Inversión de impacto: el retorno con el que ganan todos
Entre hoy y mañana se realiza la Cumbre Anual de Impacto GSG, una tendencia que crece en el mundo. El encuentro, que reúne a figuras de nivel internacional, es la primera vez que se realiza en América latina.
La comunidad global se puso un objetivo, una meta expresada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en el Acuerdo de París. Sin embargo, el actual flujo de inversiones hacia el desarrollo sostenible no es suficiente para alcanzar esos compromisos.
"El gap de financiamiento para alcanzar los ODS en los países en vía de desarrollo se estima en u$s 2,5 a u$s 3 billones por año", señala María Laura Tinelli, Chair National Advisory Board for Impact Investment Argentina, y miembro del Directorio GSG.
Es en este contexto que la inversión de impacto puede ser una oportunidad para alinear el capital privado con las inversiones de los gobiernos, las agencias de desarrollo.
Pero, ¿qué es la inversión de impacto? Son los desembolsos que buscan generar un retorno financiero, social y medioambiental positivo, medible, reportable utilizando diversas estrategias de inversión aplicadas a múltiples sectores.
"Con una inversión de impacto cruzando los u$s 500.000 millones, estamos marcando el camino para las economías de impacto. La urgente transformación del capitalismo hará que nuestro sistema económico sea más compasivo y justo. El impacto está trayendo a la mano invisible de Adam Smith un corazón invisible para guiarla", señala Sir Ronald Cohen, presidente del Global Steering Group for Impact Investment (GSG) y considerado el 'padre' de este concepto.
Justamente, "Impact Rising" será el lema de la Cumbre Anual del Impacto organizada por el GSG que este año se realizará hoy y mañana en Buenos Aires, por primera vez en un país de América latina. En un principio, estaba programada en Santiago de Chile pero debido a los sucesos que están ocurriendo en ese país se trasladó a la capital argentina.
En 2016 y 2017, los inversionistas de impacto invirtieron $ 4.700 millones en América latina y el Caribe, con inversiones locales impulsando una duplicación del mercado en dos años. En Brasil, por ejemplo, la inversión de impacto se convirtió en prioridad nacional, alentada por una estrategia que promueve empresas capaces de crear soluciones de mercado para problemas sociales y ambientales.
En la Argentina, la Ciudad de Buenos Aires lanzó un bono de impacto social, o vínculo como lo llamaron, por el cual se acerca financiamiento del sector privado para aplicarlo a la identificación y aplicación de soluciones alternativas a problemas viejos. En el caso de la Ciudad, se lanzó para mejorar la empleabilidad de los jóvenes de la zona sur de entre 17 y 24 años en situación de vulnerabilidad laboral. Luego, el gobierno paga al privado de acuerdo a los resultados, a las metas alcanzadas. Casos similares se lanzaron en Chile y en Colombia.
"El interés en la región viene en crecimiento. Hoy, se pueden hablar de dos grupos de países: Brasil, México y Colombia que llevan la delantera en la tracción de inversiones de este tipo. Del resto, la Argentina aún está bajo la curva", analiza Tinelli.
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