Cuando las personas perciben que su estabilidad se encuentra en riesgo, y no pueden hacer nada al respecto para revertirlo, a largo plazo, la sensación de amenaza e impotencia se perpetúa. Esta situación puede decantar en síntomas de estrés tales como ansiedad, irritabilidad, desgano, contracturas musculares y problemas digestivos, entre otros.

Para evitar que los colaboradores pasen por situaciones como estas, los líderes y directivos de las compañías son figuras clave, todavía más en tiempos inciertos.

"Es importante evitar dar mensajes que aumenten la incertidumbre y la sensación de impotencia. Las comunicaciones poco claras o la información escasa, por parte de la empresa, aumenta todavía más la sensación de inestabilidad en los colaboradores", comparte a El Cronista Management la licenciada Andrea Lardani, directora del Grupo Wellness Latina.

Y, en línea, la ejecutiva amplía: "Los colaboradores ya tienen suficiente con lo que escuchan en los medios de comunicación. Para combatir la sensación de impotencia, es importante que los referentes de la organización no pierdan la esperanza. Si la pierden, sus equipos también la perderán. Transmitir que siempre hay algo que se puede hacer, aunque sea pequeño, para seguir navegando y protegerse de las posibles tormentas eléctricas es fundamental".

Una de las maneras que las organizaciones tienen para revertir estas situaciones de adversidad, sostienen las fuentes consultadas para esta nota, es poner el foco en las certezas. Es decir, en todo aquello que no cambiará, a pesar del contexto que se enfrente. Se trata, sin más, de delimitar la incertidumbre para que no invada todas las áreas, iluminando lo que es estable y seguro, aunque sean cosas tan simples como los horarios a cumplir, las tareas de cada colaborador, los festejos, las reuniones -aunque sean virtuales-, etcétera.

Estas pequeñas islas de certidumbre serán una base firme para hacer frente a la incertidumbre que ofrece este complejo contexto de crisis económica y social.

Asimismo, los especialistas consultados recomiendan a los empleados, además, informarse y asesorarse para contar con más recursos que les permitan hacerles frente, así, a las posibles amenazas contra su estabilidad.

"Realizar actividades placenteras y para las cuales uno tiene talento, como practicar un deporte, es una manera de aumentar el bienestar durante tiempos inestables", sostiene Lardani. Y, en línea, la especialista recomienda "focalizar en las áreas estables de la vida, como la familia y amigos, como una de las formas para ganar fuerza y seguir adelante durante tiempos difíciles. En síntesis, descubrir y generar nuestras propias "islas" de certidumbre durante la incertidumbre, puede hacer la diferencia", explica Lardani.

Otra de las claves es no paralizarse. En ese contexto de angustia, es muy importante contener a las personas y buscar alternativas para impactar positivamente en ellos, optimizando los costos.

10 estrategias para dar sostén

Paula Molinari, presidente y fundadora de Grupo Whalecom, parte de la hipótesis de que "cuando atravesamos momentos difíciles, la gente necesita más apoyo del que podemos darle y disponemos de menos recursos que en los tiempos de calma". Sobre esta base, propone 10 estrategias que ponen foco en la gente para dar sostén y bajar los niveles de ansiedad, pese a todo contexto.

Lanzar acciones de mentoring: aprovechar el know-how en la organización. Así se generan nuevas relaciones y se otorga reconocimiento.

Intensificar pastillas: Situaciones cortas y de impacto que generan aprendizaje sobre temas centrales, tales como los valores o temas relacionados con el cambio. Mensajes muy breves vinculados a competencias básicas y habilidades para inspirar.

Train the trainers: Poner en otro rol a otra persona. Así, se puede juntar gente y escalar para llevar un mensaje a muchas personas en poco tiempo.

Instalar team café: Reuniones con el objetivo de generar espacios de contención. La modalidad consiste en definir distintos temas, uno por mesa y la gente va rotando por las distintas posiciones. Recoger los testimonios, analizarlos y generar un espacio de encuentro.

Promover el reseteo de proyectos: La gente necesita poner foco en cosas positivas y quizás el contexto nos detenga o requiera una revisión de proyectos. Generar espacios que ayuden a poner foco en el futuro y en el hacer.

Dar herramientas a los líderes: Los mandos medios son muchas veces los que más sufren en un contexto de crisis, ya que reciben presión de arriba y tienen que contener a los colaboradores, además de trabajar con su propia estabilidad. Es necesario darles herramientas para manejar el estrés y convertirse en el sostén de sus equipos.

Generar círculos de aprendizaje: Cuando el cerebro aprende, se siente bien. Generar situaciones de capacitación, aprovechando el conocimiento de los miembros del equipo.

Alentar conversaciones de calidad: Charlar sobre nosotros es valorado, que aporta información y da reconocimiento.

Sumar soluciones digitales: Se puede lograr a partir de una pequeña inversión. Un buen diseño educativo y un buen contenido generan una alternativa poderosa al alcance de todos.

Diseñar blended learning: Comenzar a pensar el aprendizaje de la gente a través de distintos dispositivos, modernos y digitales. Una solución para llegar a todos y generar sentido.