Zanella asegura que Motomel nunca le hizo una propuesta de compra

En las últimas horas, La Emilia, firma propietaria de Motomel, había apuntado contra "un manejo discrecional" en el proceso de adquisición de la compañía

La histórica fabricante de motocicletas Zanella no resistió la crisis y anunció que ponía a la venta la empresa la semana pasada.

"Para hacerle frente al pago de su deuda laboral y continuar operando las plantas industriales de San Luis y Caseros, Zanella decidió proceder a vender parte de sus activos. Para tal fin, inició un proceso de solicitud de autorización judicial, en el marco del concurso preventivo de acreedores en el que la compañía se encuentra", aseguró la firma en un comunicado que emitió.

En las últimas horas, trascendió que la empresa fue vendida a IMSA (Importadora Mediterránea), representante en la Argentina de la famosa marca taiwanesa KYMCO (Kwang Yang Motor Company), con sede en Córdoba. 

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Pero Motomel, la marca santafesina que también dice haberse postulado para comprarla, denunció irregularidades en el proceso de adquisición de la compañía y apeló la decisión. 

La Emilia, firma propietaria de Motomel, aseguró que hubo "un manejo discrecional" por parte del juez Agustín Ruta, de San Luis, quien optó por IMSA, a pesar de que Motomel ofertó una suma considerablemente más alta. Según alegó La Emilia en un comunicado, IMSA quiere pagar u$s 1.942.149 (alrededor de $ 122.355.387), mientras que Motomel ofreció $ 245 millones, más del doble.

Sin embargo, desde Zanella, desmientieron esta información y aclararon que "la compañía nunca recibió una propuesta por parte de La Emilia".

"En perjuicio de nuestra empresa, de nuestros trabajadores y del futuro de nuestras plantas, La Emilia se presentó en el proceso judicial del cual no es parte, ni puede participar, y desplegó una inusual campaña mediática, arrogándose facultades de las que carece, generando un grave daño a nuestra empresa", aseguraron desde la compañía.

Asimismo, Zanella le pidió a la Justicia de San Luis "reestablecer las condiciones de seguridad jurídica" y repudiar "las prácticas empresariales agresivas e infundadas desplegadas por La Emilia, basadas en intereses meramente especulativos".

"Como indica la normativa, se cumplieron todos los requisitos legales y se acompañó la oferta de la única empresa que hizo una propuesta concreta en el marco de una transacción entre las partes. Queremos dejar en claro que Zanella posee la administración de sus bienes y el poder de acordar condiciones de venta", añadieron.

"Nuestro plan significaba un beneficio de la masa concursal, de los trabajadores y para la provincia, porque incluía un contrato de locación, que el Poder Judicial previamente debía autorizar de la planta industrial de Zanella, radicada en la ciudad de San Luis, para seguir con la producción. Buscamos hacernos cargo de esta planta, que se halla en inminente cierre y con la consiguiente pérdida de trabajo", señalaron.

Por su parte, en las últimas horas, La Emilia sostuvo que el precio sugerido por IMSA es un "valor bajo tasado mañosamente" y afirmó que está dispuesta "a mejorar sustancialmente la oferta". Asimismo, solicitó participar en el proceso concursal como "legítimos interesados en adquirir las marcas comerciales de la concursada, ofreciendo mejorar cualquier oferta, al ser participantes principales del mismo mercado de la concursada".

Fuentes cercanas al proceso señalaron que "esta semana se definirá cómo continúa la situación". Por su parte, el jueves y el viernes pasado, Zanella subastó, a través de Adrián Mercado, su stock de rodados, entre los que se encontraban más de 500 motos, scooters, cuatriciclos, cascos, utilitarios y grupos electrógenos. 

Mientras tanto, los empleados de la empresa piden volver a sus fuentes laborales y el martes habrá una reunión en el Ministerio de Trabajo bonaerense. "Resulta clave destacar que la preservación de las fuentes de trabajo se encuentran garantizadas por la continuidad operativa que contempla la firma de un acuerdo para continuar produciendo motos", explicaron desde Zanella.

La firma, con más de 70 años de presencia en el mercado, enfrenta desde hace tiempo una crisis, tras la significativa caída de las ventas y la disminución de la demanda de vehículos que afecta a la industria automotriz y, particularmente, a la compañía que dirige Walter Steiner.

A mitad de año, cerró dos de sus cuatro fábricas en menos de dos semanas: a finales de julio, bajó las persianas el predio ubicado en Mar del Plata, mientras que durante los primeros días de agosto cesó sus actividades el establecimiento de Córdoba, situado en Cruz del Eje.

Pero las desvinculaciones no se detuvieron. En la planta de San Luis, quedaron solamente 45 trabajadores, luego de que la firma despidiera a más de 70 operarios. A fines de octubre, desvinculó a 70 operarios de su planta de Caseros, donde tiene su sede administrativa y también una línea de producción.

Zanella llegó a ser una marca líder en ventas de motos en el país. Pero fue desplazada y registró la caída más grande de sus ventas este año. Según la Asociación de Concesionarios (Acara), entre enero y noviembre bajó sus ventas un 65,3%, fruto de 33.344 patentamientos (había alcanzado 96.225 en igual período de 2018).

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