Crivelli de BDO: "La Argentina es un paciente en terapia intensiva y ahora se contagió de coronavirus"

El CEO de BDO Argentina detalló las preocupaciones de las empresas además del eventual corte en la cadena de pagos. La seguridad informática como una debilidad en épocas de 'home office'.

Sergio Crivelli es socio de BDO Argentina desde 1998 y hoy, en medio de una pandemia sin precedentes, le toca llevar adelante no solo a la compañía que encabeza sino colaborar para que todos sus clientes -otras grandes empresas- puedan avanzar con sus negocios con el menor impacto negativo posible.

Asegura que la principal preocupación corporativa tiene que ver con el eventual corte en la cadena de pagos pero también la seguridad informática, vulnerable como consecuencia del cambio drástico en la cultura del trabajo con millones de personas haciendo 'home office'.

¿Sirve la experiencia del hemisferio norte para contener el impacto negativo del coronavirus en las empresas argentinas? 

Si, claro. De hecho, las empresas multinacionales cuyas casas matrices ya pasaron por esta situación fueron las primeras en preguntarnos por los planes de contingencia que tenemos y por el trabajo remoto. Rápidamente tuvimos que salir a dar tranquilidad sobre el seguimiento de nuestro trabajo con casi 650 personas trabajando desde su casa. Es un cambio violento. Lo que uno siempre se quejaba sobre los planes de contingencia y de continuidad de operaciones que parece una imposición a la que nos somenten las firmas y los encargados de sistemas, esta vez lo tuvimos que poner en práctica.

¿Qué es lo que más le preocupa a sus clientes?

Están muy enfocados en como manejan la situación actual. Después en mantener normalmente la operación , liquidar los impuestos y pagar los sueldos ya que es importante que no se rompa la cadena de pagos. También están viendo qué sectores empiezan a afectarse. Tal vez algunas consultas puntales que tienen que ver con seguridad informática y herramientas disponibles. En general, las empresas estaban preparadas para esto.

¿Se prevé que deje de pagarse impuestos?

Se van conociendo medidas del gobierno sobre facilidades o suspensión de impuestos para sectores afectados como el turismo o el transporte. Esperemos  que no se extienda demasiado pero seguro va a tener un impacto muy fuerte en la economía y a todos nos va a pegar de alguna forma. Yo como CEO de la compañía a pesar de estar preocupado por la gente y que todo funcione bajo una modalidad distinta a la que estamos acostumbrados, también me preocupa qué medidas económicas vamos a tomar para afrontar la crisis.

¿Qué previsiones tiene para su propia actividad?

La actividad va a caer. Veníamos con una economía en recesión y si bien no tenemos concentración de clientes en los sectores que más les pega, es todo una cadena y  en alguna parte los pagos se van a cortar. Vamos a tener que estar preparado para eso.

BDO tiene un peso importante en el sector petrolero, ¿ahí hay una dinámica propia?

Un poco sí. Vaca Muerta ya se había frenado con el cambio de gobierno y las expectativas sobre un eventual default. La inversión se cortó a fines del año pasado. Ahora con la caída del precio del petróleo, Vaca muerta quedó realmente muerta. Tenemos clientes en el sector y además otras que dan servicios a toda la industria petrolera que crecieron a partir de la expansión de Vaca Muerta y todo eso quedó frenado hasta nuevo aviso. Transporte, proveedores de toda la infraestructura en Añelo. Por ejemplo.

¿Algún sector se puede considerar ganador?

Todo lo que es salud y farmacéuticos van tener algunas ventajas. Su actividad no se va a caer y quizás se incremente. Pero son casos muy puntuales. Tenemos clientes que producen alcohol en gel y la demanda está desbordada y van a producir mucho. Ya lo vimos con la gripe H1N1. Pero insisto, es un producto, y además si esto afecta a la economía y la gente tiene menos dinero en el bolsillo no va a comprar lo que no sea necesario.

¿Con un producto como el alcohol se compensa la caída en el resto de la demanda?

No porque ni siquiera hay medicamentos específicos para el coronavirus todavía. En este contexto es muy difícil pensar en ganadores.

¿La resolución de la deuda argentina hoy pasó a segundo plano entre las preocupaciones de las empresas?

Estamos en un contexto en donde es difícil avanzar con las negociaciones. Hay economistas que dicen que la situación puede beneficiar las negociaciones porque ya los bonos están tan por el suelo que es más fácil presentar una oferta y que la acepten. Otros dicen que en estos valores ya entran los 'buitres'. No se puede decir si el contexto es beneficioso pero sí que se van a dilatar todas las decisiones económicas. El gobierno tuvo que ponerse a contener la emergencia del coronavirus, y está desde el Presidente hasta el último funcionario viendo como se maneja.

