Hizo cuentas y descubrió la "mentira" de los millonarios: el talento no tiene nada que ver

Una reflexión sobre la riqueza del hombre más rico del mundo se viralizó en redes sociales. 

Twitter pocas veces es un lugar para la reflexión  y el análisis descorazonado y sesudo. Sin embargo, un usuario generó revuelo cuando presentó ciertos datos sobre la riqueza de Jeff Bezos, CEO de Amazon, y también el hombre más rico del mundo. Bezos asumió este título en 2017 cuando superó al ex magnate de la tecnología Bill Gates, según el relevamiento de la firma Forbes.

Bezos tiene actualmente una riqueza cercana a los u$s 100.000 millones, aunque la mayoría no es líquida y está inserta en sus acciones en The Washington Post, Blue Origin (compañía dedicada a la exploración espacial) y, por supuesto, Amazon. En base a estos números surgió el sugerente post.

A continuación, el tuitero expuso una analogía para tratar de entender las gigantescas cifras de la riqueza de Bezos.

 Bajo este escenario, el usuario se pregunta. "¿Conocen alguna manera de ganar tanta plata en un año trabajando?" a lo que responde: "Ahí está el secreto sucio del capitalismo rentista en el que vivimos: la mejor manera de enriquecerse no es trabajando. No, la mejor manera de enriquecerse es... ser rico".

Una posible explicación para este fenómeno es la llamada regla 20:80.

La distribución de las riquezas sigue un patrón conocido como la regla 80:20, que se refiere a que 80 por ciento de estas pertenece al 20 por ciento de las personas. Es más, el año pasado un informe de Oxfam reveló que la fortuna de los ocho más ricos del mundo equivale a la de los 3.600 millones más pobres.

Esta distribución suele darse en todas la sociedades, sin importar su escala. El patrón fue ampliamente estudiado, pero en el caso de la riqueza se vuelve realmente controversial. ¿Por qué tan pocas personas tienen tanto dinero?

La respuesta más habitual es que se trata de una meritocracia en la cual se recompensa a los más inteligentes, los que más se esfuerzan. Pero la realidad es que la suerte tiene un impacto considerable

Mientras que la distribución de la riqueza sigue esta “ley , la inteligencia no tiene extremos tan marcados. El IQ promedio es de 100, pero nadie tiene un IQ de 1.000 o 10.000 y lo mismo sucede con el esfuerzo, nadie trabaja mil millones de horas más que el resto.

Aún así, cuando se trata de la recompensa por el trabajo, algunos ganan miles de millones de veces más que otros, pero estos no son necesariamente más talentosos.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Catania, en Italia, liderado por Alessandro Pluchino, creó un modelo digital del talento humano y la forma en que las personas lo usan para aprovechar las oportunidades de la vida. Este les permite estudiar el peso de la suerte en el proceso. Lo que hacen es simular 40 años de trabajo durante los cuales cada sujeto tiene chance de encontrarse con situaciones que le permiten aumentar su fortuna.

El nuevo modelo logra reproducir con precisión la distribución del mundo real, pero los individuos más ricos no son los más talentosos. si bien deben contar con un mínimo de talento, son los más suertudos quienes acumulan las más grandes fortunas. “El de mayor éxito nunca coincide con el de mayor talento. Es evidente que la mayoría de los individuos exitosos son también los más suertudos , señalan el investigador.

 

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