Marino, CEO de Acindar: "Somos una empresa demasiado grande sólo para el mercado doméstico"

Desde que llegó al país, el ejecutivo lidió con la crisis. Explica por qué la Argentina no debería desaprovechar la oportunidad de exportar.

Marcelo Marino sonríe. Bromea sobre el descenso del Cruzeiro. Oriundo de Minas Gerais, es hincha del Atlético Mineiro. Ansía el momento de degustar la venganza: ver un drone con el fantasma de la B durante el primer partido de su clásico rival en la segunda división del fútbol brasileño, tal cual ocurrió hace 15 años, cuando su equipo, el Galo, padeció el mismo calvario.

Pero el ejecutivo -ingeniero mecánico con MBA y masters en Finanzas- cambia el semblante cuando habla de su propia realidad. Mañana cumplirá dos años desde su llegada a la Argentina. Aterrizó el 17 de diciembre de 2017, dos días antes de un episodio -la batalla campal en la Plaza de los Dos Congresos- que, según varios analistas, marcó un antes y un después para el anterior Gobierno.

Como CEO de Acindar, una de las principales siderúrgicas de la Argentina, filial del coloso global ArcelorMittal, lidió con los dos últimos años de la Administración Macri. Percibió, también, la magnitud de la crisis desde la presidencia de Acindar Pyme, la mayor sociedad de garantías recíprocas (SGR) privada del país, con un fondo de riesgo de $ 3000 millones. "El perfil cambió. Antes, avalábamos crédito para que una empresa crezca. Con la crisis, eso se acabó. Hoy, se pide para capital de trabajo; para que la empresa siga operando al mínimo", observa.

"Esto es muy preocupante. Nos interesa financiar inversiones, nuevo empleo, nuevas máquinas, que capital de trabajo. Ojalá volvamos a avalar inversiones en eso. Pero la situación está complicada: en los últimos meses, la mora creció", agrega.

¿Qué cree que pasará?

No hay economía sin crédito. Es necesario para la reactivación. Y, para que el crédito fluya, los avales son imprescindibles. El 70% de nuestros avales, hoy, son por fuera de la cadena de valor de Acindar. Tendremos demanda. Porque las pymes necesitarán crédito.

¿En qué se sustenta esa perspectiva de reactivación?

Tenemos ahora algo de competitividad frente al mercado internacional. Desde 2018, estamos con foco en las exportaciones. Deben ser la salida para mantener el nivel operativo de las empresas, mientras el mercado argentino vuelve a funcionar. No debemos desperdiciar la oportunidad de exportar. Políticas para la exportación, créditos, reintegros... Este tipo de cosas serían importantísimas para mantener la actividad, mientras el mercado local se recupera.

A corto plazo, las señales son más retenciones.

Acero es una industria de largo plazo. Nuestros modelos de negocios no tienen foco en el corto. La semana pasada, durante la crisis en la que estamos, aprobamos inversiones para nuestra planta. Este año, desembolsamos casi u$s 20 millones para mejorar performance y aprobamos, para el próximo, entre u$s 20 millones y u$s 30 millones. Con lo cual, con u$s 20 millones que quedan de un plan previo de u$s 40 millones, hay un presupuesto de u$s 50 millones.

No podemos parar ese foco en mejora por una crisis que, esperamos, sea momentánea. La Argentina va a retomar. Y debemos estar preparados. Hay que hacer los deberes: bajar costos, trabajar con alta productividad, en performance de equipos. ArcelorMittal tiene operaciones industriales en 57 países. Tratamos de tomar las mejores prácticas de cada uno.

¿A qué nivel de capacidad está trabajando Acindar?

Al 60%, desafortunadamente. Y con un importante nivel de exportaciones; el mercado argentino no absorbería el 60% de nuestra capacidad. Estamos exportando cinco veces más, en volumen, que en 2017. Somos una empresa demasiado grande para el mercado argentino. Estamos muy bien ubicados, tenemos puertos, toda la infraestructura para ser una excelente plataforma de exportación. Sólo lo lograremos si somos competitivos externa e internamente: competimos contra otras filiales.

¿Cómo impacta a la empresa la decisión de Donald Trump de reimponerle aranceles al acero argentino?

Prácticamente, nada. Exportamos poco a los Estados Unidos desde la Argentina. Como el acuerdo era por cupo, y el nuestro había sido muy bajo en los últimos cinco años, nos habían asignado muy poco. Con lo cual, por el cupo, me quedé afuera; ahora, me quedé afuera igual.

¿A qué mercados exporta Acindar?

Al cono sur: Bolivia, Paraguay, Chile. También, a otros destinos de América del Sur y de América central. Algo a Canadá y materiales de alto valor agregado, a Asia. Pero el mayor volumen es a América (Sur y Central).

¿Con qué expectativa concreta ve este cambio de gobierno?

El final de año fue muy difícil. Hubo cierta incertidumbre. Un cambio de gobierno, siempre, es complicado. Se pierde un poco el norte, entre el que sale y el que, todavía, no entró. A medida que se vaya delineando, que se sepa más la visión de este nuevo gobierno, será más fácil hacer algún pronóstico. No esperamos una reactivación fortísima el próximo año. Sí que pare de caer y que empiece la recuperación gradual en algunos meses.

¿Qué variables de la macro monitorea?

El brasileño no tiene sensibilidad al dólar. En la Argentina, la diferencia cambiaria con el peso tiene un impacto mayor. Es una variable que miramos. La tasa de interés también, por supuesto. La economía se mueve a través de la tasa de interés. Otros indicadores del negocio serán la tasa de inversión del Gobierno y la de inversión externa. Y el crecimiento de tres sectores: agro, construcción civil e industria.

¿El dólar en el rango de $ 60 a $ 65 está en equilibrio?

Equilibrio es el que ponga el mercado. El equilibrio es relativo, dinámico. Dependerá de cuánto sea capaz de exportar la Argentina. De ser atractiva para la llegada de dólares genuinos. De cómo será el ajuste de sus cuentas internas, del superávit primario.

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