Chau, caja navideña y fiesta de fin de año: ahora, las empresas regalan experiencias, como Bigbox y Fanbag

La categoría creció con la cuarentena y reemplazó a los presentes corporativos este año: las empresas del sector triplicaron sus ventas respecto a un año atrás

Dos mil veinte obligó a las empresas a reinventarse y los regalos corporativos de fin de año no estuvieron exentos de esta transformación. En un contexto inusual y con su fuerza laboral dispersa por la baja concurrencia a las oficinas debido al trabajo remoto, las compañías buscaron nuevas formas de agasajar a sus colaboradores con motivo de las Fiestas

El formato de experiencias, que tuvo un crecimiento acelerado durante la cuarentena, fue una de las opciones más elegidas, en un año atípico donde los obsequios y los festejos tradicionales quedaron de lado.

Sin la posibilidad de realizar reuniones y con la organización que requiere el operativo logístico de entrega de la caja navideña con la descentralización del personal, las áreas de Recursos Humanos se volcaron a la compra de esta propuesta. Empresas líderes del sector, como Bigbox y Fanbag, readaptaron su oferta con productos para esta temporada y hasta triplicaron sus ventas comparado a la misma época de 2019.

 

"Ni en el mejor escenario previmos tal crecimiento. Cerraremos diciembre con un incremento de la demanda de regalos empresariales del 233% versus 2019, con un gasto promedio por empleado de $ 3500", asegura Gastón Parisier, fundador y CEO de Bigbox.

Hoy, el segmento corporativo ya representa el 50% del total de las ventas de la firma, cuando el año pasado alcanzaba el 33%. Aunque diciembre fue el mes de mayor demanda, la compañía también registró, desde el inicio del brote del coronavirus, un crecimiento de la facturación anual del 70% y un aumento del 35% de las unidades vendidas a este target.  

Desde el inicio de la pandemia, las ventas de Bigbox crecieron un 300%, con un promedio de 10.000 visitas diarias a su sitio web, que además tiene 11 puntos de venta en shoppings de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires y dos locales en el interior del país.

"Las empresas vieron en las experiencias la posibilidad de sustituir, de alguna manera, la fiesta de fin de año que no pudieron hacer y pensar un obsequio más personalizado. También, es una forma de mantener a los equipos motivados, cuando muchos no pueden disfrutar de las amenities de sus oficinas por el teletrabajo. Además, los empleadores que no hicieron los ajustes salariales como pretendían hacerlo lo consideran un 'gesto'", describe Parisier los factores que impulsaron la demanda.

Por su parte, Fanbag duplicó la facturación proveniente del segmento corporativo respecto de 2019, con una suba del 100% en las unidades vendidas.

En este caso, el tícket promedio por agasajado rondó entre $ 2000 y $ 2500. "De un año a otro, las organizaciones suelen incrementar su gasto acorde al aumento inflacionario", cuenta Nahuel Filardi Sabin, CEO y cofundador de la firma, que diseñó una propuesta especial, la "Fanbag navideña", con 10 experiencias, de la cual ya vendió 30.000 unidades.

Para el ejecutivo, la mayor ventaja de esta alternativa es el ahorro del tiempo y el costo que insume la logística, ya que brinda la posibilidad de autogestionar los regalos desde una plataforma online, con un envío digital.

Entre las compañías que contrataron los servicios de Bigbox y Fanbag se encuentran tecnológicas, consultoras, energéticas y proveedoras de servicios, entre otras.

Los presupuestos destinados a estos regalos les permiten a los agasajados elegir, mayoritariamente, opciones para celebrar a la distancia, sobre todo gastronómicas, con comidas para disfrutar en el hogar y salidas a restaurantes, aunque también pueden acceder a cursos y talleres virtuales y entretenimiento online como shows en vivo.

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