Bodega Garzón es un sueño que se volvió más que rentable para Bulgheroni. No solo recibió el premio de Wine Star Awards a la "Mejor Bodega del Nuevo Mundo" el año pasado -por su lógica gran visión empresarial (de la mano del hombre más rico de la Argentina)- sino que además se afianzó como la mayor exportadora en su rubro. Uno de cada tres vinos que exporta Uruguay es de Garzón y si se exceptúa a Brasil, es uno de cada dos.

El caso de Bodega Garzón fue ejemplo de inversión extranjera con gran rédito durante el encuentro empresarial 'Oportunidades de negocio en Uruguay' que se realizó en la residencia del Embajador de ese país. Allí se destacaron los beneficios de invertir del otro lado del río, como ya hicieron 300 empresas argentinas.

Nicolás Kovalenko, Hospitality Director de Bodega Garzón, relató a El Cronista que hace 11 años trabaja en la compañía; desde que solo se dedicaba al aceite de oliva hasta comenzar con el vino y desde hace tres años en el complejo turístico que incluye un restaurante dirigido por Francis Mallmann.

Elabora vino desde 2011 pero con volumen exportable desde 2013. Al principio, los vinos solo eran premium y luego la bodega se diversificó. Se inauguró en 2016 con una inversión de u$s 85 millones y tres años después ya exporta a 41 países. Creció a la par de Uruguay, que exportaba 2 millones de litros de vino en botella. Hoy está llegando a 4 millones y de ese volumen, la tercera parte proviene de Garzón.

"Excepto a Brasil, que es el mayor mercado de exportación, al resto del mundo una de cada dos botellas es nuestra", dijo Kovalenko, quien define a la empresa como 'familiar', emplazado en una propiedad que Bulgheroni compró para su uso personal para pasar los inviernos y que visita con frecuencia. Allí reciben 30.000 visitantes al año.