Mientras la 'City' enloquecía, los CEOs intentaban pensar en el largo plazo

En un evento empresario, cuatro líderes de empresas intentaban mantener la mirada puesta en 2020. Reflexionaron sobre los desafíos que enfrentan en el escenario electoral actual. Marcaron el contraste entre las urgencias del día a día y la necesidad de estabilidad y certidumbre para sus inversiones

El dólar abrió a la suba y, de forma acelerada, había cruzado los $ 47. El riesgo país escalaba, también, vertiginosamente, hacia por encima de los 1000 puntos. En el exterior, los nubarrones se cerraban y los mercados parecían hacer sonar las trompetas del Apocalipsis. Puertas adentro del Palacio de Aguas, cuatro CEOs intentaban ponerse por encima de la situación y, cosa difícil en un país como la Argentina, intentar mirar más allá del fin del mundo que, para muchos, parece ser el camino hacia octubre.

"El país necesita reglas claras. Los cambios de gobierno siempre ocasionan volatilidad. Aunque los negocios miran a largo plazo. Por eso, es fundamental aspirar a lograr cierta estabilidad", sostuvo Pablo Ardanaz, gerente general de Sodimac, el retailer de materiales para la construcción. Fue uno de los disertantes del evento "Desafíos y estrategias en empresas públicas y privadas en un año clave", organizado por el capítulo argentino de Women Corporate Directors (WCD), organismo internacional que agrupa a mujeres que ocupan altos puestos directivos en el mundo corporativo, y la consultora KPMG, su global lead sponsor. Los demás participantes fueron Alejandra Alberdi, vicepresidenta de AySA; Carolina Castro, directora de Industrias Guidi y presidenta de Legislación de la Unión Industrial Argentina (UIA); y Pablo Orsei, presidente y CEO de Motorola.

En el auditorio, a muchos les era muy difícil despegar la vista del celular. Apps para chequear cotizaciones eran clickeadas casi a la par de WhatsApp, Twitter o cualquier otra red social. Las pantallas devolvían cifras en rojo, las caídas de los activos argentinos. "El candidato es Mauricio. No hay otro plan", declaraba en radio el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. "Decidimos en la Argentina, no en Wall Street", se plantaba el alcalde, ante la hipótesis de que la estampida era, sinceramente, un voto de desconfianza a la reelección presidencial. En el panel, los CEOs avanzaban con el desafío de intentar pensar en 2020.

"Durante estos últimos años, se hicieron muchas inversiones en telecomunicaciones. El sector privado se enfocó en aumentar la velocidad de Internet, así como también el Estado se concentró en ampliar el alcance de la fibra óptica. Instaló 30.000 kilómetros, aproximadamente y la infraestructura tecnológica se ubicó en un nivel parecido al de los demás países de la región", señalaba Orsei. Subrayó que la actividad económica debe mostrar signos de recuperación para que las empresas no detengan sus planes de inversión. Es que, en este camino, aún queda un largo tramo por recorrer. "El 48% de los argentinos no tiene acceso a 4G. Falta extender su cobertura. Para eso, las compañías deben continuar efectuando inversiones", agregó.

Castro, por su parte, resaltó la importancia de mejorar la productividad. "De lo contrario, la Argentina no podrá dar el salto. Este salto cuánto es tecnológico", aclaró. Ejemplificó con lo ocurrido en la empresa familiar que dirige: "Pasamos de un 38% al 100% de automatización en nuestros procesos. Nos ayudó a reducir costos. Realizamos esta inversión en un momento en el que el país crecía. En la última década y media, reinvertimos el 87% de las utilidades. Hay que aprovechar los años de bonanza y hacer el máximo esfuerzo posible", destacó. El martes, vale recordar, habrá paro nacional.

Según ella, el futuro es promisorio para sectores como industria farmacéutica, maquinaria agrícola y el software, por el potencial exportador que tienen. Fronteras adentro, la tecnología también supone desafíos a largo plazo: el 85% de los clientes que visitan los puntos de ventas físicos de Sodimac chequean y comparan precios con sus celulares antes de tomar decisiones. En ese escenario, dijo Ardanaz, atraer a clientes cada vez más exigentes es el principal reto para los retailers. "Nos encontramos con consumidores empoderados, que quieren ser respestados. Manejan mucha más información. Con un par de clicks, se contactan con otros usuarios. En un contexto como este, tienden a ser muy racionales. Aunque no dejan de lado el componente emocional cuando permiten darse gustos", amplió.

"Este Gobierno hizo mucho para mejorar las organizaciones del sector público. Se establecieron mejores prácticas y políticas de gobernanza inexistentes hasta entonces. Gracias a ello, hoy, Aysa está llegando al punto de equilibrio financiero. Sería deseable que prosigan los proyectos", indicó Alberdi, la VP de AySA, empresa cuyo 90% está en manos del Estado nacional. La ejecutiva destacó la necesidad de que -al menos, para una compañía así- el próximo gobierno (actual o uno nuevo) mantenga las políticas ya adoptadas. Nada más -y nada menos- que una luz de certidumbre. Para entonces, los mercados empezaban a calmarse. Venta de futuros y tasa del 71% mediante, el dólar se desinflaba hacia poco más de $ 46 en los que cerró y el riesgo país descendió a 935 puntos, los valores en los que cerró luego de una mañana agitada.

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