De Cristina a Lammens: "Que truene el escarmiento"

Pase de factura en el Instituto Patria y veto para subir al escenario del triunfo. CFK se cobró que el ex candidato a jefe de Gobierno porteño no sea "ni peronista, ni K".

Hay pequeños detalles, instantes de la vida cotidiana que, como los lapsus o las equivocaciones lingüísticas, suelen desnudar con crudeza el alma de las personas. Cuando Matías Lammens reveló en julio pasado su postura política no creyó que el espíritu vengativo de Cristina Kirchner -el mismo que maltrató a varios de sus colaboradores durante su gestión y que reprimió durante la campaña- le caería encima como un rayo.

"No soy del riñón del kirchnerismo, no vengo de ahí; no soy peronista, me defino como progresista y me gusta lo que hizo el socialismo en Santa Fe", había confesado Lammens a distintos medios, con la inocencia típica de quien no sabe con que bueyes ara.

Dibujo Mercedes

 

El primer escarmiento por semejante osadía tronó pocos días después de las PASO, durante un almuerzo celebrado en el Instituto Patria con los principales candidatos del Frente de Todos. La mayoría de los dirigentes de origen peronista se habían decidido por la pizza mientras que los kirchnerista habían preferido las empanadas. El ex postulante a jefe de Gobierno porteño por ese espacio tuvo el tupé de llegar tarde y apenas entró al altar K se encontró con la lengua venenosa de la vicepresidente electa.

"Qué lastima, no quedó nada. Los peronistas se comieron la pizza y nosotros, las empanadas. Pero como vos decís que no sos ni peronista ni kirchnerista no creo que te importe", le dijo con burla al joven debutante, según contó a El Cronista un testigo de ese recibimiento. El coro de obsecuentes celebró con risas la ocurrencia rabiosa de la ex presidenta.

Lammens había obtenido casi el 34% de los votos en las primarias, resultado que superó por un punto porcentual en la elección del 27 de octubre, que lo dejó 20 puntos abajo del ganador Horacio Rodríguez Larreta. Pero su marca se convirtió en la mejor performance del peronismo en la Ciudad de Buenos Aires en años. El récord lo había marcado Daniel Filmus en 2011 al cosechar el 27,4%. Es probable que la buena elección realizada por Lammens se haya debido, paradójicamente, a su condición de no peronista y no kirchnerista en una Ciudad que suele ser acusada de isla o de gorila por sus votantes.

Pero a Cristina eso no le importó. A la hora de decidir quienes subirían al escenario para la foto de la victoria, ella lo vetó. Lammens no habló públicamente ni estuvo junto a Alberto Fernández, que podría convocarlo para integrar su Gabinete en el área de Deportes . La excusa que le dieron fue que sólo subirían los ganadores de la provincia de Buenos Aires. Pero no fue el único olvidado. Alberto se encargó el martes pasado de suturar las heridas de los gobernadores peronistas al sacarse una foto de familia en Tucumán. Todos se habían quedado con las ganas de sumarse al festejo el domingo del triunfo.

Dicen que volvieron para ser mejores. Cristina siempre puede superarse. Como decía la actriz estadounidense Mae West. "Cuando soy buena, soy muy buena, pero cuando soy mala, soy mucho mejor".

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