El nuevo directorio de Vicentin no convence a los acreedores

El jueves a la noche, 64 de los 109 accionistas de Vicentin se dieron cita en su sede de Avellaneda, al norte de Santa Fe. Tal como estaba previsto que ocurriera, los asistentes, que representan el 98% del capital social de la compañía, tomaron definiciones importantes, que marcan el rumbo de la agroexportadora. Reemplazaron al directorio y aprobaron el último balance, que contiene los números de la debacle y despierta muchas incógnitas.

Pero las decisiones no convencen a los acreedores, que se preguntan si los ingresantes serán los que verdaderamente conducirán a la compañía y rechazan la aceptación del cuestionado balance.

La elección del nuevo directorio generó sorpresa. Se rumoreaba que incluiría a miembros de la generación más joven de la familia dueña de la compañía y ejecutivos externos con trayectoria en el sector. Pero, por primera vez en los 90 años de historia de Vicentin, no estará conformado por accionistas (que, en su totalidad, son más de 120 familiares). A diferencia del último, con 11 sillas, el actual tendrá sólo tres.

Por unanimidad, se aprobó el nombramiento de Omar Scarel como presidente, Daniel Foschiatti como vicepresidente y Estanislao Bougain como director titular, hasta la próxima Asamblea Ordinaria, prevista para el 31 de marzo de 2021.

Aunque los ejecutivos son ajenos a la familia, no están tan alejados de ella. Al menos, Scarel, un contador con un largo recorrido, se desempeña hace muchos años en Vicentin.

Conocedores de la industria aseguran que era un hombre de confianza de Sergio Nardelli, el fallecido CEO, y un peso importante de la empresa. Habría sido un nexo entre ella y el estudio que auditó el último balance, en reemplazo de KPMG.

Foschiatti es ingeniero, de Reconquista, y ex directivo de Servipack y Química Esencial, dos pymes de Avellaneda con 10 años de historia. Al igual que Scarel, tenía una buena relación con Nardelli, ya que, cuentan, habrían estado relacionados cuando ServiPack pasó a ocupar un lote donde antes funcionaba una planta de Vicentin.

Bougain, porteño, es abogado y fundador del estudio homónimo. El bufete asesora a empresas nacionales e internacionales en derecho económico y corporativo hace 50 años. A lo largo de su desarrollo profesional, trabajó como consultor para diversas compañías, entre las que se encontraría Vicentin. Presidió y dirigió empresas como Renault Trucks y Rotoplas Argentina, y es docente de la UBA.

Aunque, en Vicentin, aseguran que se caracterizan por "un perfil profesional independiente", los acreedores dudan si, efectivamente, estarán al mando, dados sus vínculos con el núcleo familiar. Varios corredores que tienen acreencias con la cerealera piensan que el cambio es "ficticio" y "testimonial". "Mientras Vicentin elija a sus propias autoridades, la confianza no podrá restaurarse", señalaron. Los acreedores financieros también expresan escepticismo. "Da la sensación de que es una máscara", sostuvo uno. "Habrá que esperar. No se los conoce", sugieren otros.

Otro punto relevante de la reunión fue la aprobación del balance, que se dio a conocer el 28 de septiembre por el juzgado que lleva el concurso, luego de ser presentado por la empresa ante ese tribunal. Cerrado al 31 de octubre de 2019 arrojó una pérdida neta de $ 52.536,22 millones, contra la ganancia de $ 2829,44 millones obtenida en el ejercicio anterior.

En este caso, las aguas estuvieron divididas. A diferencia de la aprobación unánime que hubo para la designación del nuevo directorio, un 8% de los accionistas rechazó el balance.

"Es la primera vez que surgen disidencias. Todas las decisiones eran consensuadas, siempre, por el cuerpo colegiado que, salvo alguna que otra cuestión, no solía tener muchas discrepancias. Esta vez, las diferencias se hicieron notar", explicó un conocedor de la interna.

Tampoco se logró un consenso total en cuanto a la gestión del directorio saliente. Es que el ala más crítica de los accionistas dejó clara su posición. En esta votación, el porcentaje de aprobación fue menor al que recibió el balance. Si bien la gestión de ex directores como Máximo Padoán y Daniel Buyatti obtuvo un 87% de apoyo, el 13% restante responsabilizó a la anterior conducción por el default.

La cerealera tiene varios frentes abiertos. Mañana, el Banco Nación, uno de sus mayores acreedores, presentará una demanda penal contra Vicentin y sus directivos por los delitos de balance falso. Esta acción se suma a la supuesta estafa que los acreedores internacionales denunciaron en la Justicia santafesina hace 10 días. En los Tribunales de Nueva York, se inició una nueva investigación sobre el destino de los activos de la empresa, con la apertura de un segundo discovery.

Puertas para adentro, la empresa busca acelerar las negociaciones con los acreedores para aliviar su deuda y espera terminar el año con un plan para salir de su crisis. Las opciones que estudia son la reestructuración del pasivo o el ingreso de un socio que inyecte capital fresco. Para ello, contrató al banco de inversión neoyorquino Maxim Group, que lo ayudará a elaborar un plan de negocios y encontrar posibles compradores que la salven de la quiebra.

En los próximos días, avanzará con las últimas ofertas de fasón suscriptas para mantener operativos los complejos productivos de San Lorenzo, próximo al puerto y el más importante, y Ricardone, el segundo de mayor relevancia.

Por la estacionalidad de la cosecha de girasol, esta planta se encuentra pausada. "En diciembre, tras el default, se interrumpió la entrega de materia prima y está frenada desde entonces. La idea es ponerla en marcha para que quede en funcionamiento en los meses próximos, por fuera de la cosecha", anticiparon.

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