Cómo es el plan de reapertura de los shoppings porteños

Aseguran que, con los protocolos que definieron, podrían volver a funcionar a las 48 horas de recibir la autorización. Cuáles son las principales medidas

Tras más de 90 días de cuarentena, los shopping centers ya están preparados para volver a operar en cuanto llegue la autorización del Gobierno. El protocolo, que fue presentado en todas las jurisdicciones y está certificado por el centro Stamboulian, les permitiría reabrir sólo 48 horas después de recibir la habilitación de la actividad.

"Tenemos todo preparado. Pero el Gobierno no nos da ni una señal de cuándo podríamos reabrir en la ciudad y el Gran Buenos Aires. Tampoco nos contestan sobre el pedido de hacer take away. Nos atienden, nos escuchan. Pero no hay respuesta", dice Mario Nirenberg, gerente general de la Cámara Argentina de Shopping Centers.

El protocolo elaborado por el sector dice que, una vez que reabran los centros comerciales, se limitará la cantidad de visitantes a una persona cada nueve metros cuadrados. Además, establece que se realizará un control de temperatura antes de entrar y restringe el horario de funcionamiento para permitir que el personal de locales y operaciones pueda trasladarse a sus domicilios con los menores inconvenientes posibles.

Los cines podrán ocupar hasta el 50% de su capacidad y los asistentes deberán dejar una butaca libre a cada lado. Además, cada centro comercial comunicará en los accesos la capacidad máxima de personas para las áreas comunes, patio de comidas y estacionamientos cerrados. Los comerciantes deberán hacer lo mismo en la entrada de cada local.

Por otra parte, en las entradas a cada shopping, habrá productos para la higiene de manos. Y en sitios donde se puedan formar colas, como en baños y cajas de pago, habrá marcas en el piso para indicar dónde hay que pararse para mantener la distancia de 1,5 metro.

Mientras tanto, en el sector, siguen reclamando que se permita la modalidad de take away, así los locales podrían tener algún tipo de ingreso antes de la reapertura. La propuesta es que se hagan ventas mediante comercio electrónico y que los compradores las retiren en los estacionamientos de los shoppings sin bajarse del auto.

"Es una modalidad que implica menos riesgos que la venta en comercios a la calle. Pero no nos lo permiten. Ya van tres meses de ingreso cero", dice Nirenberg, que estima que una vez finalizada la pandemia podría cerrar entre el 10 y el 20% de los locales de centros comerciales.

La semana pasada, reabrieron los centros comerciales en Córdoba. En el sector, entienden que el momento del área metropolitano no es el mismo y por eso no esperan que la misma medida, pero entienden que habilitar el take away sería un gran alivio.

Desde que se inició el aislamiento preventivo, los inquilinos de los locales dejaron de pagar los alquileres. Y, todavía, no empezaron a negociar si lo que no abonaron en estos meses pasará a ser una deuda o si habrá una condonación total o parcial.

El problema más urgente, señala Nirenberg, son las expensas, que hoy se están cobrando a cuentagotas y de muy pocos inquilinos. Con ese dinero, las empresas dueñas de los centros comerciales tienen que pagar servicios, tasas y contribuciones, impuestos y salarios

"Le pedimos una reunión al ministro de Producción, Matías Kulfas, pero no nos respondió. Necesitamos algún tipo de crédito blando para que los locatarios puedan pagar las expensas, porque de allí sale el sueldo de muchísimas personas", concluye.

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