MCI, una firma suiza que se dedica, entre otras cosas, a la organización de eventos, tiene 60 oficinas y presencia en 31 países. En un mano a mano, su CEO, Sebastien Tondeur, analiza los desafíos que enfrenta el sector.

¿A qué se debe su visita?

Estoy visitando todos los equipos y quiero presentar personalmente el nuevo plan de negocios para MCI. Hay un cambio de paradigma. En lo que respecta a lo digital, tiene que ver con la inteligencia artificial (IA). La segunda de las modificaciones es en torno a nuevos modelos de negocios: hasta ahora, el cliente trabajaba con una agencia de marketing, de comunicación y de eventos; era una relación muy lineal. Ahora se está volviendo una relación partners, es decir, estamos cocreando cosas, realizando eventos en base al contenido, una empresa tiene que realizar eventos y nos planteamos cómo los debemos organizar.

¿Cómo se vuelca la IA a la organización de eventos?

Vendemos algo tangible. Lo que hacemos es a medida y cada evento es diferente. Además lo distribuimos, gestionamos, manejamos conocimiento tácito. La IA tiene una serie de herramientas que ayudan a encontrar datos y tener un patrón de conducta, agilizando los procesos. Por ejemplo, tenemos como cliente a la Unión Europea, que necesitaba 15 personas para un proceso y ahora solo necesita a dos. ¿Por qué? Antes había mucha gente orientada a una serie de papeles; ahora la máquina detecta patrones de conducta. Eso es un ejemplo real de como la IA recoge datos y aumenta la productividad.

¿Emocionales también?

Claro, todo el tiempo que se perdía en llenar una solicitud, en burocracia, eso ya no se hace. Un ejemplo, el chatbot registró que la consulta que primero se realiza es "me olvidé la contraseña". Este robot va aprendiendo cómo solucionarlo. Lo que hacemos es activar la IA, el futuro está ahí.

¿Ese modelo funciona igual en todo el mundo?

La tecnología es la misma en todos lados. Tenemos casos de cuestiones que hicimos en la Argentina con realidad aumentada y realidad virtual, con el conocimiento facial, con mapa de calor. Vos podés en una feria y a través de sensores saber en qué lugar la gente estuvo más tiempo, si en la cafetería o en los stands o haciendo negocios. Eso está basado en conectividad. La tecnología es igual en todos lados. Quizás no funcione igual en todos los países, tal vez en la Argentina vaya más despacio. Pero estoy convencido de que es solo cuestión de tiempo. Lo que importa es la relación con el cliente, usar la creatividad, porque reunirse siempre en la misma sala y con un Power Point es lo cómodo. El reto es hacer un encuentro en un museo o usar artística en vez de tecnología.

¿Cómo optimizar costos sin bajar la calidad del evento?

Hay que ponderar qué es importante para el público del evento. El contenido es el rey del evento y la creatividad nos ayuda a brindar el mensaje con innovadoras herramientas y con inversiones no tan grandes. La tecnología ayuda.

¿Cuáles son los planes a futuro para la empresa?

Hay dos temas en cuanto al crecimiento, no vamos a estar en más países porque ya estamos en todo el mundo. El mercado está fragmentado por lo que ahora hay que consolidar con compras, adquisiciones. La otra parte que veo interesante, más allá del crecimiento orgánico de la empresa, tiene que ver con la línea de negocio que nosotros producimos nuestros propios eventos. Hasta ahora habíamos trabajado para gobiernos, para empresas y les organizábamos sus eventos. Ahora el cambio de paradigma pasa por si tengo el contenido y la estructura, creo mi propio evento, tanto de cero como comprando los derechos del mismo. Un ejemplo es Campus Party, originado en España, un encuentro de tecnología. Nosotros tenemos la licencia y lo producimos en Latinoamérica. Hasta hace poco las agencias competían para hacer un evento, ahora eso ha cambiado, ahora se están quedando sin ideas, necesitamos nuevas ideas de negocios, nosotros vamos a ellos con nuevos eventos. Esto es la coproducción, ya no esperamos a que llegue una propuesta de trabajo, nosotros vamos a ellos y le ofrecemos eventos.