Molinos, del grupo Perez Companc, compró La Salteña

Molinos Río de la Plata, del holding Perez Companc, adquirió a la tradicional marca de pastas y tapas de empanadas, que había sido puesta en venta por la multinacional General Mills

Pese a la debacle del consumo y a un rojo en su balance, producto en gran medida de la devaluación, Molinos Río de la Plata apuesta a crecer en el mercado de alimentos.

Tal como adelantó El Cronista el jueves 10 de enero, la firma del grupo Perez Companc cerró la compra de La Salteña.

La emblemática marca de tapas de tarta, empanadas y pastas frescas estaba en manos de la multinacional General Mills, que le había colgado el cartel de venta en el último trimestre del año pasado.

El acuerdo, comunicado en la bolsa porteña, incluye la compra de la planta industrial de La Salteña en la localidad bonaerense de Burzaco, con más de 500 empleados.

La cifra no se divulgará hasta que se complete el traspaso el 28 de enero, según le comentó a El Cronista una fuente de la alimenticia del holding Perez Companc.

"La adquisición de La Salteña es un paso más en la estrategia de crecimiento de Molinos, que en los últimos dos años realizó inversiones por u$s 100 millones en sus plataformas de alimentos, agro y energía", destacó la firma en un comunicado.

La planta de Burzaco, con una capacidad productiva de 200 millones de unidades anuales, fue inaugurada en 2011 y estaba previsto que exportara más del 90% de su producción.

Sin embargo, la retracción del mercado interno que se aceleró durante el año pasado, impulsó la decisión de la multinacional alimenticia General Mills de abandonar sus inversiones en la Argentina y concentrarse en otros países de la región. El gigante alimenticio de origen británico ya se había desprendido, hace tres años, de su negocio de panificados, vendiéndoselo a la mexicana Bimbo.

Compra estratégica

"Nosotros no vemos esta operación como una oportunidad coyuntural frente a una compañía que se retira por la crisis, sino como una compra estratégica, que nos permite seguir creciendo y entrar en un segmento, como el de tapas de tartas y empanadas y pastas frescas, en el que no estábamos", confió el vocero de Molinos.

Asímismo, señaló que "por el momento no habrá cambios en la marca; aspiramos a seguir impulsándola, y a llegar con una mejor distribución a más hogares del país".

Fundada en 1967 como un negocio familiar, La Salteña se transformó en una marca emblemática en las mesas argentinas. Con el tiempo, incorporó a sus tradicionales tapas de empanadas, tartas, copetín y pastelitos, variedades "con semillas" y "sin gluten", además de pastas frescas y una pequeña línea de pastas secas. En 1995, la firma había sido adquirida por General Mills. El gigante del mundo alimenticio controla en el mundo los helados Häagen-Dazs y las barritas de cereal Natural Valley, entre sus más de 100 marcas y posee ingresos anuales por más de u$s 16.500 millones.

Molinos, en tanto, forma parte del holding creado por Gregorio 'Goyo' Perez Companc, considerado por la revista Forbes el hombre más rico de la Argentina hasta que se jubiló, en 2009. El grupo, hoy en manos de sus herederos y liderado por su hijo Luis, posee negocios en el rubro alimentos, agro y energía, con ingresos anuales por más de u$s 3.400 millones y más de 10.000 colaboradores .

A mediados de 2018, Molinos vendió su marca de fideos secos Vizzolini (que había comprado al grupo Mondelez cuatro años antes) a Bonafide. La operación se realizó por exigencia de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, con el fin de "permitir el ingreso de un nuevo competidor" a un mercado en el que Molinos ejercía el liderazgo con sus marcas Luchetti, Matarazzo y Don Vicente, entre otras.

Dueña de 22 marcas de alimentos, la firma del grupo Perez Companc facturó el año pasado un 39% más que en 2017. Sin embargo, el doble efecto de recesión y devaluación hizo estratos en sus estados contables. Al 30 de septiembre, había acumulado una pérdida neta de $ 2068,44 millones, contra un rojo de apenas $ 9 millones un año antes.

No obstante, el holding que comandan los herederos de "Goyo" Perez Companc, concretó recientemente inversiones por más de u$s 100 millones en la construcción de dos centros de almacenamiento, robotización de sus instalaciones, nuevas líneas de producción de fideos largos, libres de gluten, alfajores chocoarroz y obleas Gallo Snacks, así como la ampliación de su bodega, Nieto Senetiner.

No es todo. E l grupo familiar también compró en Uruguay el frigorífico San jacinto, en el que ya tenía el 51% de las acciones. Con una capacidad diaria de 1000 vacunos y 4200 ovinos, es uno de los principales exportadores de carne de la Banda Oriental.

En el rubro energético, tal como consignó El Cronista, Pecom, la firma energética del grupo, adquirió la empresa de servicios petroleros brasileña Bolland, por u$s 120 millones.

 
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