Gatto: “El negocio de cajas de seguridad creció y a la larga es una vaca lechera

La empresa de cajas de seguridad Hausler acaba de inaugurar en el barrio de Belgrano su cuarta sucursal, para la que invirtió $100 millones, y su CEO, Jorge Gatto, ya tiene en mente la apertura de las dos próximas. Es que durante el año, el negocio creció, incluso en medio de la crisis, explica.

“Creo que este es un momento distinto, pero igual a otros. Y cuando vos estudiás muy bien y hacés la evaluación del potencial del negocio de manera adecuada, conocés bien lo que estás haciendo, conocés el mercado, el riesgo se minimiza , destaca.

Hace dos semanas la compañía hizo el open house de la nueva sucursal. Abrió sus puertas para que los potenciales clientes pudieran conocer la bóveda y vieran las normas de seguridad antes de que tuvieran que cerrarla. “Una vez que tenés una sola caja alquilada, ya se disparan todos los protocolos de seguridad y no se puede hacer esta visita , indica y destaca que en tan solo una semana ya se contrataron 50 de las cerca de 3000 cajas de seguridad que albergará la sucursal.

¿Cuál es el público al que apuntan, teniendo en cuenta que es un servicio que también ofrecen los bancos?

El target es el mismo. Nos diferenciamos del banco por la calidad del servicio. Si bien puedo decir que las normas de seguridad que tenemos en algunos casos son superiores a las de un banco, pero creo que tiene que ver una cuestión de calidad de servicio más que otra cosa. Tenemos horario extendido, abrimos desde las 9 y hasta las 18, y atendemos los sábados. Además, hay ciertas cosas relacionadas con la confidencialidad y el manejo reservado en cuanto a cómo llegás. Acá vos abrís una caja por un mes y, si no la necesitás más, la cerrás. Hoy tenemos casi 5000 clientes.

¿Cuál es el uso que en general les dan los clientes a las cajas?

Tenemos muchos tipos de clientes. Por un lado, tenemos a los pequeños ahorristas, gente que guarda sus cosas, su reloj importante, sus joyas y sus ahorros. Después tenemos gente que hace operaciones inmobiliarias, de constructoras, que eligen este lugar para hacer sus operaciones y con las salas de negocios tenemos un diferencial importante, porque están equipadas tecnológicamente.

Hicimos un acuerdo con la cámara inmobiliaria y les ofrecemos a las inmobiliarias que tanto el comprador como el vendedor tienen un mes una caja, entonces se puede traer el dinero sin el estrés de traerlo todo junto. Y luego quien se lo tiene que llevar, lo hace de a poco.

Y el tercer grupo, sobre todo en el microcentro, son empresas que deciden traer su recaudación a la tarde y se la llevan a la mañana, para no dejarla en sus locales. Es un tema de cercanía. Nos pasa con financieras, joyerías y otras empresas.

Nosotros no indagamos sobre el cliente. Cuando te enrolás como cliente es el único momento en que te pedimos el documento. A partir de ahí te manejás siempre con un alias. Y con tu huella digital y cuando llegás a la bóveda por reconocimiento facial.

¿Por qué abrieron la sucursal en Belgrano y qué expectativas tienen?

Hace un año que estoy en Hausler. Comparto el criterio con el que se abrió esta sucursal. Se hizo un estudio de mercado y se evaluó la zona como una zona con mucha gente bancarizada, que son clientes teóricamente de cajas de seguridad y la densidad poblacional es lo suficientemente grande para creer que va a haber una demanda alta.

Creo que va a ser una sucursal no tan buena como la de un centro financiero, pero lo suficientemente cerca. Tenemos datos de demanda insatisfecha. Los bancos tienen lista de espera. Y no es el foco de su negocio. Estamos hablando con algunos bancos para que nos manden clientes y algunos aceptaron.

¿Qué medidas de seguridad tienen para evitar un robo?

Hacé de cuenta que la bóveda es un cubo suspendido en el aire y en todos sus laterales tienen un muro importante. Pero además del muro, hay sistemas de detección antisísmica, así que cualquier movimiento sería detectado por los sensores. Además, tenemos un pasillo de ronda, de 30 cm, que es una disposición del BCRA que muchos bancos no cumplen. Esta bóveda está construida en un sexto piso. Pesa 120 toneladas, así que hubo que reforzar la estructura del edificio para poder soportarla. Trabajamos sobre el piso de abajo, para eso contratamos dos ingenieros para que nos dijeran qué hacer.

¿Por qué realizar una inversión tan grande en un contexto como el actual?

Este es un negocio de largo plazo. El recupero de la inversión no está antes de los 36 meses, pero después es una vaca lechera. Salvo que hagas las cosas muy mal, los clientes los seguís teniendo. Por eso tengo devoción por el servicio al cliente. Creo que por ahí pasa la cosa.

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