Lo más grave es que esto recién empieza. No es que el 31 de marzo se acaba todo o se soluciona la crisis del coronavirus. Allí vislumbro que habrá más casos y la situación seguirá igual. El tema está en como se equilibra el gobierno entre mantener el aislamiento y evitar que la economía se frene del todo. La Argentina ya era un paciente en terapia intensiva y ahora se contagió de coronavirus

¿Qué pasos deben seguir las compañías?

Hay que monitorear permanentemente las medidas que toma el gobierno y estar preparado para tomar rápidamente las propias medidas para adaptarse. Si empiezan a aparecer casos dentro de los equipos de colaboradores, por más que estén haciendo home office no van a poder trabajar. Ya hay una realidad: nosotros trabajamos mucho en las oficinas de nuestros clientes y eso por supuesto se restringió. Podemos administrar el trabajo remoto con nuestros servidores pero ya cuando dependes de la tecnología, los servidores y la información de nuestros clientes el trabajo se complica.

¿Por la seguridad informática?

Seguro. La información es nuestro principal activo y trabajamos mucho en cuidarla y por políticas globales. A veces se vive como una carga o un costo, sobre todo en la Argentina que todo está dolarizado y se nos fue por las nubes, pero en una situación como esta se agradece todo el esfuerzo. Es la primera vez que tenemos que poner en práctica un plan de contingencia de continuidad del negocio. Estar tranquilo por todas las cuestiones de seguridad no es poco. No creo que todas las compañías pymes tengan estos niveles de seguridad. Pueden hacer home office, mejorar el ancho de banda , incorporar herramienta pero toda la seguridad para que la información viaje en forma encriptada y esté protegida, no todas las compañías lo tienen.

¿Dónde ve una debilidad? 

Una de nuestras áreas importantes es todo el outsourcing, liquidación de sueldos para las empresas. Todas las compañías se quieren asegurar de que toda esa información que va a viajar por todos lados esté asegurada y que no pueda filtrarse por todos lados. Por ejemplo datos personales de sus empleados.

¿Ya observa que el empleo se afectó?

Se ve en el comercio minorista que ya venía golpeado. Pensemos que el intento de este Gobierno era en los primeros 100 días ponerle dinero en el bolsillo a la gente para que se reactive el consumo interno. Todo eso está parado. Hoteles, restaurantes, aerolíneas, transporte son las primeras en recibir el impacto. Si el gobierno no los ayuda tendrán que reducir puestos, o suspender, o bajar salarios o dejar de pagar salarios.De hecho ya ser reactivaron los repro.

¿Aparecerán entonces más problemas fiscales?

Y encima nos agarra con las reservas bajas. Si fueramos un país con reservas no habría tanto problema. Pero hoy la Argentina no tiene acceso al crédito ni fondo de reservas, necesita de recursos fiscales por lo que las ayudas que puede dar el Gobierno es poco sin recurrir a la emisión que llevaría a más inflación.

¿Cómo cree que BDO cerrará el año luego de que venía creciendo?

Veníamos creciendo y proyectábamos seguir este año porque ganamos mucho mercado. Claramente ahora hay un stop pero esperamos que no dure mucho. Seguimos pensando en que vamos a sortear esta crisis. No hay que poner freno de mano para que no sea profecía autocumplida.

¿En qué confía?

Nosotros creemos que la gente es el factor fundamental para salir de esto. Hace dos años, el propósito global de la firma es que somos personas ayudando a personas a cumplir los sueños. Parece algo romántico pero si se pone el foco en la gente y se colabora para que puedan desarrollarse y realizarse para alcanzar sus objetivos, hace que todos se sientan mejor y los resultados económicos vienen atrás.

Todos este tiempo hablamos también de la transformación digital y la preocupación de todas las empresas era 'a quien le va a aparecer primero su Uber' que te dejara fuera de moda. Nadie pensaba en esta situación. Lo que teníamos que lograr es que la tecnología se use en beneficio de las personas. Esto es una prueba. Nos damos cuenta que lo importante son las personas porque estamos preocupados por no contagiarnos pero gracias a la tecnología podemos estar trabajando conectados, operando normalmente sin que haya gente en la calle. Hay que rescatarlo. Todo lo que nos quejábamos de la tecnología hoy nos está salvando.

¿Va a cambiar la cultura del trabajo?

Creo que a partir de esto, sí. |Nosotros ya implementábamos el home office pero no en forma total porque todavía queremos reunirnos. A la gente le gusta el home office porque evita los largos viajes, gastar dinero en viajes y comida, es un beneficio. Si a partir de esta crisis nos damos cuenta que se puede trabajar más de forma remota beneficiamos a la gente. Para las empresas también bajan los costos porque mantener una cantidad de metros cuadrados de oficinas, mas los servicios de la oficina es un costo importante.

Después habrá que ver si las empresas deben proveedor tecnología a los empleados para que no usen los insumos en sus casas.

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