforce, que no dudó en apelar a su lado más creativo para ganarle terreno a su rival Siebel Systems. Él quería posicionar su idea de negocios del software as a service, mientras que la otra compañía lideraba con el modelo tradicional.

Para mover el avispero contrató a un grupo de actores para que simularan una protesta frente a un evento de Siebel. No solo incluyo desde cánticos inventados, sino también carteles y hasta un equipo de periodistas falsos cubriéndolo. Esto no fue lo único porque en otra ocasión alquiló toda una flota de taxis para que sus empleados pitchearan la idea de Salesforce a las personas que iban a otro evento de su rival.

De aquí para allá

El alemán-estadounidense Nicolas Berggruen es conocido como el ‘multimillonario sin techo'. Mientras su empresa de inversiones Berggruen Holdings amasaba fortunas, su fundador no echaba raíces en ningún lado. Contaba con oficinas en Nueva York, Berlín y Tel Aviv, entre otras ciudades, sin embargo nunca compró una casa en ningún lado. En cambio, vivía en hoteles y volando en su avión. "No necesito más que mi teléfono", le aseguró en 2017 a Vanity Fair.

Pero, su apodó dejó de existir hace un par de años cuando finalmente adquirió una casa por US$ 40 millones. ¿El motivo? Su reciente paternidad lo llevó a querer darle un hogar formal a su familia.

En busca de la felicidad

Así como es conocida la historia de Chris Gardner, encarnado por Will Smith en su biopic, hay otro exitoso empresario que se hizo de abajo. John Paul DeJoria vendió tarjetas de Navidad y enciclopedias y fue conserje antes de entrar a trabajar en un laboratorio. No obstante, cuando lo despidieron pasó a vivir en su auto, pero no abandonó su sueño de crear un emprendimiento de productos capilares.

Finalmente cofundó John Paul Mitchell Systems con US$ 700 y esta se convirtió en una de las empresas más exitosas especializada en productos para peluquerías.

Las cartas sobre la mesa

Conseguir capital para empezar un proyecto puede ser complicado. Después de muchas negativas a veces hay que pensar fuera de la caja. Por eso David Daneshgar decidió anotarse en un torneo de póker en Los Ángeles y así obtener el dinero suficiente para lanzar su compañía.

Invirtió US$ 1000 para ingresar en la competencia de dos días y se quedó con el premio de US$ 30.000. Con ese montó empezó BloomNation, un Marketplace que une a floristas con clientes. Antes de esa victoria, Daneshgar ya tenía experiencia en el mundo de las cartas con varios torneos ganados en su juventud.

Pies descalzos

Acostumbrados a los ejecutivos de traje y sin una arruga en el pantalón, para varios empleados era raro verlo llegar a Seth Priebatsch a la oficina de SCVNGR, la app de location-based gaming que manejaba. Su outfit era siempre el mismo: remera naranja y sin zapatos. Incluso, el empresario no solía salir de la compañía ya que la mayoría de las veces se quedaba a dormir en su oficina.

En 2012, Priebatsch reconvirtió la firma a una app de pagos llamada LevelUp. Hoy se desempeña como chief strategy officer de GrubHub, plataforma de delivery de comida.

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