Cómo es el rompecabezas de la fusión Fiat-Peugeot en la Argentina

La unión, que remite a Sevel, creará a la mayor automotriz del mercado local, tanto en capacidad instalada como en volumen de ventas. Pero el presente de ambas fábricas, hoy, está afectado por la crisis

FCA (Fiat y Chrysler) y el Grupo PSA (Peugeot, Citroën, Opel y DS) anunciaron ayer su acuerdo de fusión. Crearán una empresa valorada en u$s 50.000 millones, que será el cuarto fabricante mundial de vehículos, con ventas combinadas de 8,7 millones de unidades y una capacidad conjunta de 14 millones. En facturación, sería el tercero, con ingresos por 170.000 millones de euros anuales.

Gestará, también, a la mayor automotriz de la Argentina, con un potencial conjunto de producción de 384.000 vehículos anuales. Es cerca de un tercio del 1,3 millón de capacidad instalada en el país y 200.000 por encima de la más grande (Toyota). Tendrá una dotación combinada de 4100 personas (16% del total que emplea la industria en forma directa) y un share superior al 20% en el mercado doméstico.

Ahora, italianos, estadounidenses y franceses deberán transitar el arduo camino de aprobaciones regulatorias. También comenzarán a armar el nuevo rompecabezas de su red productiva en cada mercado. Un juego para el cual se pusieron una principal y desafiante regla: reducir costos sin cerrar plantas.

Localmente, la fusión remite a Sevel, el joint venture entre Fiat y Peugeot que, con Franco Macri al volante, fue la automotriz más grande del país en los '80. Las piezas, ahora, son las plantas de Ferreyra (FCA) y El Palomar (PSA). La primera recibió u$s 500 millones en 2016 y 2017 para producir el mediano Cronos. La segunda lanzará en breve el nuevo Peugeot 208, que demandó u$s 320 millones en los últimos tres años.

La crisis argentina suma incógnitas a las ecuaciones que deberán resolver en Turín, París y Detroit. Este año, la Argentina fabricará poco más de 300.000 vehículos, menos de la mitad del récord (791.007, en 2013). FCA y PSA no fueron ajenas a las suspensiones. La ítalo-estadounidense, que emplea a más de 2600 personas, finalizará 2019 con más de 42.000 unidades, contra 53.000 de 2018. Exporta el 80% de laproducción del mediano Cronos a Brasil.

La francesa hace en El Palomar autos medianos (Peugeot 308 y 408, y Citroen C4 Lounge) y vehículos utilitarios (Peugeot Partner y Citroën Berlingo). Emplea a 1500 personas. Con una capacidad instalada de 164.000 vehículos por año, alcanzó su récord de producción en 2011: 143.898 unidades. Este año, según fuentes de la industria, no llegará a las 10.000. Concentraría su producción futura en el nuevo modelo, sugieren. En su comunicado de ayer, FCA y PSA anticiparon que más de dos tercios de los volúmenes del nuevo grupo combinado provendrá de dos plataformas: small (autos chicos, unas 3 millones de unidades) y compact/midsize (medianos).

En la carrera comercial, a noviembre, Fiat acumulaba un share de 9,7% y Peugeot, de 6,6%. De sumar los de las otras marcas del nuevo grupo -Citroën (3,4%), Jeep (2,5%), DS (0,1%) y RAM (0,2%)-, totalizaría el 22,5%, contra un 15,5% del líder histórico del mercado (Volkswagen). En volumen, este año, eso equivaldrá a 102.400 ventas.

Por lo pronto, recién se puso primera en las casas matrices. "El grupo tendrá el liderazgo, los recursos y la escala para estar a la vanguardia en la nueva era de la movilidad sostenible", proclamó el comunicado, ilustrado con los CEOs de ambas, Carlos Tavares (PSA) y Mike Manley (FCA), estrechando manos. La mira está puesta en vehículos alimentados a energías alternativas, la conducción autónoma y la conectividad.

A corto plazo, la fusión generará sinergias anuales calculadas en 3700 millones de euros, "sin necesidad del cierre de plantas como consecuencia de la transacción", aseguró. El 80% de esas sinergias se materializarán al cuarto año de la operación.

El capital del nuevo grupo se repartirá 50/50. Tendrá sede en los Países Bajos y cotizará en las bolsas de París, Milán y Nueva York. El presidente del será John Elkann. "Jack" es nieto de Giovanni Agnelli, principal impulsor de la fusión. Cristiano Rattazzi (presidente de FCA Argentina) es su tío segundo. El portugués Tavares, como CEO, estará a cargo del día a día por un período inicial de cinco años. También tendrá una silla en el directorio. La china Dongfeng, dueña del 12,2% de PSA, reducirá de 6% a 4,5% su participación en la nueva empresa.

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