La inversión social también puede ser un buen negocio

"Lo que no se define no se puede medir. Lo que no se mide, no se puede mejorar". Las palabras son de Iván Buffone, fundador de la consultora BS (Business Sustaintability), quien cita al matemático británico William Thomson Kelvin.

Y justamente con esta premisa como meta es que BS trajo a la Argentina la herramienta MasImpact que, utilizando la metodología sobre la cual el Dow Jones evalua su Índice de Sustentabilidad, permite medir el impacto social y ambiental de una empresa, además del económico.

"Como consultora integramos los modelos negocios con el triple impacto y reconocemos que la rentabilidad es el primer beneficio de una empresa ya que si esta fracasa también lo hacen todas las externalidades positivas", explica Buffone.

De ahí, que una de las propuestas de BS sea ofrecer herramientas que permitan traducir al lenguaje económico y financiero el impacto social y ambiental de las empresas. "Hay que demostrar que estos impactos también pueden ser un buen negocio. Y hay que hacerlo en un idioma que, quienes deciden sobre los recursos de una compañía, entiedan", señala el experto.

Fue así que a principio de año comenzaron conversaciones con una start up española que había logrado digitalizar la metodología que usa el Dow Jones para evaluar a las empresas que participan de su Índice de Sustentabilidad, el LBG (London Benchmarking Group), un estándar creado justamente por seis grandes empresas con sede en el Reino Unido, entre ellas, IBM, BP y Diageo. Actualmente, son más de 350 compañías en todo el mundo las que gestionan y comunican sus actividades en la comunidad gracias al modelo LBG, creado en 1994.

"La herramienta de la española MasImpact Lab da una buena foto de la inversión social y ambiental en un leguaje que el mercado entiende", detalla Buffone. Y se explaya: "Ayuda al mercado a identificar los efectos positivos ambientales y sociales que tiene un negocio".

A la vez, remarca, "al haber varias empresas que se miden de esta forma ya se ha formado un ecosistema".

Según explica el consultor, esta herramienta es la única que habla en los términos del Dow Jones y te permite gestionar en vivo. "No es solo una planilla que saca reportes. Y sirve tanto para grandes corporaciones como para pequeñas empresas ya que es muy simple de usar", asegura Buffone que dice que además se puede adaptar a otros índices como el BIMA o el Index América, entre otras.

En España, por ejemplo, ya la utilizan grandes organizaciones como BBVA, Naturgy, Iberdrola.

En la Argentina, donde la consultora ya tiene cinco proyectos vigentes, este tema está en la agenda de las empresas, según señala Buffone. "Notamos que era un herramienta que faltaba en nuestro mercado, también a nivel de políticas públicas. Estaba la necesidad de medir estos impactos, más aún hoy que muchos organismos multilaterales e, incluso, fondos de inversión se manjena con criterios ESG (Environmental, Social and Governance).

Segura de los resultados, la firma decidió cobrar, más allá de los costos fijos, por participación en el valor que se genera.

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