Astor San Telmo: Justicia porteña rechaza la apelación de TGLT y del Gobierno de la Ciudad

A fines de julio, la Cámara en lo Contencioso Administrativo y Tributario ratificó un fallo de noviembre, que declaró ilegal el proyecto inmobiliario de Caseros y Bolívar. Para la empresa y el Ejecutivo metropolitano, esa sentencia es inconstitucional

La desarrolladora inmobiliaria TGLT  recibió otro revés judicial en su pelea por su proyecto Astor San Telmo . La Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad negó los recursos de inconstitucionalidad que habían presentado la empresa y el Gobierno porteño, contra un fallo de fines de julio de ese mismo tribunal, que estableció que el emprendimiento es ilegal.

Así lo informó la compañía en una nota enviada a última hora del viernes, tanto a la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) como a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

"La sociedad se encuentra evaluando la decisión judicial y las acciones a adoptar a este respecto", agregó.

"TGLT ratifica su entendimiento en el sentido de que el desarrollo Astor San Telmo cumplió todos los requisitos de factibilidad, evaluación de impacto ambiental y registro de planos de obra nueva, y fue aprobado antes las correspondientes áreas de Planeamiento Urbano y Dirección General de Registro de Obras y Catastro del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en un todo, de acuerdo con las disposiciones aplicables en materia de edificación y planeamiento urbano", amplió luego, en un comunicado de prensa.

Fundada en 2005, TGLT es una constructora y desarrolladora inmobiliaria de proyectos de gran escala en la Argentina y en Uruguay. Desde su nacimiento, ejecutó o tiene en cartera 12 grandes emprendimientos, que suman 400.000 metros cuadrados. Su porfolio incluye proyectos como Forum Puerto Madero, Forum Puerto Norte, Forum Alcorta y Forum del Buceo (Uruguay); y los Astor: Palermo, Núñez y San Telmo.

Empezó a construir este último en 2016. Ubicado en media manzana de Caseros al 500, entre Perú y Bolívar -donde había un histórico depósito del operador postal Ocasa-, una vez terminado, tendría una superficie total de 6334 metros cuadrados. Se lanzó con una inversión de $ 940 millones, unos u$s 60 millones de entonces.

Pero la obra está parada desde mediados de 2018. La Asociación Vecinal Casco Histórico Protege y la Asociación Civil Basta de Demoler habían presentado un recurso de amparo, dado que, alegaron, los planos aprobados superaban la altura máxima permitida, tanto en la avenida Caseros como en el frente sobre Bolívar. Cuestionaron la legalidad del permiso de construcción que dio el Gobierno porteño.

El proyecto prevé construir 29,3 metros de altura. Pero el Código de Planeamiento Urbano permite 22 metros sobre Caseros y 13, en el frente de Bolívar.

A fines de julio, la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario había confirmado una sentencia de primera instancia, que determinaba que la obra excedía las alturas máximas y le ordenó a TGLT a reformular los planos en función de las normas vigentes.

El fallo original, emitido en noviembre, fue de Pablo Mantaras, titular del Juzgado Contencioso Administrativo y Tributario Número 3 de la Ciudad.

TGLT recurrió el fallo de la Cámara hace un mes, el 4 de agosto. En su apelación, argumentó que esa sentencia "contraria disposiciones de la Constitución Nacional y de la Constitución de la Ciudad".

También consideró que el fallo vulnera los derechos al debido proceso, a la propiedad; y a que no se vulnere el principio republicano de la división de poderes

"No existe caso judicial que habilite la invervención de la judicatura, atento a la ausencia de daño ambiental y urbanístico, que tampoco intentó ser acreditado por la actora y, por ende, de interés específico o concreto en la actora", sostuvo.

Cotizante en la Bolsa porteña desde 2010, y en la de Nueva York, a través de un programa de ADRs, además de ese floating (60%), TGLT pertenece a IRSA (30% de sus títulos ordinarios) y al resto de sus acreedores financieros, que hace un año convirtieron acciones en deuda, tras la oferta que hizo la compañía para reestructurar los u$s 150 millones de su pasivo.

Como consecuencia de ese proceso, su fundador, Federico Weil, dejó la presidencia de la empresa. Ese cargo hoy lo ocupa Teodoro Argerich, quien era CEO de Caputo, constructora que TGLT absorbió tras comprar, a inicios de 2018, su 82%, en u$s 109 millones.

En el primer semestre de 2020, TGLT facturó $ 1959,9 millones y perdió $ 383 millones. En la mitad inicial de 2019, había recaudado $ 5329,42 millones, con un beneficio de $ 220,16 millones.

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