Zuchovicki: "La macroeconomía argentina no es tan grave como en 2001"

El gerente de Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires participó de una jornada de la industria aseguradora.

En una de las jornadas más complicadas para hablar de la proyección de la economía argentina, el experto en finanzas Claudio Zuchovicki se encontró con la difícil tarea de cerrar el primer día de la conferencia de la industria del seguro, Expoestrategas 2019, que se llevó a cabo en La Rural el lunes 12 y martes 13 de agosto.

El clima tenso se sintió todo el día en el escenario. El gerente de Desarrollo de Mercados de Capitales de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires comenzó a hablar en un país en el que el dólar mayorista había pasado de $ 45 a $ 53. Los ítems más preocupantes de la fecha: las expectativas influyendo en la gobernabilidad del oficialismo, el valor del dólar y su impacto en la inflación. Las conclusiones fueron las esperadas: el oficialismo tiene herramientas pero le falta la confianza de los mercados, el dólar aumenta porque la gente tiene miedo y no hay respuesta técnica que frene la corrida y la devaluación, sí o sí, se trasladará a precios, por lo que la situación vivida el lunes 12 de agosto va a convertirse en un problema real más que de mercados.

Para poner paños fríos sobre la coyuntura y analizar el escenario a mediano plazo, Zuchovicki propuso entender la diferencia entre flujo, la capacidad que tiene una persona o país de generar ingresos constantes ya sea vía el trabajo o las exportaciones, y stock, la capacidad de ahorro. Si la capacidad de ahorro disminuye por alguna situación económica – por ejemplo, una caída de 40% del precio de los bonos- el hecho puede generar estrés en lo inmediato pero termina siendo anecdótico a largo plazo. En cambio, no tener un flujo de ingresos, más allá de contar con una indemnización, herencia o ahorros, genera ansiedad y malestar. En este sentido, Argentina no tiene un problema de flujo: gracias a Vaca Muerta, las reservas de Litio y la cosecha del campo, posee capacidad de generación de dinero. Sin embargo, sí cuenta con problemas de stock, ya que su capacidad de ahorro es nula. En términos microeconómicos, en cambio, las empresas argentinas tienen stock, pero un claro problema de flujo: con una estructura de costos cada vez mayor, es difícil sostener un ingreso para mantener el negocio.

Quien gane las elecciones en 2019 se encontrará con el escenario de siempre: el gobierno gasta más dólares de los que genera. El déficit fiscal se compone en un 63,3% de previsión social (seguridad social), un 17,9% intereses de deuda (FLUJO), 10,3% de subsidios, sobre todo al transporte en Capital Federal, 4,5% educación y 4% administración pública. La pregunta es: si hay que seguir bajando el gasto, ¿por dónde se ajusta? La respuesta es: "Gran parte del gasto es social y es fijo".

La novedad positiva para quien asuma en diciembre, es un contexto externo favorable: las tasas de interés en los países desarrollados son negativas. Es decir, el banco le depositará plata a fin de mes a quien tome un crédito hipotecario en Alemania. Este hecho generó que los países emergentes se pongan de moda, y el desafío de Argentina es mantenerse en ese lugar, para lograr financiamiento.

El tema central en los planes económicos de los candidatos es la deuda externa. El 61% de la deuda emitida por el FMI, corresponde a Argentina. Esto implica que existe un gran interés para que el país pague, lo cual puede incluir un refinanciamiento como sucedió muchas veces en la historia ya sea con el FMI (en 2002) o con el Club de París. El 17% de la deuda argentina es con el FMI, el 29% con el sector privado y el 27% con un sector oficialista que seguirá siéndolo gane quien gane.

Teniendo en cuenta que probablemente el FMI vaya a esperar, abierto a una renegociación, y el resto de la deuda se podrá ajustar vía precios, Zuchovicki concluye que el país no tiene un problema de stock de deuda. En este caso, es un problema de flujo: los cupones que pagamos son tan altos que hacen que el 17% de nuestro PBI se utilice para el pago de intereses.

En un escenario negativo, los fondos internacionales entienden que Argentina podrá reprogramar y refinanciar la deuda, volviéndola más sustentable. No es el fin del mundo, macroeconómicamente hablando.

El día después de las PASO fue el primero de una inestabilidad que seguramente se sostenga hasta octubre. Zuchovicki plantea como escenario ideal, alguna señal de la oposición para calmar a los mercados. Sin embargo, no tiene confianza en que esto pueda suceder, porque entiende que una gran devaluación ahorra un ajuste para un próximo gobierno en el futuro cercano.

Zuchovicki concluye la charla aclarando que el contexto internacional no nos juega en contra, la macroeconomía tampoco es tan grave como en 2001 y aclara: "Mañana, pasado, o en octubre, todos los que estamos acá vamos a tener que encontrarle la vuelta, pero hay que saber que los tiempos difíciles crean hombres fuertes, hombres fuertes crean tiempos fáciles, tiempos fáciles crean hombres débiles y hombres débiles crean tiempos difíciles".

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